Jorge Macri fue el más votado en la Ciudad y define en segunda vuelta: cómo incide Lousteau
Sabor a poco en Juntos por el Cambio. La derrota de la coalición opositora a nivel nacional, que dejó a Patricia Bullrich fuera del balotaje, ni siquiera pudo ser diluida con un triunfo del PRO en primera vuelta en el distrito que lo vio nacer: Capital Federal. El ministro de Gobierno, Jorge Macri, debió conformarse con una buena performance que lo dejó a un paso de ganar la primera vuelta. Aun así, el primo del expresidente Mauricio Macri medirá fuerzas con el candidato de Unión por la Patria, Leandro Santoro.
«Oh, vamos Jorge vamos», se escuchó en el escenario montado en el salón Golden Center de Parque Norte. Apenas habían pasado las 21 pero en el búnker de Juntos por el Cambio ya festejaban el triunfo a medias. El único que se pudo celebrar en el comando de campaña porteño.
A diferencia de lo que fue el año 2019, cuando la dupla Horacio Rodríguez Larreta – Diego Santilli lograron imponerse en primera vuelta -por primera vez en la historia del PRO porteño-, una vez más, el nombre del próximo jefe de Gobierno porteño se conocerá recién el 19 de noviembre.
Si bien Jorge Macri se convirtió en el candidato más votado de la jornada, con el 49,5% de los votos, el número no alcanzó para consagrarse como ganador en primera vuelta.
«Según nuestra información, hay muchas chances de ganar en primera vuelta», dijo Jorge Macri cuando faltaban 15 minutos para las 22. Es que el dirigente del PRO se ubicaba a un pelo del 50% de los votos que se necesitan para ganar en primera vuelta. Lo dijo exultante, desde el escenario, donde se mostró junto a los principales candidatos porteños, su compañera de fórmula, Clara Muzzio, y el expresidente, Mauricio Macri, además del actual jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.
Quien no se subió al escenario en el que sonó Tan Biónica de fondo, además de Bullrich -que habló minutos después- fue el dirigente de Evolución Radical y su rival en las PASO, Martín Lousteau. «No nos habían invitado», dijeron desde el entorno del economista.
«Tal vez nos falte un pasito más», reconoció el primo del expresidente casi al final de su discurso. Al cierre de esta edición, fue lo que pasó: la dupla Macri – Muzzio deberá competir con Santoro – Bárbara Rossen, que logró reunir el 32,2% de los votos. Era el rival esperado por los amarillos, en caso de no lograr el triunfo en primera vuelta. La duda es: ¿se romperá la racha de 16 años del PRO al frente de la jefatura de Gobierno para darle paso a Unión por la Patria?
«Esta ciudad va a ser el resguardo de la Argentina que queremos», se comprometió Jorge Macri desde el escenario, confiado en que retendrá el bastión macrista. Para luego añadir: «Nosotros no nos vamos a ningún lado, vamos a seguir dando la batalla por un país honesto, de pie, justo, donde el esfuerzo vuelva a tener premio».
Diferencias con Lousteau
La elección de este domingo fue el resultado de una campaña accidentada. Las heridas entre Macri y Lousteau jamás sanaron, tras las PASO del 13 de agosto. De allí que al economista no se lo vio en el escenario, pese a que se encontraba en el búnker de Juntos por el Cambio.
¿Un dato? Lousteau salió a «bancarlo» recién el último jueves, al filo del inicio de la veda electoral. Luego de haber pegado el faltazo al acto de cierre de Macri.
Las diferencias entre ambos fueron más allá de la interna que se celebró el 13 de agosto. De hecho, fueron contadas las veces que los ahora ex rivales dialogaron luego del triunfo del amarillo. Y quedaron a la vista cuando se conoció que la compañera de fórmula de Macri sería del partido amarillo, conformándose una dupla «pura».
Se descartó la posibilidad de establecer una dupla mixta como la que se vio a nivel nacional, en donde ‘La Piba’ eligió como compañero de fórmula al radical Luis Petri. Mientras que Larreta llevó al presidente de la UCR, Gerardo Morales como Vice.
A esto se le suma que, las pujas por el reparto de ministerios en un eventual gobierno del PRO también se sostienen.
La previa en el búnker
Hasta entrada la tarde del domingo, en el búnker de Juntos por el Cambio donde confluyeron Bullrich, Macri y el candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Néstor Grindetti, el clima era de zozobra. Sobre todo en torno a la elección nacional.
Aun así, en el entorno de Jorge Macri, no descartaban que el candidato que logró imponerse en la interna contra Martín Lousteau se consagraría ganador en primera vuelta.
Las expectativas del comando de campaña del candidato porteño eran «buenas». Si bien reconocían que llegar al 50% de los votos positivos era un objetivo «difícil» de alcanzar, las fichas estaban puestas en que aumentara la cantidad de votantes con respecto a la PASO. Y, como así fue, hasta el cierre de los comicios, sostenían las esperanzas.
Asimismo, en el entorno de Jorge Macri también confiaban que el grueso de los votos de Lousteau terminarían confluyendo en el candidato del PRO. «Puede ser que en la PASO se hayan metido algunos kirchneristas a votar a Lousteau para que no gane un Macri, eso pudo haber sido 3 o 4 puntos», explicaban en el entorno del candidato.
Pero también consideraban que algunos libertarios se podrían haber inclinado por Macri, para que no gane un radical. «Por eso se llegó al porcentaje de 55,9% que fue récord para el espacio en una PASO», explicaron.
Pese a que el nombre del próximo jefe de Gobierno porteño se conocerá recién en noviembre, en el PRO confían que la tierra que vio nacer al PRO, partido fundado por Mauricio Macri quedará, esta vez, en manos de su primo.
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