Pensando en cambiar: Te mostramos 10 ideas reales para renovar un baño chiquito y de época
revista living
50 años menos
El arquitecto Manuel Acevedo Gioja fue al punto. El mármol no se desecha, se pule. Ni siquiera tocó la jabonera para no afectar un material que estaba perfecto. Cambiando los sanitarios por un modelo nuevo pero sencillo de Ferrum (lo mismo vale para la grifería, hoy de FV), ya es otra cosa. Y, desde ya, se imponía reenlozar la bañadera. El vanitory con la bacha tipo ostra pasó a una sobria y lineal; el botiquín, superfluo, a espejo de grandes dimensiones. El barral (imaginen el lugar que sacaría la cortina) a media mampara transparente; las tulipas, a un artefacto neto con luz direccionable. Pocas decisiones para un baño resplandeciente.
Irreconocible
Con experiencia en reinterpretar la esencia de las construcciones, la arquitecta Cecilia Fidanza sintió que tenía la oportunidad de jugar el juego que más le gusta en su propia cancha. De la reforma integral de su casa, tomamos el toilette, y les pasamos la lista de sus nuevos elementos: Espejo (Cristalería Bernal). Apliques (Del Cogliano Iluminación). Mesada de Silestone (Marmolería Eduardo Galleano). Bacha semiencastrada ‘L.830.17’ (Deca). Grifería (Hansgrohe). Pintura látex interior satinado ‘7069 Iron Ore’ (Sherwin Williams).
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Guardar lo que es bueno
¡Ay, los botiquines! ¡Y los estantes de vidrio! En este baño reformado por el arquitecto Alejo Petrucci, una de las primeras medidas fue eliminarlos. Sobre un nuevo revestimiento de Subway blancos, un angosto estante corrido de mármol marca el inicio de un gran espejo. Ahí mismo se colocaron apliques que imitan a los vintage, combinando vidrio opalino y bronce cepillado. El banco de apoyo se hizo con un tramo de la vieja mesada de cocina, que también cayó en la reforma. “Mantuvimos los artefactos y accesorios de porcelana esmaltada (fabricados en Nueva York en los 30) y los actualizamos con la grifería”.
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Antes y más antes
Las únicas intervenciones que se hicieron en este baño fueron para revertir reformas anteriores que no se adecuaban a la estética de los 40. Por ejemplo, se buscaron piezas vintage para reemplazar el lavatorio, el botiquín y las lámparas. El piso, poco feliz, se cambió por venecitas negras, un lindo acento de época que, sin embargo, actualiza. Por otro lado, se eliminó la segunda puerta, que daba al dormitorio principal, y se cubrió ese tramo de pared con un espejo de cuerpo entero enmarcado con azulejo negro.
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Reforzar el look
Con la creación de su propia tienda de objetos eclécticos, Sixta , Sebastian Cuadrado Andreau formalizó su pasión por las antigüedades y la restauración. En el baño de su casa, resaltó el estilo original removiendo la pintura blanca que cubría los azulejos amarillos y agregando una franja negra en línea con la ducha. Eso sí, pintó de negro el piso de porcelanato, que no lo convencía.
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Reforzar el look II
Si hacés click acá, podés ver la reforma completa de este monoambiente, porque lo que te mostramos en esta imagen son los materiales y accesorios del baño renovado. Azulejos ‘Subway’ blancos con juntas en negro, como el piso (todo de Barugel Azulay). Usando el mínimo espacio, montaron el lavatorio (Ferrum) sobre un pie de hierro (Vint Market) que aloja un canasto (Kala Aromas) con toallas (Luna Deco) y jabones (Saponarium). Espejo circular con estructura de hierro y aplique estilo vintage (todo de Vint Market).
De baño mínimo a buen toilette
El Estudio Carranza decidió quitarle pocos metros cuadrados a este baño (un clásico ni chicha ni limonada) para ampliar la cocina. Y después, lo trató como se merece un lindo toilette. El microcemento alisado se complementó con un zócalo alto de madera con moldura que ayuda a jerarquizar el espacio y se prolonga en el mueble de mármol que contiene la bacha. Ubicado en la línea de la puerta, su delgado diseño evita choques al entrar pero su mayor secreto es una puerta lateral de guardado que además, permite acceder a los caños para arreglos y mantenimiento.
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Mínimo, pero brillante
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Soluciones creativas
En espacios amplios o reducidos siempre hay lugar para las buenas ideas. En este toilette mínimo y bien calculado, no sobra nada: la mesada de madera con la bacha embutida le da calidez a la base este del mueble, hecha con un bloque de granito. El toallero en el frente evita la intervención en la pared. Cortas pero prácticas, las cortinas dan la privacidad necesaria. Hasta encontraron espacio para pinturas, fotos y esculturas. Bien calculado, aquí no sobra nada.
Una fresca restauración es la clave de este baño. Los detalles clásicos como el piso antiguo de calcáreos se complementan con otros modernos, como las dos flores de ducha protegidas cada una por media mampara e iluminadas por luz rasante o las gruesas bachas de apoyo sobre una tabla de madera sostenida por ménsulas de hierro fundido.
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