5 preguntas a Sole Castro Virasoro por el estreno de “Mujeres Alfa”
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El 1 de noviembre se estrena “Mujeres Alfa”, la serie web creada, escrita, producida y protagonizada por Sole Castro Virasoro, y basada en su libro “Mujeres Alfa y hombres 2.0” (2014). Va a estar disponible para ver acá.
La trama retrata una versión ficcionada de las conversaciones de Sole con sus amigas: Maru, Laura y Flor. Desde la observación y parodia de hechos cotidianos, cada episodio hace una lectura crítica y divertida de la cultura contemporánea y las pequeñas grandes tragedias que nos tocan vivir.
Tras dedicar varios años a su carrera como comediante, hoy Soledad es autora de cuentos, columnista en medios y colaboradora en revistas. En 2019 fue seleccionada para el concurso “Mujeres Empresarias” de FECOBA y CAME y se le otorgó Mecenazgo para la producción de la serie web. También estudió Letras en la Universidad de Buenos Aires (UBA), guion de cine con Juan José Campanella y Aída Bortnik y luego dramaturgia con Mauricio Kartun.
“Siempre me complica responder a preguntas simples como llenar la casilla de ‘profesión’ en un formulario o responder de qué trabajo, porque hago muchas cosas”, dijo la artista a este medio y sumó: “Durante un tiempo puse ‘humorista’, pero la gente pensaba que le estaba tomando el pelo porque están más acostumbrados a las profesiones tradicionales. El peor fue un empleado público que me entregó un documento en el que había puesto que yo era ‘modista’ (le habrá sonado parecido)”.
“En los últimos años empecé a contestar ‘escritora’ porque si tener libros editados no te hace escritora, entonces no sé qué se necesita para usar el título. Además, la mayoría de mis múltiples trabajos consisten en escribir: columnas, páginas web, incluso la traducción tiene mucho de reescritura ¿Ves? Parece que pido disculpas por llamarme escritora. De esas cosas hablo en la serie”, sumó.
En dialogó con Filo News, Sole Castro Virasoro dio detalles sobre su nueva serie web, la relación con su libro, el contexto social en el que se estrena, detalles del rodaje y más.
1. ¿Qué es lo que atrae del humor? ¿Por qué usarlo como herramienta de lectura de la cultura contemporánea?
Lo que más me gusta del humor es que nos hace pensar en otros escenarios posibles. El humor siempre rompe con lo que creemos que se va a decir o hacer. La risa aparece con la sorpresa de lo inesperado. Por eso en el humor se pierden las seguridades, las reglas que creemos que están establecidas o las cosas que parece que siempre fueron de una determinada manera y no se pueden cambiar.
La mejor forma de pensar un mundo nuevo es a través del humor. Si empiezo un discurso feminista serán permeables quienes estén de acuerdo y se cerrarán quienes tengan un preconcepto formado. En cambio, con el humor como conducto, la resistencia del espectador se relaja y realmente escucha el mensaje.
2. ¿Qué te llevó a escribir el libro “Mujeres Alfa y hombres 2.0”? ¿Por qué transformarlo en una serie? ¿Qué similitudes y diferencias tienen?
Salió en 2014 y todavía no se hablaba tanto de feminismo, pero ya me sentía muy lejos de lo que en mis 30 y pico de años se suponía que debía ser una mujer. Entonces el libro fue una manera de visibilizar otras formas de ser mujer. En mi caso, quería una pareja estable, pero no quería hijos. Soñaba con amor para toda la vida, pero no con un vestido blanco y una gran fiesta de casamiento con carnaval carioca. Para mucha gente de mi entorno eso me volvía una persona “rara”, pero con mis columnas en diarios y mi obra de teatro, me di cuenta de que había más mujeres que pensaban como yo y que todas quedábamos relegadas a ese lugar de “falladas”.
Desde que me senté a escribir el libro pensé en una historia que se contaría a través de diferentes formatos. Entonces el libro y las columnas serían lo que a la protagonista le gustaría ser, la viñeta contaría lo más profundo de su subconsciente y la serie mostraría la realidad, con todas sus incoherencias. El tema fue que entre uno y otro pasaron casi 10 años, y no sólo cambió la sociedad, sino que también yo misma.
Si en el libro la pareja era un punto importante, ahora ya no lo es tanto. En la serie el foco de la protagonista es el desarrollo de su carrera y cómo deshacerse de tantas improntas machistas con las cuales creció y que tiene naturalizadas. Si antes se cuestionaba qué clase de vida familiar quería, ahora se cuestiona todo lo que la rodea y sobre todo aquellas ideas que marcaron su infancia.
