El Cronista @cronistacom: La política y el futuro de Boca en juego en las elecciones que cierran 2023

La política y el futuro de Boca en juego en las elecciones que cierran 2023

Una elección que se avizora polarizada, con un final cerrado, que podría definirse por pocos votos, en donde ambos contendientes van por todo y se sienten confiados para lograr el triunfo. Pero que no será el 19 de noviembre, día de la segunda vuelta para elegir presidente, sino el 2 de diciembre. Esa es la fecha elegida para que los socios de Boca Juniors concurran a las urnas para elegir quiénes serán las autoridades que comandarán los destinos del club durante los próximos cuatro años.

Son alrededor de 98.000 las personas habilitadas para ejercer el sufragio, pero se espera que concurran alrededor de la mitad. Una cifra muy alta para la vida política de un club de fútbol, pero que parece pequeña si la ponemos en perspectiva respecto a la influencia que pueda tener. Es que unas 50.000 personas -algo así como la mitad de las que votan para un municipio pequeño del conurbano bonaerense- definirán la elección de un lugar que ofrece poder y una gran vidriera.

Y nadie lo ha experimentado mejor que Mauricio Macri. El expresidente de la Nación había catapultado su popularidad en Boca durante su gestión entre 1995 y 2008 y pareciera que quiere reencontrarse con ese lugar de confort. Mientras brinda todo su apoyo para que Javier Milei derrote a Sergio Massa, el tandilense ultima detalles para lanzarse de lleno a la política del club.

No será candidato a presidente, sino a vice. Encabezará la lista Andrés Ibarra, hombre de su riñón, que fue gerente general del club y ministro de Modernización de la Nación, en ambos casos con Macri como jefe. Ayer, el exmandatario y su ladero oficializaron la fórmula, un día antes del cierre de listas, con un llamado a derrotar al oficialismo.

Es que así como los oficialismos suelen tener ventajas en la política nacional o local, lo mismo sucede en los clubes de fútbol. Por eso, no fue fácil derrotar al macrismo en La Boca, que siguió hasta 2019. Allí, la figura de Juan Román Riquelme, uno de los máximos ídolos, fue determinante.

De esa forma, Riquelme se convirtió en vice y Jorge Ameal en presidente. Pero para los próximos comicios no está clara cuál será la oferta electoral. Se especula con que el exfutbolista pueda llegar a encabezar la fórmula, aunque por el momento nadie se anima a dar una confirmación. También hay otros dos nombres de peso que se mencionan para integrar el tándem. Uno es Ricardo Rosica, actual secretario general del club y de buen vínculo con Riquelme. El otro es Agustín Vila, directivo de América e hijo de Daniel Vila.

La relación de ‘Román’ con Sergio Massa no es nueva ni desconocida. Y, en este contexto, es esperable que se fortalezca, ya que ambos tienen en Macri un adversario de cara a sus elecciones. Y eso se espeja del otro lado: Macri y Milei no solo están en sintonía en la economía o la política nacional, sino también en la vida del club. El economista reconoció que era hincha de Boca, pero que dejó de serlo en la última etapa de Riquelme jugador, ya que consideró su regreso como un «acto populista».

Milei llegó a reconocer que hasta se transformó en anti-Boca por culpa de Riquelme y de Fernando Gago, otro de sus apuntados. Luego del acuerdo político, Macri contó que hablaron de Boca y que pidió que se involucrara para que derrotara a la administración actual.

«Somos el club que más ganó en estos cuatro años, jugamos todas las finales, venimos de jugar la final de la Copa Libertadores, debutaron 34 chicos en primera división, tenemos 28 millones de dólares a favor en la caja y el año que viene debemos cobrar entre 13 y 14 millones más por las ventas de (Alan) Varela y (Luis) Vázquez», explicó Riquelme en una entrevista a Radio 10, a días del cierre de listas.

El vicepresidente segundo y cabeza del Consejo de Fútbol recordó que el Gobierno anterior de Daniel Angelici, socio político de Macri, «entregó el club con deuda en 2019», una situación revertida por la Comisión Directiva de Jorge Ameal en un contexto complejo. «Comenzamos con un año y medio de pandemia, durante ese tiempo no se cobraron los abonos, en los tres años posteriores no hubo adicionales para la Copa Libertadores y perdimos mucho dinero, pero con orgullo podemos decir que trajimos jugadores como (Sergio) Romero, (Luis) Advíncula, (Óscar) Romero, (Edinson) Cavani», valoró.

