La Argentina sufrió más de la cuenta, pero le ganó bien a Uruguay 1 a 0 y lo celebra con ganas
fútbol
La selección argentina logró una victoria muy importante sobre Uruguay, que le permite treparse a la cima de las posiciones del grupo B. El único gol lo hizo Guido Rodríguez, de cabeza, a los 13 minutos del primer tiempo, después de un centro perfecto de Lionel Messi desde la izquierda.
Fue un comienzo intenso. Porque cuando apenas se jugaban 30 segundos Messi aprovechó una distracción defensiva y se encontró con la pelota dominada en tres cuartos de cancha y encaró, aunque se la pellizcaron de atrás antes de que ingrese al área charrúa.
A los 2, Nico González inició otra contra. Cedió a Lautaro Martínez, pero el hombre de Inter malogró una muy buena chance. Y a los 3, la presión alta permitió que Acuña pudiera sacar un remate desde la izquierda que controló con tranquilidad Ospina.
Sorprendido por ese inicio eléctrico y algo desprolijo del equipo de Scaloni, Uruguay se fue acomodando en el campo y equilibró las acciones. Sin embargo, la falta de precisión atentó contra sus buenas intenciones, apoyadas en una delantera temible: Suárez y Cavani.
El gol de Guido Rodríguez
Encendido otra vez Nico González, combinó con Lo Celso y este con Messi, que desde la derecha hizo una de sus jugadas marca registrada: se hamacó hacia su izquierda y desde casi el vértice del área sacudió su zurdazo. A Ospina le costó desviarla. Y Lautaro apenas pudo conectar el rebote. Su tacazo fue apenas instintivo y el balón se alejó.
Siguió activo el seleccionado, aunque a los 9 Uruguay, con apenas tres toques, pasó del área propia al área albiceleste, donde Suárez quiso picársela a Dibu Martínez, que le adivinó la idea. Fue un llamado de atención.
En ese arranque frenético, la energía de algunos jugadores no estaba equilibrada con la del resto. Entonces Nahuel Molina se fue con todo al ataque por la derecha pero cuando levantó la cabeza debió volver porque no tenía a nadie cerca. Y lo mismo pasó con Acuña por izquierda, con un centro a nadie.
Sin embargo, a los 13, tanto fue Argentina hacia adelante, que llegó el 1 a 0. Messi, pícaro, la pinchó desde la izquierda y Guido Rodríguez le dio un frentazo que hizo que la pelota primero diera en el poste derecho de Ospina y luego ingrese al arco.
En esa primera parte, la intensidad del partido fue muy buena del lado argentino. Anulando la conexión entre el mediocampo uruguayo y su delantera.
Costó mantener ese ritmo. Y, como era de esperar, Uruguay comenzó a manejar más el balón. Aunque el repliegue albiceleste impidió que el riesgo se acerque a Dibu Martínez. Y con la lucidez de Messi para manejar los hilos, cada intento de contragolpe fue una herramienta interesante para ampliar la ventaja.
A los 26m, Cavani encaró por la derecha. Y cuando enganchó hacia adentro cayó fulminado, como si Guido Martínez le hubiera cometido falta. Fue un gan acierto del árbitro Wilton Sampaio no cobrar penal. En la contra, Messi habilitó a Molina, que con su fuerte derechazo hizo revolcar a Ospina.
A los 41, Cavani fabricó una falta por la izquierda que Nico De la Cruz metió en el área. El despeje quedó en los pies de Bentancur, pero su remate se fue desviado.
Fue un muy buen primer tiempo de la Argentina. Con intensidad, presión y lucidez, más allá de alguna desinteligencia en la última línea. Porque además de la serenidad de Dibu Martínez, a la hora de marcar hubo especial atención para desactivar la conexión entre los volantes y los delanteros de Uruguay. Y eso quedó en evidencia, más que nada en la casi nula participación de Suárez en esos primeros 45.
Los puntos más altos de esa primera etapa fueron Messi, Nico González (otra vez), Acuña y Gio Lo Celso.
El que todavía no apareció en la Copa América es Lautaro Martínez. El goleador del ciclo Scaloni aun no mostró todas sus condiciones, esas que le permitieron ser una pieza importante en el Inter campeón de Italia. En más de una ocasión, su potencia quedó en deuda y jugadas peligrosas se desdibujaron en sus pies.
