Roland Garros: Guido Pella y Juan Ignacio Londero, la alegría y la frustración como las caras de una misma moneda
tenis
En el deporte de alta exigencia, casi siempre los focos se direccionan en las grandes figuras, en los vencedores, los pocos que se llevan los títulos. Pero el tenis es un deporte que acostumbra a las derrotas: de los 128 jugadores que ingresan en un Gran Slam, sólo uno termina invicto y con la copa en alto; los otros, con sus más y sus menos, se van vencidos. Y el altísimo nivel que requiere el circuito también demanda estar al ciento por ciento; siempre o el mayor tiempo posible. Lo puede conseguir un puñado de jugadores, los que están desde siempre y algunos de los nuevos. Muchos, la gran mayoría, luchan en el día a día con algunas victorias y varias derrotas.
Naomi Osaka: la multa por rehusarse a hablar y una amenaza más severa
En esa tónica llegaron a Roland Garros Guido Pella y Juan Ignacio Londero. El zurdo, con apenas dos triunfos en todo el año, ocho derrotas, una dolencia en el aductor que lo tuvo a maltraer en las últimas semanas, infortunios varios por el Covid y altibajos en el tenis. El cordobés, con ocho caídas y apenas un par de éxitos en etapas de clasificación, sin siquiera una victoria en un cuadro principal. El Abierto francés, como todo Grand Slam, asomó como una oportunidad para empezar a levantar cabeza o continuar en declive. Hay, desde luego, tonalidades distintas, y algo de eso se reflejó en cómo le fue a cada uno.
Pella avanzó a la segunda rueda con un triunfo sobre el colombiano Daniel Galán, procedente de la clasificación por 6-3, 7-6 (7-4) y 7-5. El número 61 del mundo jugó en gran forma en el primer set; dio vuelta un segundo parcial en el que remó desde abajo, tras quedar 0-3 y 3-5 con el saque del colombiano, y dentro de un desarrollo parejo, desequilibró en el momento crucial del tercero para llevarse una victoria razonablemente holgada. Lo espera en la segunda rueda el estadounidense Marcos Giron (82º), que eliminó a Grigor Dimitrov por 2-6, 4-6, 7-5, 3-0 y abandono por lesión en la espalda del búlgaro, que tuvo tres match-points antes de retirarse. Por ahora, Pella disfruta una victoria, siempre necesaria, y más en esta clase de torneos.
“Es difícil. Porque uno pasa situaciones complicadas durante toda su carrera, siempre es igual y es muy difícil salir. Cuando uno está con poca confianza, los partidos se te van y es difícil torcer la mala racha. Yo sentía que venía trabajando bien, venía a la gira europea con ganas y con confianza, y tuve una lesión en Munich cuando mejor venía, después de ganar un partido y estar set arriba [contra John Millman]. Uno siempre quiere estar sano y jugar los mejores torneos, pero me tocó a mí y son cosas que hay que aceptar de la mejor manera para recuperar la confianza en un Grand Slam, jugando un partido duro contra un rival que no se entregó en ningún momento, y yo luchando contra mis propios demonios dentro de la cancha. Fue algo muy bueno poder ganar”, dijo Pella en la rueda de prensa posterior a su éxito.
A los 31 años, el zurdo conoce los puntos altos y bajos del circuito, con la alegría de ser uno de los héroes de la Copa Davis y haber sido Top 20 hace menos de dos temporadas, pero también con la necesidad de haber dado alguna vez un paso al costado cuando las cosas no salían. “Acá yo siempre vengo tratando de tener el mejor resultado posible. Cuando uno llega a un ranking importante la cabeza ya no se queda conforme, y ése fue uno de los problemas de mi carrera”, aceptó.
