Venezuela: Maduro ganó en 20 de las 23 gobernaciones, y la oposición quedó más complicada para las elecciones presidenciales de 2024
Las elecciones regionales en Venezuela consolidaron el poder territorial del gobierno de Nicolás Maduro, que se quedó con 20 de las 23 gobernaciones y le arrebató tres bastiones importantes a la oposición: Táchira, Mérida y Anzoátegui. El oficialismo también retuvo la alcaldía de Caracas (Libertador).
Maduro celebró la victoria oficialista: «Es impresionante la victoria (…) buenos triunfos que hay que resaltar», dijo rodeado de colaboradores en un mensaje transmitido al país.
Por su parte, la oposición recuperó Zulia, el estado más poblado del país, ganó en Nueva Esparta -integrado por Isla Margarita, un territorio tradicionalmente opositor- y en el estado de Cojedes, la sorpresa de las elecciones ya que es la primera derrota del chavismo en 20 años.
Se trata de un retroceso para la oposición que en 2017 -las últimas elecciones en las que participó-, se habían quedado con cuatro gobernaciones. A pesar de que para estos comicios decidieron cambiar de estrategia y competir -no se había presentado en las presidenciales de 2018 ni en las legislativas de 2020, allanando el camino para que el oficialismo se quede con la Asamblea Nacional, el último poder que le quedaba por controlar- la fragmentación y las diferencias entre sus principales figuras, complicaron las chances de una mejor performance.
Por otra parte, al no tratarse de elecciones generales, los venezolanos residentes en el extranjero (alrededor del 20% del padrón o unas 4.000.000 de personas que, en principio, serían una base clave para la oposición) no pudieron votar.
Henrique Capriles, que llamó a la población a participar activamente de los comicios, sólo tuiteó que haría un «necesario balance a los venezolanos», una vez que se tuvieran los resultados de todas las gobernaciones y todos los municipios y agradeció a los voluntarios por su trabajo durante las elecciones.
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Juan Guaidó, reconocido como presidente de Venezuela en 53 países, incluidos los de la Unión Europea y Estados Unidos, no hizo comentarios sobre los resultados, aunque horas antes había dicho que las elecciones no legitimarían la dictadura de Maduro. A diferencia de María Corina Machado -que calificó los comicios como una farsa y criticó a la UE por enviar una misión observadora por primera vez en 15 años- y de Capriles, Guaidó se mantuvo neutral y no se pronunció a favor ni radicalmente en contra.
El mal desempeño de la oposición podría impactar en la base de poder regional para disputar las elecciones presidenciales previstas de 2024 y complicar su posición frente al gobierno en las negociaciones de México, frenadas desde que Estados Unidos extraditó a Alex Saab -un empresario muy cercano al régimen y a Maduro-, por lavado de activos.
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Además de la fragmentación de la oposición, estas elecciones también se caracterizaron por la mayor abstención de los últimos años: sólo votó el 41,8% del padrón (8,1 millones de personas de un padrón de más de 20 millones). El oficialismo habría obtenido menos de 5 millones de votos.
Más de 3000 cargos, entre gobernaciones, alcaldías y concejos municipales, se pusieron en juego este domingo. Se trató del primer test electoral entre el oficialismo y la oposición, tras cuatro años de abstención ya que los críticos de Maduro consideraban que no estaban dadas las condiciones democráticas.
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