Hablamos con la autora de «Mitos y más mitos sobre el orgasmo femenino»
género
“¿Mamá, vos alguna vez fingiste un orgasmo?”; esa pregunta le hizo su hija adolescente, en medio de una cena familiar. Entre reflexiones y respuestas nació la idea de crear un libro, que desde el vamos en el título invita a reflexionar todo lo que nos contaron o lo que naturalizamos sobre el orgasmo femenino. ¿Por qué es un tema tabú? ¿por qué es importante hablar de deseo?
Patricia Suárez es narradora, escritora y dramaturga argentina. Autora de libros como ‘La italiana’, ‘Esta no es mi noche’, ‘Causa y Efecto’, colabora en el diario Clarín y publica cuentos en las revistas Billiken y Genios. También formó parte de #MiráCómoNosLeemos, una colección ideada por la periodista Patricia Kolesnicov para hablar sobre temáticas de género. “Hay muchos títulos sobre feminismo como críticas al supuesto ‘instinto maternal’”, dice Patricia, quien participó junto a autores y autoras como Sergio Bizzio, Alicia Dujovne Ortiz, Florencia Etcheves, Fernando García, Betina González y más.
“Escribir es sanador, para todo el mundo. Por eso crear un ‘universo paralelo’ como es un cuento o una obra de teatro, te ayuda a sobrevivir la angustia. Anoto muchísimas ideas en una libreta, y cuando estoy con ganas de buscar materiales, las reviso. A veces hay algo, a veces no y hay que inventar de nuevo”, agrega en diálogo con este medio.
«Mitos y más mitos sobre el orgasmo femenino» fue lanzado en plena pandemia. Editado por Indie Libros, la autora realiza un recorrido histórico sobre la idea de sexualidad que tienen diferentes culturas de todo el mundo y la falta de información sobre el tema. Es una lectura dinámica que invita a la deconstrucción a través de datos y documentación.
“Es el final de un recorrido en el que analiza desde cómo egipcios y griegos hablaron de la sexualidad de las mujeres hasta por qué recién en los años 60 del siglo XX crecieron las consultas médicas de aquellas pacientes que no alcanzaban el clímax. Todos esos siglos tuvieron que pasar para empezar a acceder al derecho al goce. Suárez pasa por las descripciones que los médicos medievales hicieron del clítoris y por la negación de su destino de puro placer por parte del primer psicoanálisis. Y llega al final: ahí donde avisa que un orgasmo puede transformar la realidad”, dice la sinopsis.
En diálogo con Filo.News, la escritora revela el detrás de escena de su libro, la importancia de la educación sexual integral (ESI), los desafíos personales que implicó el proyecto, la relación de los feminismos con la visibilización del tema y más.
- ¿Cómo fue la creación de «Mitos y más mitos sobre el orgasmo femenino»?
Dificilísima y hasta ¡deserotizante! Tuve que leer mucho sobre sexo, y la verdad es que la cuestión pura y dura de la biología del órgano genital femenino qué hace o dejar de hacer la vagina, el clítoris y el útero, qué hormonas, qué enzimas y qué terminaciones nerviosas, toda la parte médica, fue un poco engorrosa. Pero a su vez podía charlar mucho con mi hija sobre el tema, o con amigas que van de los 30 a los 83, y es muy interesante cómo cada una interpreta el goce femenino.
- ¿Qué representó para vos que tu hija preguntara sobre orgasmos? ¿Tu hija leyó el libro, qué le pareció?
Fue fantástico que habláramos sobre el tema. Porque el mayor problema del goce femenino es sobre el tabú que implica, ‘de eso no hay que hablar’ o peor aún ‘caretearla’, y entonces, que la persona que más querés en el mundo, lo plantee es un alivio enorme. Yo nunca me paré frente a mi hija como una autoridad en ningún sentido, así que estoy abierta a que me cuestione. Cuando una persona te cuestiona, en cualquier vínculo, el vínculo y vos crecen. Es lo que pretendo. Creo que leyó un poco el libro, pero como fue estando al tanto de lo que escribía, sabe bien qué hay en las páginas.
- ¿Cómo ves la relación de la nueva generación con el conocimiento de la sexualidad? ¿qué rol creés que tiene la ESI?
Nos guste o no, la ESI es fundamental para un cambio de paradigma en la sexualidad y para un crecimiento en la calidad de vida. Una siempre cree que las nuevas generaciones saben más, porque ahora se habla más y hay más conocimiento a la mano. Pero la verdad es que sólo se entera más quien tiene ganas, y la voluntad de saber. Por eso, la ESI, al estar en la escuela pública garantiza que un gran porcentaje de niños y adolescentes tengan esos conocimientos.
- ¿Por qué creés que la sexualidad es un tema tabú para las mujeres? ¿Por qué creés que la norma establecida es no tener orgasmos o no hablar del tema?
Bueno, es un valor muy antiguo y patriarcal; que las mujeres sepan que el orgasmo, que la felicidad sexual y como personas no dependen ni del miembro del hombre, ni de la gestación y crianza de un hijo, las vuelve ingobernables. Y el patriarcado quiere gente gobernable.
- Los autores varones que citás hacen foco en la demostración del orgamo como virilidad del hombre. ¿Por qué es importante la palabra de mujeres sobre el tema?
Porque las mujeres lo vivenciamos en nuestro cuerpo. Yo creo que los hombres -heterosexuales, neurotípicos- saben tanto del orgasmo femenino como nosotrxs sobre la próstata. Por eso es importante, también, una comunicación que se dirija a los hombres. Contarles cómo viene la cosa, y si quieren darse por enterados, bien; si no, no, y allá ellos.
- ¿Qué desafíos a nivel personal implicó la escritura del libro? ¿Cuál fue tu reacción al encontrar los diferentes tipos de tratamientos del orgasmo en las culturas?
Uf, ¡muchos desafíos! Yo soy una escritora de teatro y de literatura, no una sexóloga. Así que era difícil animarme a mostrarlo, a hablar con cierta soltura y autoridad -la que me da haber estudiado el tema en cientos de libros-. Pero también hablo desde mi sorpresa al saber que no en todas las culturas, el orgasmo femenino era algo a reprimir. Como lo ha sido en la nuestra.
- En el libro hablás de la construcción de la mujer en Hollywood como parte de un sistema que reproduce la cultura patriarcal. ¿Creés que se modificó eso con el paso de los años? ¿cómo se ve el orgamos en el cine?
Ay, ¡Hollywood! Creo que es la institución más patriarcal que existe. No, no se modificó.
- ¿Qué rol tuvo el feminismo en la visibilización de este tema? ¿por qué se puede considerar el orgamo como un acto de empoderamiento?
Si no hubiera sido por los movimientos feministas del último lustro, este libro no hubiera podido ser leído. Ni siquiera existiría la colección en Bajalibros. Hubiera seguido habiendo artículos y libros a lo Cosmopolitan review sobre cómo tener un orgasmo -la perfomance- y no sobre qué significa tener un orgasmo. Esta diferencia es fundamental, es la nos empodera. Tengo un orgasmo de la misma manera que tengo derecho de aprender a leer y escribir, de entrar a la universidad, de votar, de elegir con quién unirme en matrimonio, de concebir o no un bebé, y de ponerle mi apellido.
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