La industria que exporta por u$s 8000 millones, pero pide cambios para no caer: qué demanda
«Cuando el mundo tira para abajo, es mejor no estar atado a nada», dice Charly García en Los dinosaurios. Pero, omite las instrucciones de qué hacer cuando el resto del planeta empuja hacia arriba. En el plano global, el crecimiento interanual del comercio de servicios basados en conocimiento (SBC) fue de 4,8 por ciento, 50 por ciento más que el incremento medio del comercio mundial. Una de las regiones con más crecimiento en 2022 fue Latinoamérica con 16,8 por ciento, de acuerdo a información suministrada por la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (CESSI).
Y si bien la Argentina ocupa el número 41 en el ranking global de exportadores de esta industria, y existe una Ley de la Economía del Conocimiento, que apoya y otorga beneficios impositivos a las empresas caracterizadas por el uso intensivo de tecnología que requieran capital humano altamente calificado, esto no parece ser suficiente.
El Indec da cuenta que los u$s 8058 millones exportados por este sector hasta junio de 2023 representan un 8,8 por ciento de crecimiento en relación con los doce meses previos. Desde Argencon, la cámara que nuclea a estas empresas en el país advierten que «este aumento no refleja un incremento real en el nivel de actividad, sino que se atribuye al efecto del atraso del tipo de cambio sobre los salarios medidos en dólares: el nivel de actividad de 2023 fue prácticamente igual al de 2022», sostienen. No sólo eso, un informe de la entidad, de noviembre pasado, identifica una desaceleración sensible en los últimos cuatro trimestres, en los que el crecimiento cayó del 14,2 por ciento al 1,6 por ciento.
En ese sentido, Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencon, aclara que, como todos los segmentos exportadores, esta industria sufrió el impacto de la brecha cambiaria, por encima del 100 por ciento a lo largo del año pasado. «Este enorme desajuste macroeconómico tuvo una consecuencia directa: miles de excelentes profesionales prefirieron abandonar el mercado formal para trabajar individualmente para clientes del exterior, cobrando en moneda dura fuera de toda regulación local, debilitando considerablemente la capacidad de las empresas de competir con proyectos serios en el mercado internacional«, explica. «Es imperativo y urgente tener un marco macroeconómico estable que permita la definitiva expansión de la economía del conocimiento como un motor sólido del despegue de nuestro país», agrega.
Navegar la inestabilidad
«Durante la primera mitad de 2023, Argentina vivió una gran inestabilidad económica, que se profundizó por el año electoral», indica Marcelo Bechara, presidente y fundador de Evoltis, especializada en customer experience. «A pesar de que esa coyuntura debilita la competitividad del ecosistema local frente a países con políticas más sólidas, logramos ser resilientes», afirma. Y asegura que las perspectivas para 2024 son un crecimiento del sector de 30 por ciento, con exportaciones por US$ 10.000 millones.
«Valoramos mucho la capacidad de adaptación del sector en un contexto cambiante y complejo: no solo creció el nivel de empleo generado, sino también el número de empresas», indica Pablo Fiuza, presidente de CESSI. La industria del software emplea 150.000 profesionales y creó 35.000 puestos de trabajo en los últimos dos años, cinco veces por encima de otros sectores. «La industria se supera a sí misma y sigue avanzando, mostrando su resiliencia». A julio de 2023, el software representaba nada menos que el 31,9 por ciento de las exportaciones de SBC y el 2,7 por ciento de las exportaciones totales de bienes y servicios de país.
«A pesar de ser un sector relativamente nuevo, es la tercera industria que más exporta en el país, por detrás del campo y el complejo automotriz», sostiene Laura Huarte, gerente de desarrollo de negocios del sector público y educación en Intel Argentina y Uruguay. «Para continuar en la línea de desarrollo y no amesetar el crecimiento, durante 2024 el foco debe estar puesto en entender las necesidades, oportunidades y desafíos de la industria, para poner en marcha soluciones que agreguen valor teniendo en cuenta el contexto actual y futuro».
La industria del conocimiento tracciona el crecimiento de los países y la generación de empleo. «Cada día es más clara la oportunidad que representa para nuestro país, no solo como fuente de riqueza económica sino como factor de desarrollo social y realización personal para nuestros jóvenes», expresa Claudia Boeri, presidente de SAP para Región Sur.
Los planetas están alineados
La coyuntura argentina choca con la realidad del resto del mundo. Los planetas están verdaderamente alineados para que se puedas avanzar hacia el éxito. «Hay una enorme demanda para capturar producto del contexto internacional en el este de Europa y el friendshoring que es la reorganización de las cadenas de valor entre países afines», apunta Ángel Pérez Puletti, CEO de la desarrolladora de software y soluciones IT Baufest, que apunta que para ello las condiciones coyunturales deberían ser mejores.
«Las condiciones propicias más destacadas para posicionarse como un proveedor global de la industria del conocimiento que hoy tiene Argentina van desde la competitividad en precios, la cercanía cultural con Europa, la lejanía geográfica con los conflictos bélicos, así como los husos horarios más próximos a Estados Unidos y, sobre todo, el talento local», enumera Boeri.
