Asesino silencioso: cómo evitar riesgos mortales con las estufas a gas en tu casa
Con las primeras olas de frío, muchas familias ya comienzan a encender las estufas a gas en sus hogares, artefactos efectivos para calefaccionar ambientes. Sin embargo, pueden convertirse en un verdadero peligro si no se usan correctamente.
El riesgo principal es el monóxido de carbono, un gas tóxico, inodoro e incoloro que puede acumularse sin que nadie lo note. Su inhalación puede provocar desde síntomas leves hasta la muerte. Por eso, es clave prestar atención al estado de las estufas y a las condiciones del ambiente antes de prenderlas.
¿Por qué puede ser peligroso usar una estufa a gas?
El principal peligro está en una combustión incompleta, que puede generar monóxido de carbono. Este gas se produce cuando el aparato no quema el gas de manera eficiente y puede llenar el ambiente sin que los ocupantes lo perciban.

Una señal de advertencia es el color de la llama. Si es azul, el funcionamiento es correcto. Pero, si la llama es amarilla o anaranjada, puede indicar una falla. En ese caso, conviene apagar la estufa inmediatamente y consultar a un gasista.
La Asociación Argentina de Medicina Respiratoria advierte que el monóxido reemplaza al oxígeno en la sangre y puede provocar dolores de cabeza, mareos, vómitos, desmayos e incluso la muerte en casos de alta exposición.
¿Qué precauciones se deben tener en cuenta antes de prender una estufa a gas?
Antes de encender una estufa tras varios meses de inactividad, es fundamental realizar una serie de chequeos para asegurarse de que funcione correctamente. Según recomendaciones del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), lo ideal es realizar una revisión completa una vez al año, especialmente durante el invierno.

Algunas de las precauciones más importantes para prevenir accidentes por intoxicación incluyen:
- Comprobar que no hay pérdidas de gas en la conexión.
- Verificar que el piloto y el encendido funcionen correctamente.
- Asegurarse de que los quemadores estén limpios.
- Confirmar que los conductores de evacuación de gases estén despejados.
- Mantener las rejillas de ventilación abiertas y sin obstrucciones.
¿Cómo comprobar el estado de la estufa?
En muchos casos, para revisar adecuadamente una estufa de gas es necesario desarmarla parcialmente. Esto permite inspeccionar el estado de los quemadores, limpiar residuos acumulados y garantizar que el sistema de encendido esté en buenas condiciones.

Este trabajo debe hacerlo un gasista matriculado, ya que manipular una estufa sin conocimientos técnicos puede ser contraproducente. Los costos pueden variar dependiendo del modelo y de estado del artefacto, pero es una inversión en seguridad que vale la pena.
Monóxido de carbono: ¿qué cuidados hay que tener?
Para evitar la acumulación de monóxido de carbono en el hogar, se deben seguir varias recomendaciones clave:
- No obstruir las rejillas de ventilación.
- Nunca usar la cocina y horno a gas para calefaccionar.
- Ventilar los ambientes diariamente, incluso en días fríos.
- Instalar detectores de monóxido de carbono, si es posible.
- Consultar al gasista ante cualquier olor extraño o mal funcionamiento.
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