Menopausia: cómo abrazar esta nueva etapa sin tabúes
Esta es una etapa en la vida de la mujer con cosas lindas y otras no tanto. Sin dudas, hay que transitarla con amor y de manera natural, abrazando cada cambio. Algunos tendremos que ver la forma de modificarlos y otros nos gustarán.
En esta etapa algo cambia en tu cuerpo, especialmente en tu cerebro. Es posible que te sientas desconcentrada, frustrada y a la vez liberada.
Este cambio no sucede de un día para el otro, es un proceso que se llama perimenopausia y sucede aproximadamente 10 a 12 años antes de la menopausia.
A la perimenopausia se la llama la segunda pubertad, esto da una idea de todo lo que se vive, es un baile hormonal, una verdadera revolución y la primera hormona en irse de la fiesta es la progesterona, causante de mucha de la sintomatología.
Todos estos cambios no vienen para quedarse… tranquilas, esto también pasará, es temporal.
La perimenopausia o segunda pubertad podría durar diez años, esto significa que los síntomas duran eso, nunca tenemos que creer que un diagnóstico como por ejemplo la fibromialgia va a ser para siempre y que no tiene solución, es una etapa, no es para siempre.
La perimenopausia termina en una etapa de la vida más amable y tranquila, la menopausia. A esta etapa la tenemos que transformar en una etapa de círculo virtuoso de buenos hábitos.
Siempre hemos estudiado el funcionamiento de las hormonas desde una perspectiva demasiado reduccionista y hasta diría cientificista. No se estudia en profundidad el ciclo femenino y sus consecuencias emocionales y ni hablar corporales.
Todos estos cambios en las hormonas femeninas influyen en el funcionamiento del metabolismo, en el sistema inmunológico, en el sistema nervioso y ni hablar en el cardiovascular.
Tiempo de cambios
La perimenopausia comienza con una secuencia de eventos que se podrían agrupar de la siguiente manera:
1) Progesterona desciende. Esta etapa lleva a una gran cantidad de síntomas como ansiedad, mastalgia (dolor mamario), sudores nocturnos que aún no son los típicos sofocos, palpitaciones, cefaleas, ciclos más intensos e irregulares. La progesterona es la hormona de la mitad del ciclo, la que aparece después de la ovulación y tiene muchos efectos beneficiosos como por ejemplo calma el cerebro, reduce la ansiedad y ayuda al sueño, reduce la inflamación ayudando al sistema inmunológico, ayuda en la salud ósea, aumenta la tasa metabólica, por eso su descenso provoca toda la sintomatología antedicha.
2) Estrógeno elevado y muy fluctuante. En esta etapa comienzan a aumentar los estrógenos de una manera que podría hasta duplicarse, aparece un síntoma muy característico y molesto para la paciente y también para su familia y quienes la rodean, el estado de ánimo irritable. También en esta etapa aparece la depresión y las menstruaciones intensas y dolorosas. El estrógeno elevado estimula la histamina apareciendo urticaria y alergias. Congestión nasal, irritabilidad, insomnio, dolor articular, retención de líquido e incluso se alternan periodos de diarrea con otros catarsis normales. El estrógeno fluctuante con aumentos y disminuciones contribuye al insomnio, irritabilidad y períodos de furia extrema.
3) Estrógeno comienza a descender. Comienzan a aparecer los típicos sofocos que son el aumento de temperatura y transpiración sobre todo en el rostro con una duración de segundos, pero muy intensos.
Sequedad vaginal ya que hay una disminución y un debilitamiento de los tejidos vaginal, vulvar y también urinario. Es un síndrome genitourinario donde la mujer puede padecer infecciones urinarias a repetición. También en esta etapa aparece un síntoma muy molesto e incluso incapacitante en muchas mujeres, que son los dolores musculares y de las articulaciones. En esta etapa a muchas mujeres se les da el diagnóstico de fibromialgia.
También ocurre el aumento de peso a expensas del abdomen, sobre todo. Esto se debe, por un lado, a que se pierde la capacidad anabólica del estrógeno con la consecuente pérdida de masa muscular y esto ralentiza el metabolismo, por eso, muchas mujeres consultan que a pesar de realizar la misma actividad física y comer lo mismo aumentan de peso y también por el aumento de la insulina, sumado a la disminución del estrógeno que este último en condiciones normales mejora la sensibilidad a la Insulina.
Puede ocurrir la posible resistencia a la insulina. Es el trastorno de sensibilidad reducida a la hormona insulina que conduce a niveles elevados de esta con consecuencias negativas para la salud a largo plazo incluidas el aumento de grasa abdominal, pérdida de la memoria, aumento de vello facial y caída de cabello, osteoporosis, enfermedades cardiacas, sofocos.
Podríamos decir que esta segunda pubertad tiene la parte linda de sentirte libre, no se dan más explicaciones, no se necesita la aprobación de nadie, soy esto, siento esto…
Hay momentos en los que estas muy feliz y de repente te abraza una terrible tristeza sin explicación porque todo está dentro de los límites normales, es acá donde más tenemos que respetarnos. Se transita como se puede, sin pedir tantas disculpas.
Mi recomendación es, sobre todo a nuestras personas más allegadas, explicarles lo que estamos pasando. Sin dudas, esta libertad de la segunda pubertad es linda.
Una nueva etapa
La menopausia es un cambio de vida, es llegar a una etapa donde se perdió algo, la menstruación, algo que marca una segunda etapa, pero como es una pérdida en la que, por ejemplo, perdemos la capacidad de ser madres entre otras cosas, es un duelo. Tenemos que aceptar y amar esta etapa de la cual se pueden aprender cosas maravillosas. Es bueno envejecer saludablemente y tan importante como aceptar los cambios de la edad.
Pero como dijimos que es una segunda pubertad, también resurge nuestra “niña interior”, ¡la que no se disculpa! Pero como todo duelo no es fácil transitarlo.
Muchas veces lo que nos sucede es remar contra corriente con los cambios propios de esta etapa. No queremos despedir nuestro rostro sin arrugas, no queremos recibir a las canas; esto sin duda es lo que colabora, aparte del desequilibrio hormonal, para que esto se transforme en una terrible tormenta.
Por último, no quiero dejar de decir que hay mucho para hacer y todo es natural y al alcance de cualquiera. Con cosas simples podemos prevenir una perimenopausia muy sintomática:
• Alimentación Real de uno o dos ingredientes.
• Actividad física: entrenar tus músculos, aunque sean caminatas. No te olvides que para mejorar mucho de la sintomatología de esta etapa es necesario el músculo.
• Respeto del ritmo circadiano
• Gestionar nuestras emociones. Es momento de estar acompañada de un terapeuta.
Estos ítems serían el primer paso, luego hay muchos suplementos como vitaminas y minerales, fitoestrógenos, tinturas madres de hierbas y la terapia de reemplazo hormonal.
Lo más importante es respetarnos a nosotras. Es una etapa llena de sensaciones y emociones que tenemos que respetar y aceptar. Amemos la menopausia.
* Médica cirujana especialista en tocoginecología con formación en Medicina Integral y Nutrición Orthomolecular.
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