Desencuentros que provocan inestabilidad política
el país.
La indefinición en torno de la agenda electoral en la provincia de Buenos Aires potencia la desconfianza en el amplio abanico político dañado por “disputas internas” y abre un escenario de debilidades y fortalezas en un momento de definiciones cruciales. La encrucijada bonaerense pasa por la suspensión de las PASO y desdoblamiento electoral, o seguir como hasta ahora.
Con sensación de incomodidad, el gobernador Axel Kicillof debe definir si la PBA votará en simultáneo con las elecciones nacionales o adoptará un esquema desdoblado propio. Esa decisión puede tener implicancias tanto operativas como políticas, Hay razones económicas, logísticas y de seguridad que se encolumnan detrás de cada uno de esos ítems.
Un numeroso grupo de intendentes del PJ pide que la fecha del desdoblamiento sea antes de las legislativas del 26 de octubre para no hacer peligrar el futuro político del oficialismo bonaerense. No obstante, la posición de Cristina Kirchner es que dicha elección no se debe desdoblar. Como botón de muestra, el kirchnerismo pateó el hormiguero cuando presentó en el Senado provincial un proyecto para suspender las PASO y que las elecciones sean concurrentes, es decir, en la misma fecha a la que convoque Nación.
En la movida, que le atribuyen a la senadora cristinista Teresa García, también se advirtió que un cambio de fecha en la votación provincial puede ser interpretado como un “intento de manipulación de un sector político”. Los juegos de poder dentro de la interna oficialista pueden terminar por desarmar el frente de Unión por la Patria.
Nadie pone en duda la centralidad de CFK, pero tampoco ayuda el temor reverencial a la jefa del PJ nacional. Mucho más si ella decide no jugar en la cancha electoral. “Javier Milei tiene dos grandes aliados. Por un lado, mantiene en alto su bandera como domador de la inflación, aunque eso no sea tan real en los bolsillos del ciudadano común. Y por el otro, la falta de organización en el universo kirchnerista, que termina siendo funcional a los intereses libertarios”, explican con inusual crudeza desde las diagonales.
La ingeniería electoral en ámbito bonaerense es una cuestión que debe discutirse integralmente. No es solamente la suspensión de las PASO, hay que discutir el cronograma electoral completo. Es decir, si los comicios serán concurrentes con las nacionales o desdoblados, y eso, naturalmente mantiene a toda la cúpula del PJ en vilo.
Estamos en la antesala de una elección de renovación parlamentaria atípica, ante la incorporación de la Boleta Única para la votación nacional y la continuidad del sistema de boleta sábana para cargos bonaerenses. Es un desdoblamiento de hecho.
Equipos gubernamentales vienen ensayando distintos simulacros de votación en los que se pudo establecer que, en promedio, el electorado demorará más tiempo en marcar su opción en la BUP para las elecciones nacionales. Un tiempo considerablemente superior a las marcas del tradicional sistema sábana.
Mientras tanto y sin acuerdos políticos sobre el horizonte, Kicillof, el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner y el exministro Sergio Massa siguen poniendo sobre la mesa de discusión la suspensión de las PASO el desdoblamiento de las elecciones y las intenciones de unificar todo el arco peronista, tras una etapa de entredichos, furiosos cruces, desplantes y una falta de confianza mutua que se traslada a la Legislatura bonaerense.
Desde que asumió en la Gobernación a fines de 2019, Kicillof se desentendió de la cuestión de la conducción de los bloques legislativos oficialistas. Delegó el armado en diputados y senadores del kirchnerismo puro, como en sectores del massismo. Grosero, error con consecuencias que están a la vista. En la actualidad, el Gobernador se quedó corto con el puñado de legisladores aliados que, en verdad, responden a otras terminales, como la Liga de intendentes del PJ.
Las tensiones entre ministros y parlamentarios más cercanos a La Cámpora siguen intactos, aunque por momentos se van intensificado con gestos de indiferencia y falta de ejercicio legislativo.
Frente a un contexto general de desacuerdos, otra vez, vuelve a sobrevolar la posibilidad de una tercera vía electoral de centro, a diferencia de la que representan Milei y el kirchnerismo duro. Entre sus protagonistas asoman el porteño Horacio Rodríguez Larreta, el bonaerense Emilio Monzó, más algunos radicales con Facundo Manes al frente del convoy en formación.
Algunos radicales bonaerenses dicen en voz baja que se definen como opositores al modelo de Milei y de desapego al sistema democrático que el Gobierno nacional lleva adelante. Distinta es su posición frente al Gobernador bonaerense. “No somos parte del PJ, pero no somos opositores a Kicillof. En todo caso, tendremos una posición autónoma, pero claramente mucho más cercana porque compartimos muchas de sus políticas.
«La necesidad tiene cara de hereje», admiten. Es que la escasez de obra pública y de recursos municipales hacen que cualquier potencial gesto amigable en años electorales desde la botonera en La Plata sea mucho más que valorado.
Los principales espacios opositores, el PRO y la Unión Cívica Radical manifestaron públicamente su postura: suspensión de las PASO y desdoblamiento electoral. Los amarillos lo ven como una oportunidad para lograr un ahorro significativo en el contexto de la delicada situación fiscal de la Provincia.
Para los radicales la autonomía municipal e institucional es una bandera que sostienen desde siempre por dos razones fundamentales: la necesidad de que los bonaerenses puedan debatir sus propios temas y la crítica a la imposición de temas electorales desde el centralismo porteño.
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