El corazón de Enzo Pérez, ese plus que River siempre tiene a mano para un triunfo que deja huella
fútbol
Volante central. Volante por derecha. Volante interno. Arquero. Y defensor central con aires de goleador. Enzo Pérez no detiene su marcha en River. A los 35 años, el gran referente del plantel sigue sumando noches para el recuerdo a su historia en el club. Sin brillar, pero con mucha presencia y carácter, en la victoria por 2-1 contra Sarmiento se calzó el traje de último hombre en una línea de tres defensores integrada únicamente con mediocampistas centrales, fue de menor a mayor en su rendimiento, ordenó constantemente al equipo y marcó el gol agónico para llevarse tres puntos cruciales de una difícil visita a Junín. Es el corazón del equipo que jamás decepciona.
Una nueva situación particular se vivió porque Marcelo Gallardo afrontó una carrera de obstáculos para armar el equipo: sufrió cinco bajas por la triple fecha de Eliminatorias (Franco Armani, Julián Álvarez, David Martínez, Robert Rojas y Paulo Díaz) y otras seis por diferentes lesiones (Jonatan Maidana, Javier Pinola, Fabrizio Angileri, Nicolás De La Cruz, Matías Suárez y Leonardo Ponzio). Así, ante las distintas dificultades, el DT millonario se vio obligado a armar un equipo sin marcadores centrales naturales. Y terminó improvisando con un equipo al que le costó, pero que terminó superando la prueba frente al Verde.
El gol de Enzo Pérez a Sarmiento sobre el final
Enzo Pérez fue el líbero con el juvenil Felipe Peña -una de las figuras de la cancha en su tercer partido en primera- a su derecha y el experimentado Bruno Zuculini a su izquierda. Y el capitán de River en Junín fue la voz de mando en una tarde noche que siguió sumando complicaciones en su inicio: a los 11 minutos, el propio Pérez quedó mal ubicado en un pelotazo largo y perdió la posición con Jonatan Torres, quien construyó la jugada del 1-0 de Sarmiento para abrir el marcador en los primeros momentos del juego.
Pero, después de un mal inicio de partido sin poder afianzarse con solvencia en el campo, River empezó a crecer. Quizás, no pudo suplir con facilidad el desajuste defensivo entre los tres defensores improvisados, pero comenzó a dominar la pelota, el tándem que formaron Milton Casco y Jorge Carrascal -autor de un golazo para el 1-1- le dio vuelo y le permitió llevar el juego a campo rival y todas las líneas se pudieron empezar a ensamblar con más facilidad.
“Me cargan porque todos los partidos juego de algo nuevo”
Así, tras un primer tiempo irregular y en el que el partido por momentos se le hacía cuesta arriba, Enzo Pérez sacó a relucir su fuego sagrado y terminó transformándose en la segunda parte en un pilar fundamental para la remontada del Millonario: ya sin la misma presencia de un Sarmiento que no pudo sostener el ritmo y su búsqueda directa de la primera mitad, el último hombre creció a la par de los rendimientos en alza de sus compañeros de zaga tanto para defender y contener los embates del rival como para atacar y ser una salida limpia desde el fondo. Y terminó celebrando un gol necesario para seguir en los puestos de vanguardia de la Liga.
“Tuvimos muchas dificultades a la hora de armar el equipo. Jugamos con tres centrales que son número cinco. Pusimos mucha predisposición todos y ahora mis compañeros me cargan porque todos los partidos juego de algo nuevo. Pero siempre he puesto por delante el equipo para poder ayudar, he ido cambiando durante toda mi carrera y eso es bueno. Porque me hace jugar siempre, así que bienvenido sea. Me quedo con la actitud, las ganas, el esfuerzo, el convencimiento y los tres puntos que nos llevamos”, destacó Enzo en diálogo con la TV.
Según los datos de Opta, parte de Stats Perform, el capitán de River terminó siendo el jugador más preciso del partido: acertó 51 de 58 pases y completó un 87,9% de precisión, más que ningún otro del campo. Además, completó ocho recuperaciones (segundo del equipo) y seis despejes (primero del equipo), acertó cinco de seis balones largos y ganó cuatro de los cinco duelos aéreos en los que participó. Y, finalmente, en su único remate del encuentro le pudo dar una necesitada victoria a su equipo con un festejo especial tras el desahogo en el grito del gol: se tomó los cachetes y se lo dedicó a Gonzalo Montiel, quien días atrás fue presentado en Sevilla de España.
River volvió a dar vuelta un partido después de 20 encuentros sin poder hacerlo cuando recibía el primer gol. La última vez había sido el 9 de febrero de 2020 en el 2-1 a Unión en Santa Fe en la extinta Superliga. Y el gran responsable del triunfo agónico terminó siendo el alma del plantel. Enzo Pérez, el gran líder que sabe cómo ponerse el overol cuando el equipo lo necesita. En el arco, en la defensa, en el mediocampo o en el ataque. Siempre está.
Sarmiento de Junin vs River Plate. (Twitter @RiverPlate/)
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