La salida es para adentro
En estos tiempos inciertos, el dólar sube y parece que nuestras emociones bajan. Es fácil sentirse abrumado por el caos y la incertidumbre que nos rodea. La vida parece cada vez más compleja y la ansiedad nos acompaña como una sombra constante. La mochila pesa cada día un poco más. Sin embargo, es importante recordar que a menudo la salida de nuestras dificultades no se encuentra en el exterior, sino en nuestro interior.
Aprovechando la moda estoica de revivir pensamientos filosóficos que aplican perfectamente al hoy más allá de los años, uno de los grandes exponentes del estoicismo Epicteto decía: «No son las cosas en sí mismas las que nos perturban, sino nuestras opiniones acerca de las cosas». En otras palabras, la forma en que interpretamos los acontecimientos que nos rodean es lo que determina nuestra respuesta emocional a ellos. Podemos elegir ver las dificultades como oportunidades para crecer y aprender, o podemos permitir que nos abrumen y nos paralicen. «No somos lo que nos pasa, somos lo que hacemos con eso que nos pasa».
La filosofía estoica nos enseña a cultivar la serenidad en medio de la adversidad, a través de la práctica de la autodisciplina y la aceptación de la realidad tal como es. Podemos elegir ver la vida como una lucha constante, siempre vamos a encontrar motivos, o podemos aceptar que no podemos controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor y centrarnos en lo que sí podemos controlar: nuestra propia respuesta ante los acontecimientos. No podemos controlar el dólar, podemos controlar la queja, el enojo, nuestros gastos, la rabia, etc.
Entonces, desde la sensación de estar en un pozo, la pregunta es: ¿Qué podemos hacer para sentirnos mejor?
La respuesta es simple: enfocarnos en nosotros mismos, hacer cosas para vos. Cuando nos tomamos el tiempo para cuidar de nuestra propia salud mental, física y emocional, de a poco nos empezamos a sentir mejor. Leer esta columna es un buen primer paso.
Acá algunos trucos para mirarte mejor:
¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo que te gustaba? Sin obligación, con tiempo y sin responsabilidad. Lo que extrañes hacer, volvé a hacerlo.
Agradece. El poder de decir «gracias» esta subestimado. Agradecer, es poderoso y te ayuda a centrarte en las pequeñas cosas.
Aprende algo nuevo. El aprendizaje es una forma poderosa de crecimiento personal.
Cuida tu cuerpo. El ejercicio, la buena alimentación y el sueño adecuado son fundamentales. Date la mejor nafta.
Rodéate de personas positivas. Las personas con las que pasamos tiempo pueden tener un gran impacto en nuestro estado de ánimo y bienestar.
Estas son solo algunas ideas para empezar a enfocarte en vos mismo y sentirte mejor. Recordá que el cuidado personal no es egoísta, es esencial.
Al final, es nuestra respuesta ante las dificultades lo que define quiénes somos y lo que somos capaces de lograr, y eso sólo depende de nosotros.
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