El eterno retorno de las hostilidades internas
el país.
Frente a una coyuntura económica donde las demandas sociales apuntan hacia varias direcciones, el frágil microclima político bonaerense asoma enrarecido e inestable. A esos nubarrones podrían agregarse ciertas desprolijidades y falta de diálogo entre el oficialismo y la oposición.
Al igual que una turbulenta crisis de pareja, la apasionada inestabilidad por sospechas de infidelidades dentro del kirchnerismo sigue generando problemas domésticos que pueden, incluso, llegar a dañar la gobernabilidad en la Provincia.
Sobre ese análisis de diván resulta imposible soslayar la inflexible postura que adoptó el pasado miércoles Cristina Fernández de Kirchner, al asumir la presidencia del PJ nacional, con látigo en mano.
Durante su primer discurso como nueva titular partidaria, habló de “militantes electorales” y de “peronistas tardíos”, definiciones verbales con las cuales pareció apuntar al gobernador Axel Kicillof, quien prefirió mantener su “agenda de gestión” y no ir dar el presente en el acto partidario.
Las acciones y reacciones dejan en claro que la cumbre previa del PJ bonaerense realizada en la localidad de Moreno, con la presencia de la expresidenta, Sergio Massa, Máximo Kirchner y Kicillof, que se sumó “sobre la hora”, no sólo dejó gusto a poco sino que no aplacó en lo más mínimo la disputa casera.
De un modo u otro, estos tiempos de hostilidades internas en el kirchnerismo terminaron beneficiando a Javier Milei, ya que logró acaparar la agenda política y avanzar con el ajuste, a pesar del difícil contexto social.
En voz baja algunos referentes de la Liga de Intendentes Peronistas señalan que la expresidenta sigue siendo percibida por el conurbano como la principal figura opositora al Gobierno nacional, aunque otros deslizan que no termina de adaptarse a los cambios sociales que “han dado un vuelco a favor de nuevas formas de hacer política».
Por su lado y tras cumplir 5 años al frente del tablero de control de la PBA, Kicillof mantiene su decisión de enfrentar el plan de Milei. “En la Provincia no somos insensibles ni miramos con indiferencia”, sostiene el gobernador, y remarca que, a diferencia del régimen libertario, el Estado bonaerense prefiere apuntar sus políticas públicas para “quienes invierten, generan empleo y mantienen en movimiento la economía”.
El clima enrarecido también se instaló en la Legislatura, donde si bien es lógico que el gobernador tenga su Presupuesto anual y Ley Impositiva 2025, pretender que la oposición legislativa acompañe la votación a libro cerrado resulta ilógico.
En eso coinciden los bloques radicales, macristas y libertarios con planteos y reclamos puntuales que no fueron atendidos, según aseguran. Uno de los principales puntos de crítica radica en la falta de debate y explicaciones detalladas por parte del Ejecutivo “mientras Kicillof pretende quedarse con Aerolíneas Argentinas”.
No pocos también le recordaron la estructural crisis de inseguridad, las deudas de la obra social IOMA con los municipios y otras problemáticas. No hay dudas de que la aerolínea de bandera no encabeza la lista de prioridades de los bonaerenses.
Hasta el jefe de Gabinete libertario, Guillermo Francos, tildó de “ridícula” la intención de Kicillof, al interpretar que difícilmente “una provincia que tiene déficit y se endeuda” pueda hacerse cargo de una gigantesca empresa aérea nacional.
Mientras tanto, Kicillof proyecta seguir impulsando la “Ley de Leyes”, aunque en el caso de que no haya acuerdo con el arco legislativo opositor, puede por decreto, recurrir a prorrogar el Presupuesto General de la administración provincial para el ejercicio del año que viene. Falta definir la conveniencia política o no de una decisión de tal magnitud.
A está altura de los acontecimientos, en la Gobernación de calle 6 entienden que Milei prefiere que el Congreso de la Nación no le apruebe nada -Presupuesto incluido- para abonar su relato anticasta en la próxima elección legislativa, donde pretende plebiscitar su gestión, polarizando contra el aparato del kirchnerismo PJ que a nivel nacional ahora empuja CFK.
En definitiva, el hermetismo gubernamental dispara rumores de todo tipo. De acuerdo al cronograma legislativo previsto, Unión por la Patria buscaría mover algunas fichas para acelerar el trámite para votar antes de fin de año los proyectos.
Los desacuerdos entre el oficialismo y la oposición parlamentaria también alcanzan al abultado paquete de pliegos judiciales que envió el Ejecutivo.
Lo cierto es que la vicegobernadora Verónica Magario, junto con el ministro de Justicia, Juan Martín Mena, y la jefa del bloque de senadores de UxP, Teresa García, deberán tejer negociaciones paralelas -tras el faltazo masivo durante las jornadas de examen para cubrir vacantes en la Justicia- para lograr al menos que los expedientes logren las cualidades necesarias para llegar al recinto el jueves 19 de diciembre.
Por último y de confirmarse la presidencia rotativa de Diputados, el massista Alexis Guerrera reemplazará por un período al montehermoseño Alejandro Dichiara.
De ese modo, se cumplirá efectivamente el “pacto de palabra” formateado hace un año atrás entre Máximo Kirchner y Sergio Massa, que consistía en que un dirigente referenciado con La Cámpora y la Liga de Intendentes Peronistas ejerciera el primer año y un representante del Frente Renovador lo sucediera a partir de cierre de 2024.
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