Y añadió:  «Ayer (por el jueves pasado) le mandamos la carta a Palmeiras para comprar a (Miguel) Merentiel. Vamos a poder disfrutar de Merentiel por mucho tiempo». Por último, subrayó que «el club tiene 28 millones de dólares a favor, está registrado en el balance y el socio lo tiene disponible en la página web. Más claro imposible. Ellos vendían que el club era una maravilla pero lo entregaron con deuda. Son perfeccionistas en ocultar».

El juego del macrismo

Para algunos, la mera presentación de Riquelme en una lista basta para que se asegure el triunfo. Sin embargo, otros no están convencidos. Y, en los últimos días, se abrió una ventana de oportunidad, aunque algo agridulce. Si Boca le hubiera ganado la final de la Copa Libertadores a Fluminense, seguramente el éxito deportivo habría definido la elección. Sin embargo, esa derrota generó cierta incertidumbre sobre el resultado electoral.

«Hubo cinco técnicos en cuatro años -lanza Ibarra en diálogo con El Cronista-. Muchos jugadores se fueron libres o en conflicto y eso nos hizo perder 35 millones de dólares. Estuvimos un año sin sponsor en la camiseta. Prometieron un estadio nuevo y no hicieron nada. El destrato al socio que se ve cada fecha, con filtros injustos y la Bombonera llena de colados. El abandono que sufrieron los hinchas en Brasil. La improvisación es total. Para conducir a Boca hay que estar preparado».

Las críticas a la gestión oficialista, como se ve, abarcan todos los ámbitos. Pero el del estadio, por fuera de lo deportivo, es uno de los temas principales. El proyecto de Ibarra es construir un nuevo estadio en tierras aledañas a la Bombonera, por lo que quedarían dos estructuras casi pegadas. 

Según su visión, es completamente realizable. «Al ser en tierras de Boca es todo mucho más fácil. No hay que comprar terrenos, ni negociar con vecinos. El costo es de 395 millones de dólares financiado totalmente con la preventa de plateas y palcos a 5 o 6 años, más ingresos comerciales. La obra llevará entre dos y tres años. Para el final de mandato en 2027 estaría terminada».

Actualmente, del lado de Ibarra aseguran que trabajan a contrarreloj para fortalecer una propuesta opositora que abarque «a todos menos a (Rafael) Di Zeo», ya que el barrabrava anunció sus intenciones de competir. Esto podría generar que Mario Pergolini, que estuvo con Ameal-Riquelme pero que se fue en malos términos, pueda sumarse. También podría aparecer en la lista el economista Daniel Artana.

Con los exjugadores también se juega un partido aparte. La gestión Riquelme cuenta con varias exglorias en el consejo de fútbol, y del lado macrista se responde con los apoyos explícitos de Rolando Schiavi, Roberto Abbondanzieri y Diego Cagna. Y suman dos apellidos más de peso: aseguran que tanto Martín Palermo como Guillermo Barros Schelotto podrían potencialmente ser técnicos del club solo bajo un gobierno macrista y no uno riquelmista.

Tercera posición

Los apellidos Macri y Riquelme tienen un peso gigante en la política xeneize. Uno encabezó una gestión repleta de títulos fuera de la cancha; el otro es uno de los grandes emblemas dentro de ella. Por eso, pareciera no haber demasiado lugar para terceras opciones.

Sin embargo, por el momento sigue adelante la candidatura de Jorge Reale. Es un empresario mendocino que mantuvo desde hace años diferencias con la gestión actual, a pesar de que le reconoce algunos logros. Logró cierto reconocimiento mediático gracias a su propuesta de construir un nuevo estadio en Isla Demarchi, a 1300 metros de la Bombonera.

Reale también consiguió algo que no es fácil: el apoyo de las agrupaciones y los avales para poder presentarse a elecciones. Si bien avanza con el posible listado de asambleístas, es consciente de la dificultad de enfrentar a dos colosos como Macri y Riquelme. Por eso, no se descarta que llegue a un acuerdo de último momento con alguna de las dos listas.

En principio, la lógica sería que se incorporara al armado de Ibarra, ya que siempre fue opositor. De otra manera, si sigue adelante con su candidatura, es probable que beneficie al oficialismo, ya que le puede sacar votos a una opción de cambio.

Es difícil saber cuál es el apoyo real que pueda lograr su espacio. Pero, en una elección reñida, cualquier número puede ser clave. En la vereda de enfrente, Rodolfo D’Onofrio perdió por solo 6 votos para ser presidente de River Plate en 2009; sí lograría la victoria cuatro años después, lo que dio lugar a una de las etapas más exitosas del club, justamente con varias victorias frente a Boca.

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