Las líneas internas que expusieron la resistencia de los gobernadores a la Ley Ómnibus
Los gobernadores, intendentes y diputados del PRO no encuentran todavía un lugar cómodo para su vínculo con el Gobierno. Es el que partido más afín a las propuestas de cambio, dispuestos a pagar los costos simbólicos de las medidas más polémicas, no tienen interlocutores que consideren seguros ni en el Gabinete ni en Diputados.
Es que en la Casa Rosada no siempre los vientos soplan para el mismo lado y, de repente, quienes antes conversaban, dejan de atender el teléfono. Se supone, ahora, que porque no contaban con el suficiente respaldo en momentos definitorios para impulsar las decisiones.
Es por ejemplo el caso del ministro del Interior, Guillermo Francos, encargado hasta hace algunos días de escuchar demandas y trasladarlas a la mesa chica del Gobierno, hasta que fue tomado por algunos funcionarios como vocero de la oposición en la Rosada, según trascendidos. Hasta corrieron rumores de renuncia.
Lo aceptó en la conferencia de prensa el vocero presidencial Manuel Adorni, quien ante la pregunta del periodista de Radio Ciudad, dijo que «esos son rumores, no hay internas en el Gobierno».
Otros voceros fueron por el mismo camino. «Francos estuvo trabajando con total normalidad hoy en la reunión de Gabinete», admitió el secretario de Comunicación y Medios, Eduardo Serenellini. E incluso comentó lo que sin dudas ya pocos esperaban en el PRO: que los ministros estaban dispuestos a asistir a las comisiones con sus equipos técnicos para aclarar todo lo que fuera necesario, incluso el capítulo de pesca, donde finalmente se reconoció que los cambios serán necesarios.
En palabras de Adorni en la conferencia de prensa: «tal vez pueda corregirse algún punto que sea controversial». Serenellini fue todavía más allá: «Todo se hará con diálogo».
Había pocas esperanzas en el PRO
Todavía más. El miércoles el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, llamó a la privada de Francos y pidió reunirse con él para explicarle el porqué de la negativa del PRO a apoyar el capítulo Pesca de la ley ómnibus tal como se estaba presentando.
Lo hizo al solo efecto de mostrar buena voluntad con el Gobierno, ya que tenía pensado mantener varias reuniones con empresarios pesqueros con plantas en las distintas provincias y hacerlo trascender. No quería moverse sin avisar que recibiría en la Casa del Chubut al presidente de la Asociación para el Desarrollo de la Pesca Argentina, a los directivos de Newsan, al Grupo Solimeno, al Grupo San Isidro, al Moscuzza y al Iberconsa.
Sorprendentemente, de la privada del ministro lo llamaron para acordar un encuentro con Francos que se realizaría al mediodía del día siguiente, por ayer. El ministro avisó que también invitaría al intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, quien hizo críticas en sucesivas declaraciones públicas. Torres dijo que hablaría en nombre de los gobernadores de Neuquén, Tierra del Fuego, Río Negro y Santa Cruz, que son los que emitieron a principios de esta semana el duro comunicado contra los cambios a la ley de pesca.
Hasta entonces, en el PRO estaban convencidos de que el vínculo estaba roto y hasta anticipaban: «UCR, Cambio Federal y el PRO votan en contra todo el capítulo pesca». Y amenazaban con extender la disidencia a otros capítulos de la Ley Ómnibus, aunque temerosos de ser considerados como «la casta que se niega a cambiar», ese mismo día el bloque que preside Cristian Ritondo hizo una reunión donde públicamente se decidió apoyar el envío que hizo el Gobierno.
«La verdad es que lo hicimos sin analizar todos los artículos. Son más de 600, apenas llegamos a 200, y ahora hay que ponerse a trabajar en las comisiones, una tarea que no será fácil, porque la ley tiene cabecera en Legislación General, que será presidida por un diputado de La Libertad Avanza sin experiencia política que ni siquiera es abogado (sería propietario de una estación de servicio de las denominadas blancas, no alineada con ninguna compañía petrolera)», dijo una fuente destacada del bloque PRO en Diputados.
En el PRO, como está claro, hay distintas líneas. Los que llegaron a Diputados en la lista de Patricia Bullrich (Damián Arabia, Silvana Giudice, Sabrina Ajemechet, por nombrar algunos), actúan casi como si fueran de LLA.
Luego están los que se posicionan más cerca de los gobernadores (Martín Maqueyra, por ejemplo), los que están cerca de Mauricio Macri (Cristian Ritondo y Martín Yeza) y los que responden aún a Horacio Rodríguez Larreta (Alvaro González). No todos piensan igual y, aunque aseguran quieren «acompañar», el compromiso que tienen con la Rosada es distinto.
Al concluir la conferencia de prensa de Adorni, el equipo de Comunicación del Gobierno envió el comunicado habitual. «Adorni adelantó que el Gobierno está abierto a dialogar por las modificaciones a la ley de pesca», fue el título. Y en el texto se precisaba que «estamos abiertos al diálogo y a corregir eventuales errores».
Luego tuvo lugar la reunión de Francos con Torres y Montenegro y la ratificación de la voluntad de cambiar el texto original de la línea dialoguista del Gobierno le ganó a la intransigente. Por lo menos por estas horas. Veremos cómo sigue la película de la implementación del programa de Javier Milei, el más ambicioso de hace varias décadas y el más débil en materia legislativa.
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