El plan de Milei para salir del pozo y no agotar la paciencia social
La revelación del programa de estabilización que el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, realizó ante inversores en Washington dejó expuestas las dos claves que el presidente Javier Milei ha resuelto aplicar para llevar adelante su plan económico y preservar apoyo social: pragmatismo y giro en U.
El programa presentado en el marco de la Asamblea de Primavera del FMI planteó una «estrategia pragmática» consistente en una terapia de shock en todos los frentes para salir de la crisis, el establecimiento de un ancla fiscal previa al levantamiento del cepo, realineación cambiaria, consolidación fiscal, restricción monetaria, reversión de la balanza de pagos, aumento de las reservas del BCRA, control de los pasivos financieros de esa entidad y diferimiento del pago de importaciones, entre otros ítems, con el objetivo de establecer una política cambiaria flexible, competencia de monedas incluida.
El BCRA observó una caída de la inflación más rápida de lo previsto, a tal punto que ya calcula que cerrará abril en el 9% y en menos de 6% en mayo. Aunque Milei se entusiasma con números más bajos al ver informes privados que señalan que la inflación núcleo casi no se movió en lo que va del mes.
El Presidente está convencido de que mostrar cuanto antes resultados favorables en la lucha contra la inflación es vital para sostener la paciencia social. Por ello, el plan presentado con la intención de darle un giro en U a la situación económica, marca como esenciales al seguimiento del apoyo de la sociedad, los partidos de oposición, el sector privado y los mercados.
Los últimos dos parece ya tenerlos, como lo reflejan el apoyo otorgado por los empresarios en el Foro de Llao Llao, la caída del riesgo país y el buen andar de acciones y bonos, más allá de los vaivenes de Wall Street. El político navega en la incertidumbre parlamentaria de las negociaciones por el segundo intento de aprobar la ley Bases. Y el de la sociedad, aquel en el que confía para revertir con la elección del año próximo la relación de fuerzas en el Congreso, lo forzó a dar muestras de pragmatismo, como le ocurrió con la desregulación del sector de medicina prepaga.
«La confianza en la administración de Milei muestra una notable resiliencia al ajuste», señala el programa presentado ante inversores. Pero la marcha universitaria pareció marcar un límite a la paciencia social y el Presidente no tardó en girar en U. Como advierte el analista Rosendo Fraga: «El conflicto social actúa con la teoría del resorte. Acumula, acumula y en algún momento salta».
Milei pareció entender que era hora de descomprimirlo. Primero evitó el protocolo antipiquete, soltó partidas y, más allá de arrojar duras críticas a opositores, calificó al reclamo masivo como una causa noble, por lo que anunció que garantizará los fondos para el funcionamiento de las universidades.
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