Los tipos de calzado que un podólogo recomienda no usar nunca más aunque se sientan cómodos
Tus pies son la base que sostiene todo tu cuerpo, y aunque algunos tipos de calzado puedan parecer perfectos, no todos son adecuados para mantener su salud a largo plazo.
Un especialista advierte que ciertos zapatos, aunque inicialmente cómodos, pueden generar problemas serios. El podólogo Héctor Alonso explica que no usar nunca esos modelos es clave para evitar molestias y complicaciones en el futuro.
A continuación, te contamos cuáles son los modelos de calzado que conviene erradicar de la rutina diaria, según el portal Alimente+.
Crocs: demasiada flexibilidad para tu pie
Los Crocs se destacan por su ligereza, lo que los hace parecer una opción cómoda. Sin embargo, este tipo de calzado puede ser un verdadero riesgo, sobre todo para quienes tienen pies más flexibles o son propensos a torcerse el tobillo.
Su suela blanda junto con su inestabilidad, obliga al pie a realizar movimientos no naturales. Al caminar, los músculos y tendones se ven forzados a trabajar más de lo normal, lo que puede generar fatiga y dolores.
Si intentas mantener el equilibrio sobre una sola pierna usando Crocs, notarás lo difícil que es. Esto refleja lo inestable que es este calzado, por lo que su uso continuo podría derivar en problemas de movilidad o incluso lesiones.
Sandalias sin sujeción adecuada: la causa de tropiezos y deformaciones
Las sandalias sin sujeción adecuada pueden parecer una opción veraniega cómoda y fresca, pero son perjudiciales para la salud de los pies. Este tipo de calzado, que no se ajusta correctamente al pie, obliga a los dedos a agarrarse para mantener el zapato en su lugar.
Con el tiempo, esto puede causar deformaciones como los dedos en garra. Además, la forma en que se camina con sandalias sueltas puede ser ineficiente, ya que no permite levantar los pies correctamente, lo que aumenta el riesgo de tropezones y caídas.
Es fundamental optar por sandalias que brinden un buen ajuste y sujeción para evitar estos inconvenientes.
Zapatos flexibles y sin cordones: comodidad peligrosa
Aunque los zapatos sin cordones pueden resultar prácticos, especialmente para quienes buscan rapidez, en realidad no ofrecen el soporte necesario para una caminata estable.
Este tipo de calzado, si es excesivamente flexible, no proporciona un buen apoyo al tobillo, lo que lo convierte en una opción peligrosa, sobre todo para personas mayores o con problemas de equilibrio.
A diferencia de los zapatos con cordones, que mantienen el pie firme y en su lugar, los modelos sin ajuste permiten movimientos excesivos, lo que aumenta el riesgo de lesiones.
Consejos para elegir el calzado adecuado
Es crucial priorizar un calzado que brinde soporte y estabilidad para evitar complicaciones a futuro. Para asegurarte de que tus pies reciban el soporte adecuado, es importante considerar ciertos aspectos al elegir tu calzado:
- Optá por zapatos con suela firme, pero flexible en la parte delantera, lo que permitirá que el pie se mueva de forma natural.
- Asegurate de que el talón esté bien sujetado y que el calzado mantenga el pie en su lugar con un sistema de ajuste como cordones o abrojo.
- Si tenés dudas sobre qué calzado elegir, es recomendable consultar con un especialista que pueda orientarte según tus necesidades y estilo de vida.
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