Mitos del verano: ¿Meterse a la pileta después de comer hace mal?
Llegaron los días de calor ideales para disfrutar de la pileta, y con ellos la típica advertencia de los adultos de la casa para los más chicos: «Esperá una hora para meterte al agua que recién terminamos de almorzar«. La idea de que nadar después de comer hace mal está muy instalada en la vida cotidiana pero, ¿es real?
El mito de no meterse a la pileta después de comer se sostiene en que puede dar dolores de panza y calambres, y esto podría hacer que, al no poder nadar, la persona se ahogue. Por eso, la tradición oral indica que hay que esperar al menos un rato para hacer la digestión y poder nadar con tranquilidad.
Hay una parte de cierto y otra parte de falsa en esta creencia popular. Aunque no hay pruebas científicas que vinculen nadar con calambres en el estómago, es verdad que el ejercicio vigoroso dirige el flujo de sangre del aparato digestivo hacia la piel y los músculos de los brazos y las piernas, y si la comida todavía no ha sido completamente digerida, puede producir náuseas, dependiendo de cuánto se comió. Esto puede significar una serie de problemas.
Si una persona va a nadar demasiado pronto después de comer, existe una pequeña posibilidad de que tenga calambres abdominales o malestar estomacal porque la comida no ha tenido tiempo de asentarse, de acuerdo al sitio web de Baylor College of Medicine.
Aquí viene la parte falsa: a pesar de que nadar con el estómago lleno puede generar molestias, no pone en peligro la vida tan fácilmente. Así lo aseguró Isabel Valdez, experta del Baylor College of Medicine, a médica asociada e instructora de medicina familiar y comunitaria.
Según el Comité Científico de la Cruz Roja, “la información actualmente disponible sugiere que comer antes de nadar no es un riesgo de ahogamiento y puede ser descartado como un mito”.
Vómitos en la pileta
Aún así, es verdad que nadar con la panza llena puede llevar a vómitos y a otras molestias en el tracto gastrointestinal. Por lo tanto, hay que estar atentos, en especial si se trata de un niño. Si un chico acaba de comer y comienza a vomitar mientras nada, en un punto de la pileta donde no hace pie, puede resultar en ahogamientos.
La Asociación Argentina de Pediatría sugiere esperar un rato después de una comida abundante. «Jamás ingresar al agua en el período posingesta de alimentos en cantidades significativas y menos aún de alcohol o drogas«, indica en un documento sobre cómo abordar ahogamientos de niños.
«Está bien nadar después de una comida ligera o un refrigerio; pero, si te sientes pesado (o tus hijos) después de una comida fuerte, lo ideal es tomar un descanso antes de nadar, puesto que no es cómodo tener el estómago lleno y realizar actividad física», coincide el doctor Jay L. Hoecker, para Mayo Clinic.
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