El valor de la credibilidad
Vivimos en una sociedad en la que, lamentablemente, la mentira se usa para falsear de manera intencional y consciente, con el objeto de engañar por medio de algo que no es cierto.
Son declaraciones que se dicen para que quienes las escuchan las consideren como verdaderas, cuando en realidad no lo son.
Son en muchos casos promesas que nunca se van a cumplir. Promesas que, al no cumplirse, producen desconfianza cuando las escuchamos. Por eso, cuando vemos que algo es verdadero se genera confianza y ello produce credibilidad en quien realmente dice la verdad.
La credibilidad es un valor muy importante en estos tiempos, ya que no sólo significa creer que lo que alguien dice es verdad, sino también nos permite creer en esa persona.
En el libro de Proverbios, se dice: “El que habla verdad declara justicia, mas el testigo mentiroso, engaño” (Proverbios 12:17).
La credibilidad se atribuye a una persona o institución; es decir, si tanto una como la otra son dignas de fe o de confianza. La verdad siempre es justa; la mentira siempre tiene que ver con el engaño. Tiene que ver con la fama o reputación de una persona en relación con las cosas que cuenta y si es veraz u objetiva.
Dios nos ayude a ser veraces en todo lo que decimos o hacemos; de eso dependerá nuestra reputación. Que podamos decir siempre la verdad, aunque a veces esta pueda ser dolorosa. Se dice también en el libro de San Juan: “El que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios”. Quiera Dios que así sea.
Dios te bendiga.
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