Islamofobia al rojo vivo
La Organización de las Naciones Unidas estableció el 15 de marzo de cada año como Día Internacional para Luchar contra la Islamofobia. Como fenómeno, la islamofobia incita a la hostilidad y al odio contra los musulmanes y contra los símbolos culturales islámicos. Se alimenta de la ambigua historia entre Oriente y Occidente, una historia de acontecimientos y hechos que preserva muchos aspectos de un conflicto entre dos entidades civilizatorias, que debe ser enterrado para siempre, para sembrar la paz en este mundo cada vez más convulsionado y belicoso.
Semanas atrás, recrudeció en Argentina el ataque de grupos organizados contra los musulmanes. Sabemos bien que responden a intereses oscuros que los direccionan hacia ese objetivo, y tal vez reciben una buena paga por ello. Tal como dice nuestro presidente Javier Milei: esos son los ensobrados de siempre. Son capaces de hacer cualquier cosa por dinero. O tal vez, como reza el titulo de la excelente película de Clint Eastwood, “por unos dólares más”.
Alguno que otro aventurero, de esos que tristemente aparecen en YouTube u otras redes sociales, se rasgan las vestiduras pidiendo que los musulmanes vuelvan a sus países. Se hace inevitable aclararles algunos puntos que seguramente se les olvidaron, o que no los quieren recordar, porque les tocaría en primera persona. Como todo argentino bien nacido en esta tierra bendita, todos tenemos derecho a disfrutar de esta tierra maravillosa que nos ha acogido a todos desde hace más de 500 años.
A esos energúmenos agitadores sociales les decimos que, si de irse de este país se trata, nos tenemos que ir todos. Españoles, italianos, rusos, franceses, ingleses, árabes, musulmanes, cristianos, judíos, ateos, etcétera. Porque los verdaderos dueños de estas tierras son los autóctonos que se establecieron en ella hace miles de años.
Aquí van algunos, por si a alguien se le pasó por alto la evidente realidad: atacamas, ava guaraní, aymará, chané, charrúa, chorote, chulupi, comechingón, diaguita-calchaquí, guaraní, huarpe, kolla, lule, maimará, mapuche, mbyá guaraní, mocoví, omaguaca, ona, pampa, pilagá, quechua, rankulche, sanavirón, tapiete, tehuelche, toba, tonocote, tupí guaraní, vilela…
Si alguien de esos islamofóbicos desciende de esas tribus aborígenes, pues tiene todo el derecho de reclamar y quedarse en estas benditas tierras. De lo contrario, que se llame a silencio y calle para siempre.
Finalmente, marzo es el mes de la mujer, a quienes queremos felicitar por todo lo que significan en este mundo. Prometo que mi próximo artículo será, Dios mediante, en homenaje a ellas.
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