Así es Golpe de suerte en París, el filme número 50 de Woody Allen: elegancia impersonal
Luego de una pausa infrecuente en su imparable neurosis filmográfica, Woody Allen retorna a la cartelera con Golpe de suerte en París aprovechando el viento a favor de cifras redondas y gestos inéditos: es su quincuagésima película, la primera hablada en francés con actores franceses y la que lo encuentra a un paso de cumplir los 90 años.
Apoyado en la grácil fotografía del también veterano Vittorio Storaro, como lo hacía en la anterior Rifkin’s Festival (2020), Allen se larga a pasear su cámara por la capital francesa para esbozar una reminiscencia otoñal de las obsesiones que permearon su ya inabarcable trayectoria.
Con el inveterado jazz de fondo, Golpe de suerte en París exhibe sin preámbulo el encuentro inesperado en esa elegante urbe entre Fanny (Lou de Laâge) y Alain (Niels Schneider), quienes no se veían desde sus épocas de secundario en Nueva York. El diálogo entre ellos no solo sugiere una evidente y recobrada atracción, sino el efecto disruptivo que puede tener el azar en cualquier vida y que es la clave del filme, ya presente en el título.
Por supuesto, toda suerte puede ser buena o mala dependiendo de la perspectiva, y el choque entre los dos jóvenes derivará en consecuencias agridulces.
Sucede que Fanny está cómodamente casada con el pérfido y refinado Jean (Melvil Poupaud), quien se dedica a “hacer más ricos a los ricos” y reparte su ocio entre actividades como la caza o la contemplación de un ferrocarril en miniatura. Incluso se rumorea de él un pasado oscuro a lo Gatsby, vinculado a la misteriosa desaparición de un socio que no lo beneficiaba.
Adulada y mimada por su celoso marido, Fanny se reconoce sin embargo como un espíritu rebelde y no le gusta la idea de ser un mero “trofeo” de Jean. A la par de esa existencia lujosa, se va desarrollando el creciente romance con Alain, un escritor nómade y bohemio que está terminando su novela y que le pide a Fanny que lo abandone todo por él.
Tan preciosista como impersonal, Golpe de suerte en París cita a antiguos y recientes filmes de Allen (Match Point, Medianoche en París, Crímenes y pecados) entre la comedia moral, el policial disparatado, la sátira de clases y la postal turística; aunque de no ser por esas marcas, podría no ser un filme del director estadounidense (y sí el de algún cineasta francés que copia de manera anacrónica a Rohmer o a Chabrol).
El retrato macabro de los nuevos ricos es lo único que hace que corra algo de sangre por estos tres actos ajedrecísticos y perezosos, dedicados más al estándar que a la improvisación, de un Allen que no celebra el azar sino la fijeza del destino.
Para ver “Golpe de suerte en París”
EE. UU., Francia, Reino Unido, 2023. Guion y dirección: Woody Allen. Con: Lou de Laâge, Niels Schneider y Anna Laik. Duración: 96 minutos. Clasificación: Apta para mayores de 13 años, con reservas. En cines.
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