Polifenoles: qué son, para qué sirven y por qué los llaman los guardianes invisibles de la salud
Los polifenoles, o compuestos fenólicos, son producidos por las propias plantas y las protegen frente a enfermedades o situaciones de estrés para su salud. Los seres humanos consumen estas sustancias a través de la alimentación, generando en consecuencia beneficios para la salud.
Desde su poder antioxidante hasta su capacidad de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, estos compuestos están presentes en alimentos comunes como frutas, verduras y especias.
Polifenoles: qué son, para qué sirven
Raúl Zamora Ros, epidemiólogo nutricional y profesor asociado de la Universidad de Barcelona, España, explica que son compuestos bioactivos, con efecto biológico para la salud, y además, son metabolitos secundarios de las plantas.
Como son protectores para las plantas, se pensó que, si ellas mismas las creaban y tenían un efecto beneficioso, también podrían tenerlo en la salud humana cuando se consumen. De ahí, detalla el especialista, ese gran volumen actual de investigación sobre los polifenoles y su efecto sobre la salud.
De hecho, hoy en día hay numerosos proyectos de investigación al respecto y Zamora Ros investiga concretamente el efecto de estos compuestos sobre el cáncer.
Polifenoles: por qué los llaman los guardianes invisibles de la salud
Los efectos más importantes que siempre se comentaron respecto de estas sustancias son su poder antioxidante y antiinflamatorio, vasodilatador, antitrombótico, antilipidémico, antidiabético, anticarcinogénico, antiestrogénico, entre otros muchos efectos.
Sin embargo, Zamora Ros advierte que estos efectos, normalmente, suelen ser indirectos, a través de la modulación de enzimas, y de algunas otras formas más complejas, como por ejemplo, la modulación de la expresión de algunos genes.
Sobre sus efectos en la salud, indica que, sobre todo en los estudios poblacionales, se vio que pueden disminuir la mortalidad total, y que protegen contra las enfermedades cardiovasculares (disminuir presión arterial, facciones lipídicas, ictus, anginas, o infartos, entre otras patologías cardiovasculares).
Igualmente, este investigador destaca que se vio que pueden reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y hay varios estudios que demuestran que los polifenoles ayudan a mantener el peso, un aspecto “muy positivo”, a su juicio, teniendo en cuenta la epidemia de obesidad y de sobrepeso que hay en nuestra sociedad actualmente.
Enfermedades neurodegenerativas
Otro de los campos donde son beneficiosos, y de hecho representa a día de hoy “uno de los puntos más calientes de investigación de los polifenoles”, son las enfermedades neurodegenerativas, como la demencia, el Párkinson o el Alzheimer.
“Se comprobó que ayudan en la fase patológica, pero también lo hacen en las fases previas. Por ejemplo, a mejorar la memoria, la plasticidad neuronal, la microcirculación cerebral, o bien el equilibrio oxidativo en el cerebro”, dice.
De hecho, Zamora Ros destaca que una de las cosas que se vieron hace un par de décadas que pueden atravesar la barrera hematoencefálica, pueden llegar al cerebro, y hacer efectos a nivel local del cerebro. “Todos estos estudios, tanto a nivel epidemiológico como clínico, tiene mucho interés porque se ve que reducen estas enfermedades neurodegenerativas, aumenta la cognición y la memoria. Ahora hay mucha investigación en este ámbito y la mayor parte de resultados son esperanzadores y positivos”, remarca.
No todo es color de rosa
En el caso del cáncer, uno de los campos al que este investigador más se dedica, se están recopilando resultados “poco atractivos” en cuanto al papel de los polifenoles en prevención, “la mayor parte nulos”, según subraya.
“Dada la evidencia actual, no por consumir más polifenoles disminuimos el riesgo de padecer cáncer; aunque en ningún caso habría polifenoles que aumentaran el riesgo de padecerlo, que esto sí es una buena noticia”, agrega.
Pero sí se vio que, en algunos tipos de cáncer, algún subtipo de polifenoles (hay más de 8.000 diferentes en la naturaleza, y en la dieta humana se consumen 500 tipos diferentes), podría reducir este riesgo.
Alimentos ricos en polifenoles
Todos aquellos alimentos de origen vegetal, porque los polifenoles los generan las plantas para protegerse de ese estrés externo.
Los alimentos más característicos son las frutas, las verduras, los cereales integrales, las legumbres, los frutos secos, las especias, las hierbas aromáticas, entre otros.
En el caso de las especias son muy ricas en polifenoles la pimienta, el pimentón, la cúrcuma, la canela, la cayena, el perejil, el cilantro, o el orégano, entre otras. Son hierbas que se cultivan en el monte y se estresan por sus condiciones muy duras de cultivo. Cuanto más estresadas están las plantas, más ricas son en polifenoles.
También son más ricas en polifenoles las que se producen de forma más ecológica, dado que tienen más estrés, bien sea hídrico, o solar, fruto de los insectos que le rodean; todas estas plantas van a ser más ricas que no éstas que están tratadas con unas condiciones óptimas de cultivo.
Otros alimentos como el cacao, que es una fuente importante de polifenoles, al igual que las bebidas derivadas de alimentos de origen vegetal como el té, o el café, y que a día de hoy representan las fuentes principales de polifenoles en la dieta, aunque todo depende de lo que consumamos. Los jugos de frutas también son ricos en polifenoles, así como el vino, que es una fuente muy rica.
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