Ingresos Brutos: el pedido del FMI, el fin del régimen anticipado y todas las miradas sobre el IVA
En medio del regreso de la Ley Bases y el capítulo fiscal a la Cámara de Diputados, que, de aprobarse, en principio, daría lugar al Pacto de Mayo con una discusión del sistema de coparticipación, proponen la eliminación del régimen de anticipos del impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB).
Un pedido que se alinea con que el que hizo el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el último informe técnico, donde sugirió la reducción de dependencia a impuestos distorsivos como los que se cobran sobre el volumen de negocio, de cara al borrador de la reforma tributaria que le presentará el Gobierno en septiembre.
La propuesta surge de los reclamos de las grandes empresas por las consecuencias en la estructura de costos, que se expusieron en el informe de la Unión Industrial Argentina (UIA) donde se reveló que, a marzo de 2023, las provincias le debían $ 14.490 millones a 101 de ellas en conceptos de saldos a favor.
«A valores de marzo pasado equivale a $ 54.515 millones, lo que nos da un promedio por empresa de $ 540 millones», especificaron las autoridades. Lo que lleva a que surja el reclamo por la eliminación del Sistema de Recaudación y Control de Acreditaciones Bancarias (SIRCREB).
El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja junto con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
Y si bien los tributaristas consultados por El Cronista coincidieron sobre los beneficios de su eliminación, destacan sobre su falta de factibilidad dado el peso que tiene sobre las arcas subnacionales y alternativas diferentes para reemplazarlo.
«Muy pertinente cuestionar el SIRCREB (…) pero lamentablemente el problema es mucho más complejo. No alcanza con eliminar el SIRCREB. Hay que eliminar el impuesto a los IIBB», aseguró en X, el ex titular de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES), Osvaldo Giordano.
Pero para quien ahora es el presidente de la Fundación Mediterránea, nunca se va a alcanzar una reducción del gasto suficiente como para eliminar el tributo al ser este «la principal fuente de financiamiento que tienen las provincias».
«La absorción de IIBB por parte el Impuesto al Valor Agregado (IVA) es una de las transformaciones más decisivas», destacó. Y agregó: «El razonamiento, avalado por evidencias empíricas, es que es preferible un IVA con alícuotas altas (estiman entre el 25% y el 27,5%) a seguir tolerando los malos impuestos».
Una postura con la que no coincidió el socio de Expansión, Diego Fraga, para quien la solución no tendría que venir de un aumento de la alícuota del IVA -que considera ya alta- sino de una resignación de recursos de las provincias.
«La modificación de Ingresos Brutos requerirá de una negociación muy profunda con las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) para encontrar un remplazo», puntualizó entre las alternativas que se barajan como una sobre alícuota del IVA, un impuesto a las ventas o la concentración del IIBB en la etapa minorista.
La que también avaló el contador Marcos Felice que aseguró que se debería bajar la alícuota a nivel país y crear un «IVA Provincial» con una alícuota similar y que entre ambos lleguen al porcentaje del 21%. Como también el CEO de Lisicki, Litvin & Asociados, César Litvin aunque destacó que será necesario una reducción del gasto público dado el incremento que tuvo el tributo en los últimos 20 años, que llevó a que un 70% se cobre de forma anticipada.
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