Aparecen otros aspectos intangibles pero siempre presentes que hacen de la Argentina un país propicio para crear y exportar conocimiento. Altos niveles de emprendedurismo, la capacidad de surfear cualquier situación, dado el expertise de haber atravesado innumerables crisis, lo que también trae una consecuente creatividad.
«Para tomar dimensión de la oportunidad que tenemos frente a nosotros es importante comprender que hoy nuestro país exporta US$ 7800 millones por año y Polonia, nación con una población similar a la nuestra (38 millones de habitantes) exporta más de US$ 36.000 millones, es decir, cinco veces más que nuestra cifra actual. Rumania, por su parte, con una población de apenas 19 millones de habitantes, casi duplica nuestras exportaciones totales», enuncia Wanda Weigert, directora ejecutiva de Argentina y global chief brand officer de Globant.
Según datos provistos por Boeri, Argentina lidera la región en cantidad de startups deep tech, con 103 empresas valuadas en US$ 1900 millones, es decir, el 23 por ciento del valor del ecosistema regional. «El hecho de que nuestro país cuente con once unicornios de base tecnológica es algo que también ha contribuido en la relevancia y prestigio de nuestra industria», dice Fiuza. Entre otras iniciativas, CESSI, conformó la Red Argentina de IT para facilitar el proceso de internalización y ayudar a las empresas a insertarse y consolidarse en los mercados globales y regionales más atractivos de acuerdo a su negocio.
Una cuestión federal
Otro potencial que abre la industria del conocimiento y que a fines de 2023 no había sido explotado en su totalidad es su capacidad federal, ya que se trata de un negocio que puede desarrollarse en cualquier rincón del país.
«Los polos de empresas del sector tienen presencia en 19 de las 24 jurisdicciones, en especial en Buenos Aires y Córdoba y la importancia de la industria es tal que se estima que en los próximos años generará 500.000 nuevos puestos de trabajo de alta calificación», señala Boeri.
Córdoba fue la primera provincia en declarar al software como industria, y también la primera en sancionar el Régimen Provincial de Promoción de la Economía del Conocimiento. La provincia tiene una participación del 9,6 por ciento en el total de este tipo de empleo a nivel nacional. Henoch Aguiar, experto en políticas públicas, promueve el modelo de polos y hasta había estructurado una estrategia que llegó a aplicarse con éxito en Goya, Corrientes, y a replicarse en otros puntos del país.
¿Cómo comenzar a cerrar estas brechas? «Para que las empresas argentinas mejoren su posicionamiento, uno de los aspectos importantes es la colaboración entre el ecosistema tecnológico que facilite el intercambio de conocimientos y pueda generar un impulso significativo», sostiene Huarte. La líder de Intel también destaca que el país necesita desarrollo en infraestructura digital para garantizar una conectividad confiable y rápida en todo el territorio. «La brecha digital entre las zonas urbanas y rurales debe ser abordada para asegurar que todas las regiones tengan acceso a las oportunidades que ofrece la tecnología», indica.
Aún con todas las vicisitudes, las empresas del sector cerraron el año con números saludables y un marcado optimismo. «Al tener más del 90 por ciento de nuestros clientes en Estados Unidos y Europa, tenemos la posibilidad de tener una base y estabilidad que nos permite crecer escalonadamente en cualquier mercado donde nos insertemos», dice Juan Santiago, CEO de Santex, empresa tecnológica con 25 años en el mercado y fuerte impronta sostenible, certificada como B Corporation. «La internacionalización progresiva de nuestro mercado es un reaseguro para un crecimiento sostenido», apoya Blas Briceño, CEO de Finnegans, empresa de software que logró un incremento del 20 por ciento en sus ingresos el último año.
El talento a la cabeza
Uno de los pilares del desarrollo de los SBC en Argentina es el talento. Sin embargo, en este punto también aparecen algunos desafíos. «La mayor dificultad actual es la retención y desarrollo de los equipos profesionales, factor que está erosionado por la fuga de talento«, cuenta Galeazzi. «Para atacar esta debilidad muchas empresas potenciaron sus escuelas de formación internas, abrieron canales de reclutamiento y apoyaron iniciativas de institutos y escuelas de educación técnica en muchas provincias», detalla.
«De todas formas, somos el país con más profesionales capacitados para la exportación de servicios en la región», enfatiza Bechara. «La mitad de las empresas argentinas del sector dedicadas a tecnología impactaron en 2023 en el exterior, con Estados Unidos como el principal destino», agrega.
«El talento argentino sigue siendo un bien preciado por su conocimiento, adaptabilidad y visión a largo plazo y 2024 viene con una profundización en la búsqueda de recursos con conocimiento de data science e IA», dice Marcelo Seoane, CEO de Chubut IT, especializada en la búsqueda de recursos humanos para el sector de nuevas tecnologías «Como consecuencia de los desequilibrios macroeconómicos de Argentina, el costo sigue siendo competitivo», cuenta.
