Hígado graso no alcohólico: Uno de cada tres argentinos adultos lo padece
salud
La Esteatosis Hepática No Alcohólica (EHNA -NASH) es un tipo de enfermedad del hígado graso, la cual ocurre cuando hay un exceso de grasa que se almacena en el hígado. Este padecimiento, que ha afectado a más de mil millones de personas en todo el mundo, se considera como la principal causa de muerte relacionada con el hígado en los últimos 20 años. Lo anterior, destaca la importancia de hacer una detección temprana para evitar que esta evolucione hacia fases más graves, que pueden ser irreversibles.
Una gran causante de las altas tasas de hígado graso, que hoy afecta hasta el 25% de la población adulta en el mundo, es la obesidad. Además, esta enfermedad puede inflamar y dañar el hígado hasta el punto de convertirse en una enfermedad hepática crónica, insuficiencia hepática e incluso cáncer de hígado. Estas repercusiones la han convertido en una pandemia silenciosa en Latinoamérica debido a la particularidad de que no presenten ningún síntoma. En Argentina, es la enfermedad hepática crónica más frecuente, afectando a 1 de cada 3 personas adultas.
¿Cómo prevenirlo?
– Realizar chequeos médicos de manera regular.
– Mantener un Índice de Masa Corporal (IMC) dentro del rango saludable.
– Consumir una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas.
– Limitar el consumo de alimentos procesados, grasas saturadas y azúcares añadidos.
– Realizar ejercicio para mantener un estilo de vida activo.
El hígado merece atención y la prevención es la mejor medicina. Adoptar hábitos saludables, acompañados de una dieta balanceada y ejercicio regular, ayudará, sin duda, a tener un hígado más sano. Lo anterior, sin dejar de lado la importancia de mantener un chequeo médico constante. Adicionalmente, los pacientes requieren de herramientas médicas capaces de entregar la información necesaria. De allí que el diagnóstico temprano y preciso, acompañado de tecnologías innovadoras, marcará una diferencia significativa en cualquier ruta médica que deba seguirse.
Es importante no dejar de lado las innovaciones que se han realizado en el sector salud. Tener acceso a desarrollos tecnológicos permite acceder a mejores opciones y rutas de tratamiento. Las pruebas no invasivas y exámenes de laboratorio son una herramienta importante que ayudan a diagnosticar el hígado graso a tiempo, proporcionando todos los detalles necesarios para lograr una mejor toma de decisiones médicas. “Actualmente, existen sistemas de ultrasonido que permiten definir sí un paciente sufre de hígado graso de manera temprana, lo que ayuda a realizar un seguimiento progresivo de la enfermedad de forma fácil y rápida. En solo segundos y de forma muy sencilla, el ecografista puede conocer el porcentaje de infiltración grasa en el tejido hepático, aportando información concreta que permitirá al médico tratante definir el manejo más adecuado para cada paciente”, destaca Paulo Pontes, director general de ultrasonido para Latinoamérica de Siemens Healthineers.
«El avance técnico y científico en la medicina ha permitido que hoy en día, existan pruebas de sangre poco invasivas, con una mayor precisión y que ofrecen resultados a los 20 minutos de su toma. Tal es el caso de la Prueba ELF, un análisis de sangre no invasivo que mide tres biomarcadores séricos, a partir de esta medición se puede establecer el riesgo de progresión de la fibrosis hepática», comentó Helida Silva, directora de Asuntos Médicos para Siemens Healthineers, Latinoamérica.
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