Una versión 4.0 de la universidad
opinion
El contexto de la pandemia provocada por el Covid-19 visibilizó la importancia para la sociedad de contar con líderes que trabajen desde la tecnología e innovación con foco en lo que sucede alrededor.
En las organizaciones en general, la situación impulsó a adaptarse, por lo que los roles de las personas combinados con la tecnología se volvieron esenciales. Además, se llegó a la conclusión de que, a través del sentido de pertenencia, de las asociaciones y la recreación de un ecosistema centrado en la misión, se puede lograr la resiliencia necesaria en un contexto de incertidumbre. En el caso de nuestras universidades, el rol del docente en preparación y adaptación fue clave para continuar nuestra tarea formadora.
Desde lo educativo, es primordial acompañar este proceso. La educación superior necesita ser punta de lanza a partir de la generación de universidades 4.0, capaces de generar círculos virtuosos de innovación, basados en la sostenibilidad, el diálogo continuo, y sin fronteras con toda la comunidad. Ser reflejo del ímpetu que tiene la sociedad para superarse a sí misma día a día.
Además, la ciencia y la investigación, apalancadas en la tecnología, han demostrado el rol clave que siempre han tenido en el desarrollo y progreso de nuestra sociedad. En especial, el trabajo de investigación colaborativo y transfronterizo, potencia los esfuerzos y acorta los tiempos. Aquí, y en todas partes del mundo nos deja entrever la gran oportunidad que significa la internacionalización de las relaciones entre universidades facilitadas por la tecnología y el libre fluir de los datos. Otro aspecto fundamental de una universidad 4.0.
Este compromiso debe lograrse gracias a una cultura de trabajo creativa e inclusiva; que se maneje con procesos eficientes y donde el liderazgo sea coherente y centrado en los valores humanos.
El norte para los próximos años debe centrarse en sostener esta estrategia de desarrollo y crecimiento de universidades 4.0. La educación argentina depende de ello para potenciarse, ser aún más reconocida internacionalmente y recrear una cuna de innovación a nivel nacional.
La inversión en infraestructura y la diversificación de actividades son aspectos esenciales que acompañarán este proceso. El aprendizaje, la experimentación y el descubrimiento son aventuras humanas de intercambio que necesitan contextos físicos y tecnológicos que los potencien.
Para poder alcanzar esta estrategia resulta clave priorizar las conexiones, tanto hacia afuera como internas, captando a los mejores talentos, provenientes de todos los sectores y rincones. Además, es fundamental que, en un contexto tan holístico y demandante como el que vivimos, se genere articulación en las distintas formaciones académicas y profesionales. Todo esto sin perder de vista el contexto de acción, que debe obligar a una constante adaptación y autosuperación.
La universidad 4.0 ya está en desarrollo; el compromiso y el trabajo en conjunto serán indispensables para lograrlo.
Rector del ITBA
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