INCERTIDUMBRE Y DESMOTIVACIÓN
publicaciones técnicas
Dra. CP ALICIA S. NEBBIA
En estos tiempos que corren a toda prisa, nos sentimos invadidos por una falta de certeza que nos impide describir el estado en que nos encontramos, las consecuencias de ese desconocimiento o INCERTIDUMBRE y la desmotivación que ello trae como consecuencia.
Pareciera que la contracara de este estado es la DESMOTIVACIÓN producida por el MIEDO que nos provoca no poder definir la situación real que nos rodea y como consecuencia de la misma, la imposibilidad de seguir adelante con nuestros proyectos porque ignoramos el escenario futuro al que arribaremos.
Esta situación conlleva a un RIESGO procedente de un estado de incertidumbre donde algunos resultados podrían tener pérdidas y diversidad en el tamaño de las mismas. Así surge también el uso de las palabras ambigüedad y vaguedad, como expresiones de lo que no se puede identificar plenamente.
Estas situaciones pueden darse a nivel local, pero también son consecuencia del ámbito global.
Existe un texto digno de recomendación que es: TIEMPOS LÍQUIDOS, de Zigmunt Bauman, donde hace mención a vivir en una época de incertidumbre. El paso de la fase “sólida” de la modernidad a la “líquida” (una condición en que las formas sociales ya no pueden mantener su forma por más tiempo, porque se descomponen y se derriten antes de que se cuente con el tiempo necesario para asumirlas y, una vez asumidas, ocupar el lugar que se les ha asignado) es la característica de nuestro presente. Lo que hace imposible establecer estrategias a largo plazo con una esperanza de vida más breve para cualquier tipo de proyecto. Gran parte del poder requerido para actuar con eficacia, del que disponía el Estado moderno, ahora se está desplazando al incontrolable espacio GLOBAL. La sociedad se trata como una red y no ya como una estructura. La virtud que se proclama actualmente es la FLEXIBILIDAD PARA CAMBIAR DE TÁCTICAS Y ESTILOS EN UN SANTIAMÉN, PARA ABANDONAR COMPROMISOS Y LEALTADES SIN ARREPENTIMIENTO.
Esta realidad actual se mantiene latente en el espíritu colectivo de los distintos grupos e instituciones a los que pertenecemos y desemboca en una actitud contraria a la que hemos sostenido durante décadas de darle a nuestra profesión una impronta emprendedora y creativa para asesorar a nuestros clientes o para ocupar cargos gerenciales o de liderazgo donde acompañamos desde nuestro asesoramiento a los emprendedores.
Esta situación unida a las consecuencias de la pandemia ha generado una falta de participación en muchas instituciones y organizaciones que hoy padecen situaciones muy negativas en cuanto a proyectos y campañas de los mismos por la influencia de esta situación que nos llega a todos.
El hecho de que tengamos al minuto acceso a los medios de comunicación agrava aún más esta situación ya que los problemas sufridos por cualquier pueblo o nación del planeta parecen influir en nuestros ánimos y en la expectativa de que estos fenómenos indeseados se desencadenarán también en nuestro territorio.
EN ESTOS MOMENTOS UN PROFESIONAL DEBE ESTAR ENTRENADO PARA ACOMPAÑAR ESTA SITUACIÓN, PARA AYUDAR A COMPRENDERLA Y PARA GESTIONAR PLANES Y SUS CORRESPONDIENTES CAMBIOS EN EL CORTO PLAZO PARA PROTEGER LA VIDA DE LAS EMPRESAS Y LA DE TODOS SUS INTEGRANTES, INCLUÍDOS NOSOTROS COMO PROFESIONALES.
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Leer en https://www.cpcesfe2.org.ar/incertidumbre-y-desmotivacion/