Son más de 110.000 muertos, marcha de las piedras, Morondanga
carta de lectores
Carta de la semana
Son más de 110.00 muertos
Mi padre falleció durante la más dura cuarentena. Vivió meses de angustia. Tuvo que hablar con su oncólogo muchas veces por teléfono, postergando estudios y tratamientos. Internado, casi sin visitas, sufrió no poder ver a sus nietos, no poder ir a tomar un café con su mujer ni manejar el auto para pasear como tanto disfrutaba. Pasó sus últimas Fiestas solo, mirando los oficios religiosos en la pantalla de un celular. Sabía que le quedaba poco tiempo de vida. Pero no iba a transgredir las leyes, no a esta edad. Por él y la enseñanza a sus nietos. Lo llevamos al cementerio sin velarlo, lo acompañamos los más íntimos, como marcaba la ley. Mi madre sufrió no poder acompañarlo, como lo hizo durante 60 años, en este duro proceso, mientras ella también se enfermaba de cáncer y padecía los mismos problemas que él para llevar adelante su tratamiento. A la enfermedad se le sumaba la desidia de no protocolizar cómo atender a enfermos complejos.
Mi mamá no pudo contener su angustia y dolor y pasó por los mismos sinsabores que él. Se fue pocos meses después. Sin que el dedito acusador la culpe de traer el virus de afuera, de ser una runner asesina ni tomarse un “cafecito” contagiador con mi viejo. Se nos fue sin ver las fiestas vip. Un consuelo, conociendo el dolor que le provocaba no poder abrazar a sus nietos durante más de un año mientras esperaba ansiosa la vacuna que no llegaba, la bendita vacuna que le estaban dando a quienes se “colaban”.
Por eso, son más de 110.000 muertos.
Adrián E. Gluck
DNI 17.902.632
Marcha de las piedras
La “marcha de las piedras” fue la primera representación colectiva por los argentinos fallecidos en más de año y medio de pandemia. Fue un hecho catártico para muchísimas familias implosionadas por el dolor puertas adentro. El 16-A dio cauce por fin al dolor y también a la indignación porque muchos no olvidan que las muertes ocurrieron en un contexto político determinado. Colocadas las piedras y fotos y flores y carteles y pequeños altares domésticos delante de las rejas de la Casa Rosada, surgió una imagen poderosa de amor y dolor colectivo. Piedras pintadas con la bandera argentina, nombres queridos, fechas, corazones, relaciones de parentesco. Tal fue el impacto de aquel nuevo santuario que hubo una reacción espontánea de trasladar la instalación desde el frente de la Casa Rosada a la explanada del mástil de la bandera para evitar que se dispusiera de ellas sin consentimiento de los presentes. Fue así como en un gesto solidario y respetuoso participamos del traslado de las piedras para asegurarnos de que el Gobierno no las tocara. Se dejó una senda abierta para el paso de los granaderos y así se hizo de noche, entre velas encendidas. La gente siguió aferrada a sus testimonios, buscando los nombres de sus seres queridos, rezando algunos, desahogando viejas angustias. En una tarde de alto voltaje, empezaba a haber algo de paz entre gente desconocida. Antes de retirarme, me acerqué a un oficial de la Policía de la Ciudad que miraba la concentración a la distancia. Le dije que no se podían tocar las piedras de la Plaza de Mayo. Me aseguró que tenía orden del gobierno de la ciudad de custodiarlas esa noche. Y añadió: todos tenemos una piedra ahí. Nos entendimos. Luego nos enteramos de que en la noche del 16-A, el gobierno nacional secuestró las piedras para colocarlas en la Casa Rosada, apoderándose de lo que no es suyo. En una doble afrenta a los deudos: impide primero el acceso libre de los presentes e impide también que se agreguen más testimonios de dolor. ¿Dónde, cuándo y en qué superficie dejará el Gobierno que ocurra la representación del dolor? Vuelve a implosionar en familias enteras. Lo que se siembra se recoge.
Teresa Harguindey
DNI 11.477.013
Morondanga
La señora Cristina Fernández rebautizó la Argentina como República Morondanga. Lamento estar de acuerdo. Dicho esto le pregunto a la vicepresidenta si pensó que con su marido gobernaron el país por 12 años, si sumamos los dos de Alberto, el año y pico de Duhalde, los más de 10 de Menem, dan casi 27 años. ¿Cree que usted y su partido no tuvieron nada que ver con esto? Por el bien del país le pediría que piense antes de hablar, porque puede pasar que esto pase a integrar el Manual de zonceras argentinas.
Juan Sotelo
Curso
Trascendió que el Fondo Soberano de Noruega ganó un 9,4% (US$111.000 millones) en el primer semestre del año. Gestiona US$1,3 billones (más de tres veces la economía argentina). Los administradores de las “cajas argentinas”, como la Anses, deberían ir a ese país a hacer un curso.
