La última campaña contra la aftosa dejó algunas señales de alerta
En una reciente reunión de entidades rurales, varios dirigentes coincidieron en que los resultados de la segunda campaña anual de vacunación contra la aftosa, terminada hace unas semanas, estarían arrojando resultados algo diferentes a lo esperado.
Con los datos provisorios y parciales con que se cuenta hasta ahora, se advierte que al segundo semestre de 2024 cae significativamente el stock de vaquillonas y novillitos, producto de los menores nacimientos 2023 y de las altas faenas que se dieron de estas categorías durante el año pasado, y que se aceleraron en el último trimestre del año que acaba de terminar.
De acuerdo a estos datos provisorios, la recuperación del número de terneros al pie de la madre es algo inferior a lo esperado: se aguardaba una mejora más marcada en la cantidad de terneros nacidos en 2024, luego de la seca de 2022, que determinó una reducción del orden de las 800 mil crías en el destete en los terneros nacidos en 2023 y destetados en el otoño de 2024.
En la primavera 2023, el servicio habría registrado una recuperación en el porcentaje de preñez con respecto al año anterior, pero que no alcanzaría a compensar plenamente el menor número de vacas y vaquillonas expuestas a servicio.
En la segunda vacunación no se inocularon vacas y toros, pero considerando la elevada matanza de estas categorías, puede estimarse que su stock habría caído.
Debe destacarse que el dato de menor número a lo esperado de terneros al pie de la madre debe tomarse con cuidado, porque la parición de este año en muchos distritos –especialmente en el norte– luce atrasada.
Esta situación da lugar a que un buen número de crías chicas no se alcancen a vacunar y sean contabilizadas recién en la primera campaña de 2025, que empieza en pocas semanas más. En muchas ocasiones la cantidad de terneros inoculados en la primavera resulta sensiblemente inferior –hasta un millón de cabezas– a la cantidad de crías efectivamente destetadas en el otoño siguiente.
En resumen, la segunda campaña de vacunación contra la aftosa 2024 revelaría una caída importante en el número de vaquillonas, novillitos, y en menor medida de novillos, y una recuperación –algo inferior a la esperada– en el número de terneros.
El stock ganadero en general, y el de cría en particular, sigue sin recuperarse.
Aunque la mayor parte de los terneros a destetarse el próximo otoño lucen un peso superior a lo habitual, en algunas zonas, los terneros están comenzando a sentir la falta de pasto y la menor producción de leche de la madre.
La rentabilidad de la cría ha caído un 27% en el último año, pero la mayoría de los criadores, si bien vienen de años difíciles a causa de la seca, están desahogados financieramente y en general no están endeudados.
El ritmo de ventas dependerá en gran medida de la evolución de las lluvias, con una seca que ya afecta gran parte de las zonas criadoras.
En el caso de Ayacucho, el partido con el mayor stock de la provincia de Buenos Aires (780 mil cabezas), en la segunda campaña de vacunación contra la aftosa 2024 se inocularon 502 mil cabezas (de categorías menores), un 1,7% más que el año anterior.
Se vacunaron 271 mil terneros, un 6% más que el año anterior, encontrándose además 129 mil vaquillonas (-4,4%), 77 mil novillitos (+0,7%) y 19 mil novillos (-3%).
La cantidad de hacienda vacunada en Ayacucho se recupera un 1,7% con respecto al año 2023, pero se ubica todavía un 3% por debajo de la primavera de 2022.
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