Segundo tiempo
Con el ingreso de Nandez por Bentancur, el Maestro tabárez buscó darle más profundidad e intensidad a un seleccionado uruguayo al que le costó arrimarse a Dibu Martínez.
Se sabía que era imposible mantener la intensidad de la etapa inicial. Pero la Argentina se metió demasiado atrás. A los 4, la Celeste tuvo el empate. Un centro desde la derecha fue capturado en el momento justo por Martínez, cuando De la Cruz acechaba. Y al minuto, una buena combinación entre Cavani y Suárez en la medialuna del área terminó con un preciso quite de Guido Rodríguez cuando el Pistolero se preparaba para gatillar.
En el medio hubo una buena contra, que inició Messi y que cedió a Lautaro Martínez, pero que volvió a malograrla. Fue lo último que hizo el hombre de Inter antes de salir reemplazado por Correa.
El partido ingresó luego en una meseta, en la cual ni unos ni otros lograban acercarse al área rival. Hasta que se encadenaron tres corners seguidos para la Argentina, que continuaron con una contra de Uruguay, bien desactivada por Otamendi.
El conjunto albiceleste se hizo reiterativo. Cada uno de los que recuperaba el balón se la pasaba a Messi, para que el crack resuelva. Y el rosarino, lejos del área, no tenía tanta nafta como para empezar a gambetear desde tan atrás. Entonces, le costó construir sociedades, salvo con le siempre dispuesto De Paul.
A los 23 lo tuvo Suárez. Un centro cruzado de izquierda a derecha atravesó toda el área, y el delantero de Atlético, que entró solo por atrás, se pasó en el cálculo.
El ingreso de Di María por Nico González le dio aire a la Argentina, que logró adelantarse en el campo de juego y volvió a toquetear la pelota cerca de Muslera, aunque sin peligro.
Uruguay siguió con su libreto. A los 29, un centro de Suárez fue conectado por Suárez, que intentó una media chilena que se fue desviada por arriba del travesaño, pero que volvió a activar las alarmas en el arco defendido por Martínez.
A los 36, cuando el partido quemaba y la Argentina se encomendaba a la firmeza de Dibu Martínez, Messi comenzó a manejar la pelota cerca del área de Ospina. Tanto temor le tenían al ridículo, que en uno de los amagues del crack le cometieron infracción casi en la medialuna del área. Entonces, Leo tuvo el segundo en sus pies. Sin embargo, el remate fue débil y bajo, y se perdió en la barrera.
Los últimos 10 fueron intensos. Porque Uruguay fue una y otra vez. Con poca claridad, es cierto. Pero con la garra y la presencia que su historia lo obliga.
Y entonces volvió a aparecer una contra en los pies de Di María. Que frenó en el momento justo para habilitar a Correa. Podía haberla cruzado toda, pero el imán Messi fue más fuerte. Leo quiso ingresar eludiendo por el medio del área, pero le resultó imposible.
La cuenta regresiva se hizo inevitable. Y entonces fue Nandez. Y fue Cavani. Y esperó en el medio Suárez. Y en la contra Di María exhibió toda su jerarquía. Y Messi quiso definirlo una y otra vez, sin éxito. Y Acuña recuperó su pelota número 1000 en la noche. Y la Pulga escondió la pelota bajo su suela junto al juez de línea hasta que le cometieron falta. Y los minutos pasaban.
El pitazo final le dio un enorme alivio a la selección argentina. Que es consciente de que ganó un partido complicadísimo y fundamental en su lucha por clasificarse a los cuartos de final. Pero también sabiendo que debe seguir mejorando, sobre todo en la definición. Para resolver antes esta clase de partidos, sin tantos sobresaltos.
Con este resultado, la Argentina se trepó a la cima de las posiciones en el grupo B, con 4 puntos, los mismos que cosecha Chile (antes había derrotado 1 a 0 a Bolivia).
El lunes, por la tercera fecha, la Argentina jugará contra Paraguay a las 21 mientras que Uruguay enfrentará a Chile a las 18.
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