«La demanda de talento en el sector ha alcanzado niveles significativos: el 81 por ciento de las organizaciones enfrenta desafíos para encontrar profesionales calificados», dice Marcelo Roitman, managing director de Experis, marca de Manpower Group especializada en la búsqueda de talento tecnológico. «A lo largo del 2023 hemos observado que el mercado laboral se mantuvo estable, con expectativas de contratación positivas, pero con mucha diferencia respecto al resto de los países de la región», afirma el especialista. Un estudio de Manpower Group estima que para 2025 habrá en el mundo 149 millones de nuevos trabajos digitales vinculados a privacidad y confianza, ciberseguridad, análisis de datos, cloud y desarrollo de software.
Aguiar, por su parte, sostiene que «la Argentina no está aprovechando el momentum mundial. Necesita no sólo un marco regulador que incentive y genere estabilidad, sino también que el sector educativo también responda de manera adecuada». El especialista sugiere que la dinámica vertiginosa del mercado, donde los recursos deben actualizar sus conocimientos de manera continua para satisfacer una demanda inmediata, obstaculiza la posibilidad de completar las carreras universitarias. «Un joven se va en segundo año porque tiene una oferta laboral y no cursa materias clave, por lo que queda con la estructura teórica incompleta», señala.
El foco en la oportunidad
Nadie duda del poder de la inteligencia artificial (AI) y del impacto que tendrá en los negocios en los próximos doce meses, pero no se trata del único campo fértil. «Las tasas de interés excepcionalmente altas en Estados Unidos ralentizaron los ciclos de inversión en las empresas y eso tuvo un correlato en la demanda de servicios vinculados a la economía del conocimiento», explica Pérez Puletti.
«Sin embargo, esta es una industria muy dinámica y en constante expansión y para 2024 la expectativa es volver a un ciclo de crecimiento pronunciado de la mano de la AI, las soluciones basadas en datos y la ciberseguridad».
Bechara, por su parte, aporta segmentos como realidad virtual, robótica, experiencia del cliente, automatización de procesos, transformación digital, industria audiovisual, gaming y tercerización de procesos claves.
Por supuesto, las empresas más especializadas apuntan a crecer dentro de sus nichos. Argentina es uno de los países líderes de Latinoamérica en el uso de billeteras digitales, pero la aceptación de todos los medios de pago por parte de gran parte de los comercios es aún un gran pendiente», dice Marcelo Fondacaro, CCO de la fintech Veritran. «En el sector de la tecnología financiera creemos que existe una gran oportunidad de desarrollar redes de adquirencia para que cientos de miles de negocios los adopten, lo que vuelve más inclusivo el ecosistema y brinda al pequeño emprendimiento la posibilidad de bancarizarse y en el futuro acceder al crédito».
«El hecho de que los jugadores del mercado, grandes y pequeños, empiecen a entender que estamos en plena transición hacia una economía de la experiencia apoyada en el gobierno de sus datos, más el crecimiento en la adopción de AI y la mayor presión de cumplimiento normativo vinculado a la privacidad hace que crezca la demanda de servicios vinculados a datos y analítica», define Gonzalo de Luca, socio de Novakorp, compañía nativa digital que promueve el enfoque data driven.
Un nuevo escenario
El giro político argentino agrega un condimento adicional al futuro de este mercado. «En la medida que la nueva política económica provea un ambiente macroeconómico, fiscal, previsional, normativo y reglamentario estable nuestro ecosistema se fortalecerá y mejorará su capacidad competitiva», sentencia Galeazzi, quien con Argencon presentó en noviembre pasado el Plan Federal de Economía del Conocimiento, una hoja de ruta con horizonte en 2035.
«Si bien los cambios en la política económica y la regulación pueden crear oportunidades para las empresas que estén preparadas para aprovecharlas, también podrían generar incertidumbre y volatilidad, y así dificultar la planificación y la inversión», explica Santiago.
«La incertidumbre siempre juega en contra y hoy nos encontramos bajo un contexto dominado por esta», argumenta Briceño, para quien «si la inflación baja significativamente, si se simplifican efectivamente las actividades que regula el Estado, incluyendo el comercio internacional, si fuese más simple contratar y desarrollar equipos, indudablemente esto incidiría favorablemente en el sector».
El tren de los SBC avanza cada vez a mayor velocidad y la Argentina se encuentra en un punto de inflexión en el que podría subirse o quedar como espectadora en el andén.
«Tenemos una oportunidad de oro, la de transformar de verdad por primera vez la matriz de desarrollo de Argentina, pero no estamos formando los suficientes cerebros para aprovecharla», indica Aguiar. «Debemos generar conciencia de la necesidad de dar un golpe de timón, porque hasta que los productos digitales no superen el 50 por ciento del PBI en Argentina, podremos decir que estamos en la economía digital únicamente de manera accesoria», concluye.
La versión original de esta nota se publicó en el número 362 de revista Apertura.
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