Hugo Perini
DNI 10.224.705
Vacunación y alergia
A la angustia que genera en la gente el Covid-19, las autoridades les han sumado el miedo a los problemas alérgicos que la vacuna pudiera ocasionar. Se exige una premedicación y consultas previas con alergistas, que agregan obstáculos a una decisión difícil para muchos. Es bueno recordar que la palabra “alergia” involucra de alguna manera al 20% de la población y que el 30% del total no quiere vacunarse. El Center for Disease Control de los Estados Unidos, la Academia Europea de Alergia, Asma e Inmunología Clínica, la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología Clínica y otros autores (Vaccinating against Covid-19 in People who Report Allergies, BMJ 2021; 372: n120) aclaran que deben tomar recaudos solo aquellas personas que han tenido alergia previa a una vacuna. En ningún caso se indica a “todos los alérgicos” una premedicación con corticoides y antihistamínicos ni certificados médicos de ninguna naturaleza. Eliminar barreras de acceso innecesarias a la vacunación nos ayudará a completar una campaña que ya es muy lenta y tortuosa.
Alejandro Malbrán
DNI 11.266.408
Traición del subconsciente
Un presidente desbordado por los errores, las indefiniciones de políticas concretas, la sobreactuación y la preocupación acerca de lo que piensa la jefa de la coalición que representa ha ocasionado en estos días dos dislates que demuestran su incoherencia. En primer lugar, el conmovedor episodio de miles de compatriotas que no pudieron canalizar su dolor para despedir a sus seres queridos, llevando una piedra con sus nombres frente a la Casa de Gobierno, en paz y en silencio, en la plaza que representa a todo el pueblo argentino. Y en la puerta de la quinta de Olivos se aprovechó la oscuridad de la noche para llevarlas al interior de la Casa de Gobierno en forma casi subrepticia, ante el temor de que todos los días se fueran juntando más piedras. En segundo lugar, casi en los dos años de gobierno, repasando sus discursos, parece que la patria nació con Néstor y Cristina Kirchner. Había que buscar con lupa alguna mención a San Martín, Belgrano, Güemes y otros próceres. En el caso de San Martín reclamamos en febrero del año pasado que al desaparecer su figura de los billetes en curso se sancionara una ley que estableciera que los nuevos billetes a emitir llevaran su imagen. Hizo suya la idea el presidente del bloque de Cambiemos en la Cámara de Diputados, que presentó un proyecto de ley que nunca mereció la atención y el tratamiento del bloque oficialista. El Presidente recuerda ahora a los que lucharon por la libertad de nuestra nación. Evidentemente la proximidad electoral hace que lo traicione el subconsciente y quiera además cada 24 horas en algún acto hacer mención del hecho, olvidando el viejo dicho de que “el que grita cuando habla no lo hace por convicción”.
José María García Arecha
Exsenador de la Nación (UCR-CABA)
Derechos humanos
Si alguna duda quedaba con respecto al uso y abuso del tema desaparecidos durante la dictadura, el exmontonero Luis Labraña se encargó de disiparla. Nunca fueron 30.000. Los datos rigurosos que se desprenden de la lectura de Nunca Más, el impecable informe de la Conadep editado por Eudeba, no se acerca a esa cifra. Tal como muchos ciudadanos de bien sospechamos, el tema de los desaparecidos y los DD.HH. desde sus inicios fue un negocio. Se mintió en la cifra para recaudar dinero. En otras palabras, se lucró con los muertos, por supuesto, de un solo lado. Para las víctimas del terrorismo por parte de las organizaciones armadas y para sus familias no hubo justicia. Los derechos humanos quedaron reducidos a los números de un cheque, al dinero que recaudaron y siguen recaudando las madres, las abuelas, los hijos y todos los funcionarios que lucran con los muertos que no existieron. Y en la actualidad, asolados por la pandemia, tenemos otro número, doloroso y verdadero: 109.405 fallecidos por Covid en la Argentina al 17 de agosto. Podrán quitar las piedras, podrán seguir dando excusas por las vacunas no compradas, pero no podrán ocultar la verdad. Tarde o temprano, sale a la luz.
Mi solidaridad y mi respeto para las familias de los muertos nunca respetados ni reconocidos.
Andrea Cecilia Testa
DNI 16.559.434
Pasajes gratis
Se informa que el Gobierno planea regalar cien mil pasajes de Aerolíneas Argentinas a extranjeros. Siendo deficitaria la compañía, ¿cómo es posible que el Gobierno regale pasajes? ¿Por qué no baja impuestos, compra vacunas o asigna ese gasto en las múltiples necesidades que tenemos los argentinos? Evidentemente el Gobierno no tiene las prioridades claras.
Carlos Bledel
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