“El libro fue una manera de visibilizar otras formas de ser mujer”, recordó.
3. ¿Qué significa para vos ser “mala feminista”?
En pleno auge del feminismo, cuando pensé que al fin me iba a sentir comprendida y sobre todo respetada, me encontré con una gran decepción. A lo largo de los años recibí mensajes con insultos de toda clase de supuestas líderes feministas. Una guionista argentina me escribió diciendo que yo era una estúpida que además se creía feminista. Otra me escribió diciendo que no podía autodenominarme feminista porque tenía canjes de peluquería, ropa y depilación definitiva. Hay actores o futbolistas que también los tienen, pero a ellos nadie les dice nada porque son hombres ¿No es eso muy machista? Y muy irónico, por cierto.
Entonces vi el video de Madonna recibiendo el premio Billboard a la “Mujer del Año 2016” donde contaba los ataques que ella misma había recibido por parte de feministas autoras de libros sobre feminismo. Allí dice que entonces (ya que se supone que no puede ser feminista) será una “mala feminista”. Considero que la vida es demasiado corta como para aceptar que otra gente decida cómo quiero vivirla, y que ser feminista me construye, aunque me pongan en un lugar de mala feminista.
Creo en el feminismo como la única salida a un mundo que fue y que sigue siendo injusto para las mujeres del mundo. También creo que el feminismo es más justo con los hombres. Desde una mirada machista, un hombre tiene que ganar más plata, ser más alto, más fuerte, más exitoso, no puede llorar. En fin, tiene unas exigencias que, si yo fuera hombre, tampoco querría tener.
“Ser feminista me construye, aunque me pongan en un lugar de mala feminista», afirmó.
4. ¿Cómo están trabajando en el rodaje de la serie, qué nos podés adelantar?
Estamos trabajando muy intensamente y eso es agotador y muy difícil. La distancia, la diferencia horaria, el delay del sonido, las imágenes congeladas, todo hace que tengamos dificultades que en general no habíamos enfrentado en otros proyectos. Por suerte, como equipo, tenemos tantas ganas, fuerza y energía, que cualquier dificultad se sobrelleva.
Lo que puedo adelantar es que está quedando mejor de lo que soñé (y eso que no me quedo corta a la hora de soñar). Además de los actores principales que merecen un monumento en la plaza pública, participan muchos amigos de la vida laboral como: Diego Topa, Rosa Montero, Robertito Funes Ugarte, Sergio Maravilla Martinez y Guillermo Lobo, quienes se sumaron con tanto amor y generosidad que me emociono de solo pensarlo.
Como me costó tanto poder realizar la serie, el casting tuvo varias formas y etapas. El caso más divertido es el de Florencia Prada Duhagon, quien cuando le ofrecí el papel de Maru (una mujer desbordada por la maternidad) me dijo: “me encanta, porque no tiene nada que ver conmigo”. En ese momento estaba soltera y hoy está casada y tiene 2 hijas.
Empecé por gente que conocía y recomendaciones. Además de lo más convencional como puede ser que físicamente tuvieran ciertas características que hicieran creíble ponerle la piel a los personajes, buscaba un estilo de persona. Para mí fue importante que hubieran tenido la experiencia de producir, porque eso hace que sean más empáticos con respecto a las dificultades que enfrento día a día, pero también porque la distancia hizo que cada uno tuviera que “producir” algunas cosas, como trabajar directamente con las directoras de Arte y Vestuario. Otra cosa que evalué durante los castings, fue que los egos no estuvieran por sobre la historia que contamos y que fuera gente que pudiera trabajar en equipo.
5. ¿Qué te gustaría transmitir al público femenino?
Me gustaría transmitir otra idea de feminismo a hombres y mujeres por igual. En un mundo ideal la marca “Mujeres Alfa” resultaría completamente ridícula, porque en todo caso hablaríamos de “gente alfa”.
Creo que el feminismo tiene que ver con la libertad de la mujer. Si querés te depilás, si no querés no te depilás. Es tu cuerpo y sos una persona con inteligencia y autonomía, hacé lo que tengas ganas. También que, aunque algunos hombres perderán su impunidad en un mundo feminista, la mayoría de los varones disfrutarían de una igualdad que también los beneficia.
Recomendaría la serie porque es divertida. No tenés que ser feminista ni saber sobre feminismo para entenderla o divertirte viéndola.
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