El propósito como próxima frontera competitiva
Con la creciente complejidad a la que nos enfrentamos, nos hemos dado cuenta de que el liderazgo y la estrategia como pilares del motor corporativo deben apalancarse fuertemente en un propósito que esté incorporado en la estrategia de negocio, en la cultura de la empresa, en los diferentes procesos, en la relación con sus clientes, proveedores y las comunidades donde opera. Comprender el propósito, articularlo es clave para el futuro de las compañías en la industria y cómo beneficiarnos como organizaciones e individuos.
La reputación de una compañía tiene un gran efecto para todas las partes interesadas, pero, sobre todo, en la decisión final de un posible candidato en el momento de reclutar talento.
Según una encuesta de LinkedIn, 75% de los profesionales investigará la empresa antes de aplicar a una posición, mientras que casi 7 de cada 10 sostiene que no se postulará si el propósito, la visión, su misión y la estrategia entre otros conceptos no se alinea a su propósito o valores, incluso aunque esté activamente buscando trabajo.
En la lucha por atraer y retener talento en los mercados existentes, el enfoque en la marca empleadora es un elemento clave. Atraer talento significa trabajar en una propuesta de valor consistente como empleadores y allí es donde el propósito hace la diferencia.
Los candidatos no solo se entusiasman con los beneficios, quieren más de su empleador: buscan sentir que pertenecen, que hay un objetivo superior que es lo que mueve a que el trabajo cotidiano tenga sentido.
En una industria como la nuestra, la conectividad va mucho más allá de una infraestructura. En este sentido, durante la pandemia, internet y las tecnologías asociadas se convirtieron en instrumentos esenciales para continuar con las actividades económicas y sociales. Hoy la conectividad es una necesidad básica que se relaciona con la salud y el bienestar general y social de la población.
En American Tower buscamos impactar en las industrias de las telecomunicaciones e internet, pero a la vez, utilizando nuestra posición de liderazgo para contribuir al bien mayor. En nuestro propósito, los alcances del negocio están alineados con las demandas de las comunidades, las cuales requieren de toda nuestra atención y tiempo.
A medida que nuestra compañía continúa creciendo e innovando -desde nuevos diseños de torres, a necesidades de infraestructura de 5G y otras tecnologías- nuestro compromiso de hacer negocios requiere de fomentar y cultivar nuevas ideas que harán avanzar nuestra industria y nuestras operaciones diarias.
Son nuestras creencias y principios fundamentales los que nos ayudan a funcionar juntos como equipo en pos de esa misma meta. Entender las necesidades de nuestros clientes y satisfacerlas. Incorporar al equipo gente buena y empoderarla. Enfocarnos en soluciones, no en problemas. Hacer lo que decimos que vamos a hacer. Divertirnos. Y jugar para ganar. No son sólo ideales, sino que se constituyen en prácticas. El poner estos principios fundamentales en acción es la clave para alcanzar nuestro propósito.
Como empleador, articular correctamente el propósito de nuestra empresa despierta interés en los candidatos más calificados. A lo largo de los años, las grandes empresas tecnológicas han logrado atraer y retener a personas que resonaban con su misión y visión. Las empresas impulsadas por un propósito han experimentado mayores tasas de crecimiento y niveles de productividad, junto con empleados más felices que permanecen más tiempo y menos tasas de rotación.
Ahora más que nunca, los empleados también quieren trabajar en empresas que compartan sus valores en la vida. En este sentido el propósito ayuda a las organizaciones a «redefinir el campo de juego», abriendo nuevos territorios para el crecimiento y, en última instancia, creando una propuesta de valor holística que alinee el liderazgo, los clientes, proveedores y empleados.
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