Sin retenciones ni dólares: un sector esquivó las retenciones pero ahora sufre un efecto inesperado
La quita de retenciones a las exportaciones en el segmento más importante del negocio de la carne no termina de lograr el efecto deseado. El contexto internacional genera que hoy el negocio no sea tan rentable, y la medida, esperada por el sector, no genera un cambio importante. A raíz de esto, los frigoríficos comenzaron a recortar jornadas laborales.
Las exportaciones de carne bovina mostraron en julio una baja de 4,9% en cuanto al volumen (casi 56.000 toneladas) y respecto de junio, aunque se dio una mejora en cuanto a los precios obtenidos, de 2,9%, lo que permitió sumar u$s 226,6 millones. Y ante esto, ya hay recortes en las jornadas laborales de los frigoríficos.
De acuerdo con los datos que maneja el Consorcio ABC -que agrupa a los frigoríficos exportadores-, los números no son positivos si la comparación se realiza contra julio del año pasado. Allí se observa que la cantidad de carne bovina que se envió al exterior se retrajo 16,1%, al tiempo que también hubo una merma importante en cuanto a los precios que se pagaron, con una caída de 18%.
Los movimientos negativos también se observan si se analiza el comportamiento de los primeros siete meses de este año. En el acumulado de ese lapso se registraron ventas al exterior de carne bovina refrigerada y congelada por 430.100 toneladas peso producto; por un valor de aproximadamente u$s 1.649,5 millones.
Con relación al mismo lapso de 2023, los volúmenes exportados fueron un 8,8% superiores, aunque la baja de los precios internacionales llevó a que se diera una merma de 1,9% en el valor que representó ese monto.
En cuanto al movimiento de precios internacionales, el valor de exportación de carne bovina refrigerada y congelada fue en julio último de u$s 4.045 por tonelada. Este valor resulta un (+8,3%) superior al obtenido en junio último; y sin embargo resulta un (-2,3%) más bajo que el precio medio de julio de 2023, de u$s 4.138 por tonelada.
En los últimos años se observa una persistente tendencia a la baja de los precios en los principales destinos desde mayo de 2022 en adelante. Y los u$s 4.045 promedio por tonelada de julio, se ubican más de u$s 2.250 por tonelada por debajo de los máximos registrados en abril de 2022.
Cambio de condiciones
En medio de todo esto, a partir de agosto comenzaron a regir nuevas reglas en cuanto a las condiciones para la exportación de carne. En el caso de los productos que van a China -que se lleva el 70% de la producción local de este segmento, en particular de la categoría como «vacas», cortes o calidades no consumidas en la Argentina – las retenciones desaparecieron y eso llevará alivio a la cadena ya que mejorarán su rentabilidad.
En tanto, para el resto de los cortes -los de novillo o novillito, por ejemplo, consumidos en la Argentina- también hubo una buena noticia, que tiene que ver con la baja de las retenciones del 9% al 6,75%.
«China es hoy el principal destino de exportación y así también quedó reflejado en julio como en el acumulado de los primeros siete meses del año. En el último mes se embarcaron hacia ese país 11.800 toneladas de carne con hueso y huesos bovinos producto de la despostada, por un valor de u$s 15,4 millones, y cerca de 26.000 toneladas de carne bovina deshuesada, equivalentes a u$s 84,4 millones», destaca el Consorcio ABC.
China representó el 67,5% de los volúmenes exportados en julio y el 74,8% del acumulado en los primeros siete meses el año, y el problema se volvió a dar en los precios. El gigante asiático pagó en julio último la tonelada de carne sin hueso u$s 3.243 por tonelada, muy por debajo del máximo de u$s 5.900 de mayo de 2022.
La problemática que viene ahora según entienden tanto productores como frigoríficos es que hoy la oferta de ganado no es tan importante. En parte esto tiene que ver con los bajos precios, y en parte con que la sequía del año pasado ocasionó una baja en la producción bovina.
«Hoy el productor vende a desgano, pero obviamente no le queda otra. Cuando la vaca está para vender, hay que hacerlo; no queda opción», sostienen los productores. Según calcula el sector, todo esto llevará a que este año se alcancen exportaciones por cerca de 800.000 millones de toneladas, contra el promedio de 1000 millones de toneladas que se suelen alcanzar.
Lo que sí obliga a sumar exportaciones es que a la baja de los precios externos se da una baja constante en el consumo interno, por lo que hoy las ventas al exterior se quedan con el 27% de la producción, contra el habitual promedio de 23%.
Esto genera, además, que en algunos frigoríficos se estén dando situaciones particulares, que de algún modo se replican en otras industrias. Al haber un menor ritmo de venta de animales, los establecimientos dispusieron que se trabaje un día menos.
Lo que se podría desprender de este escenario es que no se termine por aprovechar la anulación de las retenciones dispuestas para el caso de la categoría vacas. En total, los frigoríficos exportadores venden al exterior cerca de u$s 3000 millones al año, que con el esquema que hasta este mes tenía vigencia dejaban el 9% en concepto de retenciones, es decir que llegaban al Estado unos u$s 270 millones).
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