“Yo lo digo desde hace mucho, cuando uno no está bien, es imposible vivir. Si uno está mal y con la energía en un lugar oscuro, vienen las lesiones, los malos momentos se alargan y se hace difícil salir. Para eso están los psicólogos, la gente capacitada para llevarte a un lugar mejor. Cada vez hay más personas que transitan este momento, y si ven los partidos y jugadores que declaran eso, es porque la pandemia ha afectado muchísimo. Hay algunos que se adaptan bien, y otros no. A mí me tocó recibir mensajes de que alguien de mi familia tiene Covid, y pensás en ellos, si van a estar bien. Estamos en una situación que no es fácil y creo que vamos a empezar a ver las secuelas recién dentro de un par de años, todavía no vimos nada”, amplió el jugador surgido en Bahía Blanca.
Al debut exitoso de Pella le siguió la eliminación de Juan Ignacio Londero. El de Jesús María es hoy una sombra de aquel jugador que irrumpió en 2019 en su primer Roland Garros hasta los octavos de final, donde sólo se inclinó ante Nadal. Puede parecer que no fue hace mucho, pero en el tenis y pandemia de por medio, es una eternidad. El cordobés no encuentra el norte y la paciencia se le acaba. Le había tocado una carta más compleja que Pella en el reparto: Cristian Garín. El partido se saldó con triunfo del chileno, número 23 del ranking, sobre el de Jesús María, 102° en el escalafón ATP: 3-6, 6-4, 7-6 (7-4) y 6-2, en tres horas y 9 minutos. No jugó mal el Topo, y de a ratos puso en aprietos a su rival, pero la falta de autoestima se nota en los puntos decisivos, esos en los que la fe inclina la balanza a favor o en contra.
“Estoy sufriendo ahora, mucho peor. El tenis, en mi caso, me dio mucho en 2019 y me lo sacó todo en 2020 y en lo que va de 2021. Estoy sin ganas de nada. Creo que voy a jugar Wimbledon, y luego si entro a algún ATP lo voy a jugar, y después no jugaré más que no tenga ganas de nuevo. Esto me está haciendo mal a la salud, y jugar como estoy jugando es al pedo, no sirve, no le gano a nadie. Uno siempre cree que está tocando fondo y siempre hay algo más abajo”, ensayó Londero ante la prensa argentina, sin vueltas a la hora de reconocer el pozo del que le cuesta salir.
Francisco Cerúndolo en Roland Garros: su primer Grand Slam y el curioso vínculo con su perro
Y fue todavía más lejos: “Me quiero tomar mucho tiempo de vacaciones, disfrutar de las cosas. Desde que terminó 2019 no la pasé bien. Quiero estar en mi casa, con mi familia y mis amigos, y volver a tener ganas. No voy a dejar de jugar al tenis, pero momentáneamente sí lo haré. Influye mucho el tema pandemia, por supuesto. En mi caso, un montón. Tampoco es una excusa, pero en mi caso yo venía de una forma en 2020 después de jugar la Copa Davis, con buenos torneos encima. Volví en agosto y empecé a perder, y es una debacle que sigue hasta hoy. En los últimos días me entrené poco. Si un torneo como este no te motiva, la cosa está mal. La pandemia y las modalidades de viaje que hay no ayudan para nada cuando estás con depresión, como yo”. En su caso, la caída libre se ha reflejado también en el ranking, y en un año y medio pasó del puesto 50º al 100º. Al cordobés le ha tocado lidiar con la cara oscura de la moneda, la flecha hacia abajo dentro un circuito que no se fija en estados de ánimo. Y aun cuando todas las semanas está la oportunidad de empezar de nuevo, no siempre es fácil encontrar el rumbo perdido.
https://www.lanacion.com.ar/deportes/tenis/roland-garros-guido-pella-y-juan-ignacio-londero-la-alegria-y-la-frustracion-como-las-caras-de-una-nid30052021/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.lanacion.com.ar/deportes/tenis/roland-garros-guido-pella-y-juan-ignacio-londero-la-alegria-y-la-frustracion-como-las-caras-de-una-nid30052021/