¿Consultores? El tarot, la carta en la manga para interpretar a Javier Milei
La encuesta entre 1500 expertos de todo el mundo que publicó este martes el Foro Económico Mundial como «Reporte Global de Riesgos 2024» refleja por dónde puede pasar la agenda de este año a nivel internacional y deja un poco en evidencia cómo los problemas estructurales de siempre de la Argentina se nos juntan con otros desafíos muy grosos que cruzan el planeta del que -habría que recordar- también formamos parte.
Con el 66% de las respuestas, los «eventos climáticos extremos» aparecen como la principal amenaza. El informe indica que las cuestiones meteorológicas pueden asomarse a un punto de «no retorno», y bien vale el dato de que 2023 fue el año más caluroso de la historia.
En segundo lugar, con el 53% de las opiniones, aparece el peligro que supone la «desinformación generada por el uso de la inteligencia artificial», en referencia a la tecnología capaz de, por ejemplo, inventar imágenes que parezcan reales o hacerle decir a cualquiera cualquier cosa en videos fraguados. «La verdad estará bajo presión», resume el documento.
El 46% ubicó como un riesgo para este año la «polarización política y social», en tanto que un 42% habló del impacto de la crisis económica y un 39% postuló los «ciberataques» como otro de los temas inquietantes en la actualidad.
Con el mundo en esa, el universo de los hombres de negocios y líderes políticos que se mueven por nuestro país más específicamente, podrían armar obviamente otro ranking de riesgos argentinos tal vez más inmediato, repleto de interrogantes para los que no hay consultor que se pueda contratar que pueda asegurar que tiene la posta.
Las preguntas se repiten: ¿aguanta la sociedad el intento de violento alineamiento de precios que está habilitando el gobierno de Javier Milei y puede causar una caída del poder adquisitivo sin precedentes? ¿Hasta dónde irá la inflación en el primer trimestre? ¿Deberá el equipo económico devaluar otra vez en un par de meses? ¿Se viene un plan de estabilización más tradicional que trate de recuperar el peso o estamos en la antesala de una dolarización de la economía más temprano que tarde?
Y en ese ciclo, ¿cómo reaccionará el particular esquema de poder del jefe de Estado si se extienden los reveses en la Justicia para frenar más partes del decreto desregulador y no avanza la ley ómnibus que incluye subas de impuestos clave para cerrar las cuentas públicas?
¿Primará la cordura y el intento negociador o redoblarán la apuesta y se desbocará el león, como dio la impresión de que ocurrió cuando descargó en estos días una bronca exagerada con una periodista que pifió un dato sobre si sus perros ya están en Olivos?
La fuerza
Un empresario que entiende que el éxito depende más del carácter de un político que de su capacidad de gestión asegura que en este punto es clave entender el rol de Karina Milei, la hermana del Presidente y formalmente la secretaria general de la Presidencia.
Karina Milei suma poder en el Gobierno: qué áreas tendrá a cargo y los 19 objetivos «El jefe», como la llama el economista, ejerce un poder en las sombras que se fue acrecentando durante la campaña. Hoy levanta colaboradores o les corta la cabeza con una frialdad que -atención- este ejecutivo le atribuye a que ella durante años tiró las cartas del tarot, unos naipes que hace siglos se usan para adivinar el futuro o entender qué puede pasar y por qué.
«Ahí está todo», asegura el dueño de una firma que ha atravesado varios gobiernos sin ponerse colorado. Acto seguido, revela quizás el secreto más delirante o místico detrás de este increíble periplo de un outsider rarísimo y su hermana hasta la cima del poder: hay que ir a ver la baraja número 8 de ese mazo legendario, asegura.
Cuando la ves, te volvés un poco loco. La carta se llama «la fuerza» y la imagen muestra un león acariciado por una mujer, en algunas versiones rubia, que con una expresión calma lo acaricia, lo amansa, lo protege, o lo que quieran interpretar. Disculpen lo que estoy escribiendo. Juro que es una nota de actualidad económica.
Basta recurrir a los que creen en esta disciplina para que expliquen cosas como que ese naipe hace alusión a «la fuerza del espíritu». Según dicen y este empresario relata entusiasmado, «el león representa la fuerza bruta, los impulsos, los miedos primitivos, nuestras pulsiones, todo lo que remite a lo instintivo e inconsciente».
Hay más. «Es la carta que nos permite encauzar mediante la compasión y la empatía toda la fuerza desbocada de la bestia que no mide cuán dañina puede ser si se la deja expresar ese instinto brutal».
Sigue: «Es la posibilidad de domar amorosamente a la bestia y ponerla de nuestro lado». Y más: «El león representa lo reprimido con lo que no nos llevamos bien. Y nosotros podemos aceptar a ese león e incorporarlo y amansarlo, o reprimirlo o dejarlo ser tal cual es, desbocado».
Cuando se le hace notar a nuestro amigo -que habla en medio de sus vacaciones- que está citando una interpretación de una carta del tarot para tratar de entender la personalidad de un presidente y la influencia en su carácter de su hermana para de ese modo tratar de sumar perspectiva a lo que puede ser este 2024, se encoge de hombros.
«¿Y? ¿Qué tiene de raro?», retruca. Enumera que el Presidente dice que habla con los perros muertos y que entonces eso lo habilita a sumar todo tipo de herramientas para completar la visión de futuro. Tiene un punto.
Disney on oil
Lejos de cualquier esoterismo, donde prácticamente no existen dudas a esta altura sobre el año que arranca es en el sector petrolero. «Estamos en Disney», asegura un referente del negocio que como que no puede creer que tenga libertad total para fijar precios y decidir cuánta producción destinar al mercado interno y cuánto a la exportación. Hasta le da temor de que el Gobierno se pase de largo, se la ponga de sombrero y todo termine en el regreso de una regulación mayor a lo de antes. Pero mientras tanto, Disney.
La liberalización total del sector sin además aumentar la alícuota del impuesto a los combustibles líquidos generó un maná de ingresos para un rubro que, si ya venía creciendo, ahora planea pisar el acelerador a full este año con planes de inversión que además podrían multiplicarse si se aprueba el régimen especial para grandes inversiones que va en la ley ómnibus.
Se trata de una realidad que transforma a los gobernadores de las provincias con recursos naturales en jeques árabes en tiempos de recortes, capaces de inventar todo tipo de mecanismos para capturar parte de la bonanza en sus territorios, más allá de los impuestos.
El caso de Rolando Figueroa, el flamante mandatario neuquino, puede sentar un precedente. Acaba de lanzar un programa de becas de formación para petroleros con aportes directos de las compañías que explotan yacimientos en la provincia. Les acercó un formato de sponsoreo de distintos niveles para que decidan cómo participar y cuánto aportar en cada caso. «Va a hacer que las familias sientan los beneficios de Vaca Muerta», les explicó.
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