«Números malos»: la baja siembra de trigo enciende alertas, del precio de pan al ingreso de dólares
Las condiciones climáticas y las dudas sobre la rentabilidad en el mercado local motivaron el recorte de las proyecciones de intención de siembra de trigo que relevan tanto la Bolsa de Cereales de Córdoba como la de Buenos Aires.
Según la entidad mediterránea, la intención de siembra de trigo en la provincia se ubica para la campaña 2024/2025 en 809.000 hectáreas. Así, estiman la menor superficie sembrada en 11 campañas en la provincia.
Si bien resta mayor definición de las lluvias otoñales, la rentabilidad esperada para el trigo más el precio vigente dificultan que se vea un ayuntamiento en la superficie.
En el mismo sentido alertaron desde Rosario que los fuertes episodios de lluvias recientes, que estiman que tendrán efecto sobre la soja, aumentan las reservas de humedad de la tierra hacia la campaña de trigo, aunque la expectativa del fenómeno de la Niña puede traer largos períodos de sequedad.
El trigo, clave para el precio interno del pan y con margen para la exportación
Desde Córdoba puntualizaron a El Cronista que, entre las causas del recorte de la siembra, el 60% están vinculadas a cuestiones de humedad del suelo o pronósticos climatológicos, mientras que más del 30% se relacionan con cuestiones de costos y rentabilidad. Señalaron además que otro de los factores que deben tenerse en cuenta y que aún no fueron medidos es el impacto de la chicharrita, ya que consideran que si un productor pierde rentabilidad por el daño del maíz que están cosechando en estos días, el productor puede no avanzar en la siembra de la fina.
Algo similar puntualizaron desde la entidad bonaerense: si bien las condiciones agro climáticas son favorables, la expectativa por la Niña y los costos elevados de los insumos sobre la rentabilidad del cereal presionan sobre las expectativas. En este caso, la superficie sembrada se ubicaría en 5,9 millones de hectáreas, un 6,9% por abajo del promedio de las cinco campañas anteriores.
Actualmente el precio por tonelada se aleja de su máximo alcanzado en 2022 y opera en torno a los 212 dólares la tonelada, un 32% menos que en abril del año pasado y un 14% menos que el promedio operado en los últimos 5 años.
En Argentina, desde principios de marzo el precio FOB se ha recuperado y alcanzó los 230 dólares por tonelada. Por el lado de los insumos, los más importantes, como la urea y el fosfato diamónico registraron subas en comparación a los precios del año anterior.
«El número está ajustado», dijo el analista de Romano Group, Salvador Vitelli, en una charla organizada por el centro de capacitación agropecuaria Agroeducación: «Los perfiles de la lluvia entusiasman a hacer la fina, pero los números están malos. Alguna recomposición sería buenísimo con quita de retenciones, para apuntalar las expectativas. Pero si uno mira los números en concreto, no da para ir hacia fina. Va a ser más por pasión que por una lógica racional».
El Gobierno lanzó en las últimas dos semanas una serie de incentivos para recortar los costos de los insumos, tanto de los herbicidas como de fertilizantes nitrogenados.
Desde la Bolsa de Buenos Aires señalaron que los herbicidas, que sufrirán una baja de arancel significativa, solo representan el 18% de la estructura de costos, mientras que los fertilizantes que tendrán un recorte menor, son el 33% del costo.
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