Los negocios, con el GPS ultra exigido
Argentina inició una nueva etapa, con un presidente que anticipa un liderazgo muy distinto a lo que conocimos hasta el domingo, que propone otro diálogo con la política, que promete cambiar de raíz algunos preceptos de esa cultura y que, esta semana, anunció un inédito ajuste de gastos y una drástica devaluación que nos impacta a todos y nos obliga a revisar hasta las previsiones más recientes.
El denominador común que nos identifica, seamos startups, pymes o grandes empresas, produzcamos bienes o servicios es la necesidad imperiosa de estabilizar la economía, de encontrar un ancla en esta deriva, y que tracemos, después, una trayectoria con un horizonte de crecimiento. Esta es la condición necesaria, nada de la agenda estructural podrá tomar sentido sin los cimientos de este primer y vital escalón.
En este sentido, los primeros meses de gestión de Milei serán determinantes, en un contexto donde el resultado que pueda lograrse será lo más parecido a una «solución de esquina», esto es, sale bien o sale mal, sin medios tonos.
La voluntad mayoritaria de cambio, las correcciones macro impostergables y un panorama de oportunidades 2024 para Argentina nos permiten asignarle al «sale bien» una probabilidad de ocurrencia. Sin embargo, la cantidad de «frazadas cortas» con el que debe iniciarse la secuencia, rápidamente nos advierte de la precisión quirúrgica que deberá tener el plan.
Ese plan de estabilización debería comunicarse pronto para ver qué luz asoma luego de los difíciles pasos que ya comenzamos a transitar. La historia reciente nos ofrece un aprendizaje que no podemos ignorar a la hora de abordar las correcciones. Qué va primero y qué después, cuánto de shock y cuánto de gradualismo, cómo construyo una narrativa que habilite los consensos y mantenga el apoyo mayoritario.
Muchas tensiones se conjugan en la pregunta clave: ¿qué tolerancia tendrá la sociedad para atravesar estos meses? No sólo de quienes hoy son opositores, sino también de aquellos que habiendo votado al ganador y estén convencidos sobre el rumbo definido, no cuentan con las condiciones materiales para tolerar los sacrificios.
Recalculando: una nueva economía cambia la estrategia de negocios. En el escenario «sale bien», el 2024 estará signado por dos etapas bien marcadas desde lo macro, que influirán en las decisiones estratégicas y en la dinámica de los negocios. Un primer semestre de impacto, cambio de precios relativos, mercado reprimido, aunque abierto a oportunidades spot. Este contexto obligará a gestionar en la «convulsión».
Una segunda mitad de año de readaptación, con un panorama más claro a nivel de actividad, precios y mercado y ´con expectativas de que la «normalización» dinamice el consumo.
El nuevo ciclo complejiza la agenda de negocios, que después de cuatro años deberá empezar a atender aspectos aletargados necesarios para operar en una economía más abierta y con menor injerencia del Estado. Todos, para bien o como desafío, deberán revisar todo lo que venían haciendo y, hacerlo distinto.

Los retos estarán puestos en el manejo de la transición para el posicionamiento de las empresas en un contexto que requiere de ingeniería financiera, pero también, lectura del mercado poniendo foco en cobertura de riesgo, reconfiguración de porfolio de productos, manejo de deuda comercial, nuevo armado de estructuras de costos, negociación de contratos, estrategias defensivas en mercado interno y de inserción en nuevos mercados y gestión de capital humano.
Este menú de acciones será clave para no perder competitividad y alistar a las compañías a las nuevas reglas de juego.
Cada empresa es única e irrepetible, pero hay ejes que permiten un primer reconocimiento a nivel sectorial. En este mapa detectamos a los sectores inmunes, aquellos que crecieron a pesar de la macro, (minería, oil & gas y economía del conocimiento). El ordenamiento macro y la estabilidad jurídica y tributaria les puede abrir una ventana de oportunidad para acelerar inversiones demoradas por las condiciones actuales. Por su lado, el agro tendrá un efecto rebote luego de la durísima sequía que padeció este año.
Los de consumo masivo, alimentos y bebidas operarán sin «precios justos y podrán descomprimir el manejo de costos, pero tendrán que ad- ministrar volúmenes de ventas en un mercado deprimido. Los sectores amenazados por falta de insumos (movilidad, industria, químicos, textil, repuestos) que incrementaron su deuda comercial deberán gestionar los flujos, aunque aparentemente en un mercado más flexible, y renegociar sus stocks con el nuevo instrumento del BCRA.
Los que venían protegidos por un mercado cerrado que ahora irá hacia una apertura comercial, tendrán que iniciar una transformación inevitable y trabajar sobre su competitividad, es el caso de indumentaria, calzados y juguetes, entre otros.
Los que crecieron en share por falta de oferta importada como movilidad, electro, línea blanca, y consumo masivo, en los que la demanda compraba lo que la oferta proveía con la apertura del comercio, tendrán el desafío de sostenerse en un nuevo mercado, que seguramente rearme su porfolio de productos, pero además contraído por la caída del salario real y la presión del sinceramiento de precios relativos.
El gran sector en jaque es la construcción ante un nuevo modelo de obra pública donde solo financiará el privado porque el Estado no tiene plata. Acá el gran interrogante será la disponibilidad de financiamiento y su costo, entender cómo quedan los contratos otorgados e iniciados que deberán moverse con una alta restricción presupuestaria. Esto impactará negativamente en la actividad, que es una de las principales generadoras de mano de obra.
En definitiva, en pocos días iniciaremos un nuevo año diferente, ante un panorama extremadamente desafiante para quienes lideramos las empresas y tomamos decisiones de negocios. Será clave nuestra capacidad a la hora de tomar decisiones y ejecutarlas rápidamente, sumar los elementos que nos presenta la realidad día a día, recalcular escenarios, ser creativos y no claudicar frente al duro camino que nos toca transitar. Porque, esperemos, puede salir bien.
https://www.cronista.com/columnistas/los-negocios-con-el-gps-ultra-exigido/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.cronista.com/columnistas/los-negocios-con-el-gps-ultra-exigido/