Ley ómnibus y DNU: uno por uno, los ganadores y perdedores del nuevo mapa económico
Los revendedores de entradas para eventos deportivos tendrán un marco legal para desarrollar su actividad a precio libre, pero no son los grandes ganadores del combo de reformas que el presidente Javier Milei pretende implementar con el DNU 70/2023 y el proyecto de ley ómnibus que envió al Congreso. La desregulación económica beneficiará, sobre todo, a las grandes empresas hidrocarburíferas y mineras y a las fintech.
En cambio, sectores dependientes de marcos normativos que se derogan, como el pesquero, se cuentan entre los perdedores. La industria manufacturera, en general, y las pymes en particular, también afrontarán desafíos.
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El proyecto de ley ratifica, en ese sentido, los preceptos del DNU que la Asociación Empresaria Argentina (AEA), la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Cámara Argentina de Comercio (CAC), entre otras, respaldaron.
La industria
Buena parte de la amplísima cartera de asociados a la UIA se llevaría la peor parte. Las exportaciones manufactureras pagarán 15% de retenciones, mientras que hoy tributan 4,5% los insumos básicos, 3% los insumos elaborados y hasta 0% los bienes finales (la industria automotriz, por el incremental exportado).
Esa propuesta (con potestad al Ejecutivo para mantenerlas hasta el 9 de diciembre de 2027) se suma a las derogaciones de la ley de Compre Nacional y el programa de Desarrollo de Proveedores del DNU. Este último permitía articular un entramado pyme para abastecer a sectores estratégicos, como el litio.
La industria del tabaco, además, pagará más impuestos internos. Las grandes farmacéuticas advierten que la liberalización del DNU promoverá la importación de genéricos de India y China.
Agro y pesca
El agro se quejó por la suba de retenciones al trigo, el maíz y el girasol, entre otros que tributarán 15%. Las cerealeras, por la equiparación de los derivados de la soja al 33% del poroto. El Consejo Agroindustrial, que encabeza la industria agroexportadora, manifestó «preocupación». El combo DNU / proyecto de ley quita restricciones a la compraventa de tierras y flexibiliza los supuestos ambientales para deforestar. El sector azucarero deberá competir con importaciones.
La pesca (también gravada con 15% de retención) se anota entre los perdedores. El proyecto de ley flexibiliza el ingreso de buques de bandera extranjera y el origen de la mano de obra, lo que podría dar lugar a empleo precarizado, advierten en el sector. Se promoverán licitaciones internacionales de permisos de pesca.
Petróleo y minería
Las exportaciones de hidrocarburos seguirán tributando 8%, al igual que las de la minería. Si bien puede interpretarse como un incentivo a dos sectores estratégicos, el contraste con el impuesto a la exportación de productos elaborados es notorio.
La minería, además, se vería beneficiada por cambios en la ley de glaciares. En el sector destacan que el capítulo que promueve estabilidad fiscal y jurídica para grandes inversiones beneficiará a proyectos listos para hundir capital.
El sector hidrocarburífero, además, tendrá libertad absoluta para importar, exportar y definir precios, que tenderán a las paridades internacionales. «YPF venderá crudo a paridad de exportación (20 dólares más caro que el barril ‘criollo’) y naftas a paridad de importación (entre 50 centavos de dólar y un dólar de aumento por litro)», interpretó el especialista de la consultora Paspartú Juan José Carbajales. Se eliminará la preferencia para empresas públicas en las licitaciones.
«El plan energético va en la dirección correcta. En líneas generales, son buenas medidas para fomentar la inversión en el sector», analizaron en una petrolera.
Todavía debajo del radar, la apertura a privatización de empresas públicas puede ser una gran oportunidad para las grandes corporaciones privadas del sector. Según cuentan en el sector, ya hay interesados en YPF Luz.
El proyecto de ley para incentivar grandes inversiones (RIGI) incluye estabilidad tributaria y acceso libre a divisas a quienes hundan capital para impulsar el GNL, algo en lo que trabajaba también el gobierno de Alberto Fernández.
Fintech
Las fintech son otros grandes ganadores del cambio económico que quiere impulsar La Libertad Avanza, en perjuicio de los bancos (que tendrían vía libre para cobrar comisiones a comercios por tarjetas de crédito).
El DNU habilitó a recibir «cuentas sueldo», aunque las billeteras no tienen el marco regulatorio de los bancos, que deben presentar balances y requerimientos de capital al Banco Central. Sin reglamentación de la autoridad monetaria, los depositantes, tentados por las cuentas remuneradas, podrían quedar desprotegidos ante situaciones de iliquidez.
Las fintech se llevan dos medallas más en el proyecto de ley. Seguirán pagando retenciones 0, como fija la ley de Economía del Conocimiento, que, además, promueve al sector con desgravaciones impositivas que no se modifican. Pero, además, la liberalización del mercado de seguros (aunque con inscripción previa como oferente) abrirá el juego para que entren en un sector en el que Mercado Libre ya ofrece productos y pelea tanto con las grandes firmas como con los productores.
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