El Cronista @cronistacom: Fastidio de Máximo, golpe a Cafiero y prescripciones y premios exagerados en la UCR

Fastidio de Máximo, golpe a Cafiero y prescripciones y premios exagerados en la UCR

UN CIERRE QUE NO CERRO

En el Frente de Todos, las tensiones por el cierre de listas de la Provincia de Buenos Aires aún hoy repercuten en cada ámbito y actividad. La última fue la aparición el jueves, en Lomas de Zamora, de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner acompañando a su «pollo», Axel Kicilof, al heredero que pide amor, Máximo, y a Martín Insaurralde, el más amigo de todos los intendentes que tiene el futuro presidente del PJ provincial.

Kirchner e Insaurralde trazaron una relación que los hace perdurar hasta hoy y que superó aquella intención de armar el Grupo Esmeralda gracias a la contención que hizo el jefe comunal de la ex familia presidencial. En todos los rubros, estuvo siempre.

Por eso no llamó la atención que nuevamente el kirchnerismo más puro se haya vuelto a reunir en esta localidad de la zona sur del Conurbano para hacer un «acto propio», como el que intentaron hacer hace un mes pero el Presidente, tras almorzar con sus principales referentes políticos, decidió aparecerse y modificar la nómina de participantes.

Más allá de la «lista de unidad», que se transformó en «lista única», porque no se habilitó ninguna otra, las tensiones no han desaparecido entre los militantes del Instituto Patria, La Cámpora (que a veces no son lo mismo) y el no nato albertismo.

Cuentan las malas lenguas que Máximo Kirchner mostraba un fastidio absoluto en su recorrida por Moreno, momentos previos al cierre de lista, donde se juntó con la intendenta local Mariel Fernández. Desde allí monitoreaba todo lo que pasaba en cada uno de los distritos y secciones electorales.

Infidentes, susurraron que fue por lo que sucedía en San Isidro que nunca terminaba de esclarecerse sobre el orden y las presencias de los diferentes candidatos nacionales, provinciales y municipales. La queja era para Santiago Cafiero, quien pretendía tener una boleta en esa localidad con dominio de personas de su confianza. Inclusive ya había hecho firmar a muchos precandidatos que, enterados a las cuatro de la mañana que no se verían en ningún lado, montaron en cólera.

Una sede partidaria de Boulogne fue la sede de una negociación extrema, de última hora, en la que el jefe de gabinete aceptó las condiciones que también imponía la ministra de Gobierno bonaerense, Teresa García, recientemente designada organizadora integral de la fiscalización oficialista en la Primera Sección Electoral. Es que ya, desde hace horas, ella había acordado con Sebastián Galmarini la mayoría de la nómina.

Lo querían sacar de la Jefatura de Gabinete. Sobrevivió a esa embestida, pero Cafiero quedó maltrecho en su pago chico. «Sabelo… No te quieren«, le dijo un amigo que lo quiere y lo cuida.

RADICALES VIUDOS POR LAS LISTAS UNICAS

Un verdadero tendal dejaron los cierres de listas, también, para los correligionarios de la Unión Cívica Radical de la Provincia de Buenos Aires, donde hubo hijos, entenados, acomodados y tachados.

Era previsible que los radicales que acompañaron en todas las localidades a los ganadores de la interna de marzo pasado entre Maximiliano Abad y Gustavo Posse iban a tener más chances de ocupar un lugar de expectativa en su respectiva localidad. Pero lo que nadie imaginó, aunque alguna sospecha había, era que ni siquiera aquellos que ganaron el Comité de Distrito (los municipios) tampoco iban a ser considerados si en marzo habían respaldado a Posse.

En la última charla que habían mantenido a solas, los hermanos Manes, Facundo y Gastón, habían conversado con el intendente de San Isidro para ver si además de convencerlo a declinar su candidatura para las PASO también armaban un compromiso de futuro.

Posse los recibió con Walter Carusso, el diputado provincial que en 2020 rompió el interbloque provincial con Fernando Pérez. La idea era que si no había otra lista radical en cancha, los ganadores integrarían a los possistas.

Algo pasó. Y, el sábado, ninguno de los más de cuarenta presidentes de Comité que habían trabajado con el jefe comunal colocó un candidato. El revuelo llegó y es de tal magnitud que en Merlo se juntaron la mayoría, de manera presencial y virtual, para firmar un documento denunciado una proscripción masiva ya que tampoco le habilitaron las listas «cortas», sin el cuerpo entero de los candidatos nacionales y provinciales.

Abad dijo que «no es una proscripción ni mucho menos. Sí hubo una decisión partidaria para que no hubiera dos listas en la mayoría de las localidades porque, divididos, no íbamos a colocar concejales». Tiene razón. Falló la comunicación y las formas, aunque la desconfianza preexistente hizo que cada bando asumiera, previamente, que esto podría pasar.

El episodio, sin embargo, expuso algunos «premios exagerados». Por ejemplo Pablo Dominichini, que trabajó para Posse, pero dijo ser aliado de Martín Lousteau, terminó encabezando la lista de diputados provinciales de la Tercera Sección electoral mientras que Pérez, impulsor con Carusso de las rupturas del año pasado, armó la lista y encabeza en Quilmes.

Los radicales tampoco trataron de igual manera a Emilio Monzó, quien había acompañado en 2020 y en marzo de este año las movidas independentistas del possismo al darle el tercer lugar en la lista que encabeza Facundo Manes.

SI SE CONFUNDEN, LA GENTE NO ES CULPABLE

El tumultuoso cierre previo a las PASO hizo que se dieran algunas particularidades más que llamativas en dos localidades claves de la zona norte del conurbano, como Tigre y, otra vez mencionada, San Isidro.

En el municipio que ruge el ex presidente del bloque PRO de la Cámara de Diputados hasta hace dos años, Nicolás Massot, referente histórico de Emilio Monzó, encabezará la lista local del radical Facundo Manes, para competir contra Segundo Cernadas, «territorial» que irá con Diego Santilli.

En el otro municipio, llamativamente, el ex funcionario PRO Ramón Lanús será el primer candidato a concejal con Facundo Manes, mientras que el secretario de Salud de Gustavo Posse, Juan Viaggio, irá con «el colo».

Entre otros tantos datos de color también sobresale la abrupta pasión por la política de Hernán Piquin, quien será candidato en tercer lugar distrital para José Luis Espert en Pilar. Piquín se enteró que Juan Martín Tito, a quien conocía, iba a encabezar la lista de concejales, y lo acompañó a la firma de la aceptación del cargo.

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