¿La IA va a reemplazarme en el trabajo?
Sabemos que la IA es software y, por lo tanto, es tan «inteligente» como aquellos que lo programaron. Se escucha que estos programas «aprenden», pero esto también hay que tomarlo con pinzas y para entender bien a qué se refiere hace falta meterse en la trastienda de cómo se llevó a cabo ese proceso de aceptar nuevas variantes de respuestas frente a conocimiento nuevo. Muchos de nosotros no tenemos interés en meternos en ese lugar.
¿A cuántos de nosotros nos interesa entender cómo hace nuestra planilla de cálculo para crear y manipular una Tabla Dinámica? Simplemente la usamos.
Ahí nos vamos acercando al tema central: las aplicaciones de IA son como las planillas de cálculo, es decir, son herramientas. Y mientras mejor las conozcamos, mejor uso vamos a hacer de ellas, mejora las vamos a aprovechar, y más productivos seremos en nuestro desempeño laboral.

Cuando a principio de los ´90 surgieron Lotus 1-2-3 y Quattro Pro, las pioneras de las planillas de cálculo de alcance global, a nadie se le ocurría que estas aplicaciones nos iban a hacer perder nuestro empleo. Claro, sólo hacían cuentas y cálculos matemáticos a mucha velocidad. No tomaban decisiones ni hacían trabajo creativo. ¿Pero ahora con la IA nos sentimos amenazados porque tienen la capacidad para tomar decisiones y ser creativa? Rotundo NO.
¿Un tomógrafo reemplaza al médico que hace un diagnóstico? ¿Una cámara intravenosa remplaza al cardiólogo para insertar un stent? ¿O al gastroenterólogo en hacer una colonoscopía? Estos equipos médicos tienen incorporados sistemas operativos muy sofisticados y avanzados, y asisten a los profesionales en sus diagnósticos y sus intervenciones. Y ya hay muchos de estos equipos que ya incorporan componentes de software que funcionan como asistentes basados en IA para aumentar la calidad y precisión de los tratamientos y diagnósticos.
Los profesionales ven estos avances con beneplácito, porque saben que no hay reemplazo para sus habilidades y conocimientos al momento de tomar una decisión de impacto en la salud de una persona.
El lector puede argumentar aquí que la profesión médica es la excepción, y esto no aplica a tareas organizacionales típicas como el proceso de facturación, el pago a proveedores o la conciliación de cuentas bancarias. Hay miles de decisiones embebidos en los procesos de negocio que se podrían automatizar con criterios más «inteligentes». Y los sistemas de gestión empresarial (conocidos como ERP por su sigla en inglés) van en esa dirección. ¿Van a reemplazar a los empleados, jefes y gerentes? Ya creo que saben la respuesta: nuevamente NO. La herramienta es tan buena como el que la utiliza.
¿Qué tengo que hacer entonces para «aprender» a utilizar mejor estas nuevas herramientas de IA? En primer lugar, descartar el prejuicio que estos conocimientos solo son para programadores. Los principios de la IA son conocimientos que se aplican tanto para asistirnos en la toma de decisiones como en la interpretación de los datos que residen en los sistemas empresariales. Y estos conocimientos se pueden adquirir, como cuando hicimos cursos de computación en la escuela, donde nos enseñaban qué era un sistema operativo, los archivos, la navegación por Internet, un procesador de textos y una planilla de cálculo.

Cuando escuchamos que las organizaciones quieren convertirse en organizaciones basadas en datos, lo que quieren decir es que desean aprovechar mejor y de manera más eficiente el cúmulo de datos almacenados digitalmente a través de sus sistemas empresariales, sean éstos aplicaciones formales (como los ERP) o simples repositorios de documentación compartida para trabajo colaborativo.
Al entender mejor el mundo de los datos, estamos mejor preparados para entender que la IA no es una herramienta que nos va a reemplazar, sino que nuestros trabajos se van a transformar, como en su momento ocurrió con las planillas de cálculo, o el resonador magnético en la medicina.
Ya solo es una cuestión de cuándo llegará a nuestra organización.
Nota del autor: ninguna plataforma de IA fue utilizada en la redacción de este artículo
https://www.cronista.com/columnistas/la-ia-va-a-reemplazarme-en-el-trabajo/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.cronista.com/columnistas/la-ia-va-a-reemplazarme-en-el-trabajo/