A paso lento, la política bonaerense pone primera
el país.
Se vienen unas elecciones legislativas atípicas en la provincia de Buenos Aires porque, más allá de lo que decida el gobernador Axel Kicillof con el cronograma de comicios, existe un desdoblamiento de hecho por la instauración de la Boleta Única de Papel (BUP) para cargos nacionales y la continuidad de la tradicional boleta sábana para postulantes bonaerenses.
La calurosa agenda política reclama definiciones sobre cuándo serán las elecciones en la Provincia. Aunque algunas definiciones siempre deben ser tomadas con pinzas, la posibilidad de desdoblar las elecciones bonaerenses para que sean antes de las nacionales, le permitiría a la Gobernación y a los intendentes demostrar su poderío territorial.
Por ahora, al menos, esa cuestión electoral parece no despertar interés en la opinión pública más ocupada y preocupada por la caída del poder adquisitivo frente al contexto de ajuste económico.
El descenso de la actividad económica en diversos sectores, la pérdida de puestos laborales, la suba en los índices de pobreza y el incremento de la inseguridad son factores que mayor inquietud provocan en la población bonaerense. A todo eso, habría que sumarle la paralización de la obra pública dispuesta por el Gobierno de Javier Milei.
Las pintadas callejeras con el eslogan “El futuro es con Axel” resumen los deseos de sectores políticos cercanos al gobernador, anticipando el clima electoral. Los afiches también parecen tener dos destinatarios. Para adentro por los distintos focos de disputa que componen la interna del PJ. Y otro hacía afuera: Kicillof decidió volver a sumar kilómetros para hasta recorrer otra vez municipios con el objetivo de ampliar la convocatoria a todos los dirigentes dispuestos a enfrentar al Gobierno libertario y, de paso, intentar abrochar acuerdos que tienen que ver con lo legislativo que es lo que se define este año.
Ese tipo de reuniones de camaradería pueden resultar jugosas para la estrategia del gobernador no sólo de cara a los comicios de renovación legislativa, sino también para adoptar decisiones de alto impacto.
Sobre la arena política, se sabe que casi todos los alcaldes que reportan al tigrense Sergio Massa en el Frente Renovador preferirían jugar”como aliados para Kicillof por encima de Cristina Kirchner ante una eventual competencia interna, pero sin tomar partido en la crisis que atraviesan por el desdoblamiento electoral.
Otra cuestión en análisis sobre las diagonales indica que, de aprobarse la Ley de “Ficha Limpia” que impulsa Nación para sacar del juego electoral a la expresidenta, le daría al Gobernador mayor fortaleza. “Casi una alineación de los planetas”, dirían aquellos pocos testigos que pudieron ver a CFK durante los pocos días de descanso que eligió pasar en las playas monterhermoseñas a partir de la afectuosa relación que tiene con el diputado Alejandro Dichiara.
Aprovechando la fugaz estadía, Cristina bajó línea política: ordenó que el bloque de diputados bonaerenses de UxP apure en febrero una aprobación del Presupuesto 2025 y la Ley Impositiva que Kicillof decidió prorrogar tras quedar atrapado por la telaraña de la coalición gobernante.
En rigor, al igual que el Gobierno nacional, el Ejecutivo provincial cumplió con la formalidad de enviar el Presupuesto pero sin demasiado interés por establecer algún tipo de diálogo con la oposición para que el paquete de leyes se vote. Como si tuviese ocultos deseos por administrar sin presupuesto anual.
No pocos entienden que si Kicillof quiere ser competitivo en un escenario nacional, tiene que iniciar el trámite de autonomía política. Tal vez, una señal cercana a una definición puede darse en los próximos días en Claromecó, donde el mandatario tiene previsto viajar en compañía del diputado Carlos “Cuto” Moreno,de la Sexta.
Para los objetivos de la Gobernación, el armado de Massa puede resultar relevante. Como moneda de cambio, los renovadores podrían reclamar cargos ministeriales y candidatos propios entre los lugares que podrían resultar electos para la Legislatura.
Un posible desdoblamiento electoral en la Provincia, también alteraría los planes legislativos de los libertarios. Tal vez, esa incomodidad electoral, empujó a los armadores bonaerenses de La Libertad Avanza a cambiar ligeramente la estrategia y decidir “plantar candidatos” a intendentes en distintos municipios, mayoritariamente gobernados en la actualidad por el kirchnerismo. Mientras continúa el éxodo de dirigentes macristas a las filas libertarias, referentes de LLA y del PRO trabajan en el armado de una alianza que les permita vencer al oficialismo provincial.
“La brutalidad de las políticas económicas que despliega el Gobierno nacional, requiere mucho debate interno para trabajar en la construcción de un frente electoral que exprese la mayor unidad posible para derrotar en las urnas a Milei y sus adeptos liberales del rubro político y financiero”, sugieren cerca del ministro de Gobierno, Carlos Bianco, inspirando un posible arreglo electoral entre Kicillof y la expresidenta Cristina.
Tal vez, deducen otros, haya una tercera vía con la construcción de un espacio de centro, moderado y racional con figuras como el porteño Horacio Rodríguez Larreta, el entrerriano Rogelio Frigerio y el bonaerense Emilio Monzó, más algunos radicales. No sería una propuesta de extremos, como es la que representan Milei y el kirchnerismo duro. Quizá sea el camino más apropiado a largo plazo, pero que hoy, como se dice vulgarmente, no garpa electoralmente.
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