¿Qué fue el blindaje?, el recuerdo de promesas difíciles de cumplir
Con el ministro de Economía, Sergio Massa, como precandidato presidencial del oficialismo; el economista y jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en carrera a la Casa Rosada por la principal alianza opositora; y el también economista y diputado nacional Javier Milei como aspirante al sillón de Rivadavia por una de las fuerzas con mayor intención de voto en las encuestas; no es ilógico que la economía sea un tema central del debate político por estos días.
Particularmente, ante la proximidad de las elecciones primarias y con el país pendiente de la negociación con el Fondo Monetario Internacional, la escasez de dólares, la evolución de los precios, los salarios y la actividad, entre otros temas.
Sin embargo, apelar a una terminología asociada con malos momentos de la historia económica argentina para plantear una solución a un problema presente, no suele ser una estrategia recomendada por los asesores de campaña para un postulante que pretende alcanzar la Presidencia.
José Luis Machinea anuncia el blindaje en la quinta de Olivos
Salvo aquellos jóvenes que este año participen por primera vez de una elección presidencial, todo votante que haya vivido en el país a comienzos de este milenio tiene aún frescas las dificultades que precedieron a la caída del gobierno de Fernando de la Rúa. Tiempos en los que retumbaban términos que marcaron a la gestión económica de la Alianza, tales como «corralito», «megacanje» y uno que los antecedió, el «blindaje», vuelto a poner sobre la mesa hoy por una integrante de aquel gobierno, la ex ministra y actual precandidata presidencial Patricia Bullrich.
Qué fue el blindaje
El blindaje se trató ni más ni menos que de uno de los tantos programas de asistencia negociado con el FMI, en medio de la crisis marcada por la renuncia del vicepresidente Carlos Chacho Álvarez, la fuerte salida de depósitos, el alto endeudamiento y una convertibilidad que crujía.
Fue anunciado el 18 de diciembre de 2000, cuando José Luis Machinea tenía aún a su cargo el Palacio de Hacienda y estuvo compuesto por u$s 13.700 millones aportados por el Fondo, u$s 2500 millones por el Banco Mundial, otros u$s 2500 millones por el BID, u$s 1000 millones más por España, u$s 10.000 millones por un grupo de bancos privados, u$s 3000 millones por las AFJP y u$s 7000 millones por operaciones de canje de deuda. Es decir, casi u$s 40.000 millones, cifra cercana a la que hoy se le debe al FMI.
«Si ahora se aprovecha este impulso positivo se va a ver reflejado rápidamente en la baja de las cifras de la desocupación», se entusiasmaba por entonces Bullrich, que tenía a su cargo el Ministerio de Trabajo. Pero la historia mostró otro final para aquella película.
La situación empeoró, el blindaje duró un suspiro y un año después de anunciarlo, el propio De la Rúa debió dejar el poder, algo que se encargó de recordar en las últimas horas Rodríguez Larreta, como parte de la pulseada interna que mantiene con la titular del PRO. Y a lo que no escapa siquiera el diputado nacional Luciano Laspina, asesor de Bullrich hoy y de la Secretaría de Política Económica en aquellos días de 2001, aunque plantea la necesidad de otro respaldo financiero del Fondo para levantar el cepo y sostener un programa de reformas.
Solo el resultado de las urnas permitirá saber si las palabras pronunciadas hoy por los candidatos, aunque generen recuerdos indeseados, terminan en acciones concretas y efectivas. Pero con o sin campaña, es necesario revisar el pasado para proyectar un mejor el futuro.
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