Peajes caros en tiempos de crisis
Entre la aprobación sin objeciones de parte del Ente Regulador de Servicios Públicos (Ersep) y la adecuación de costos presuntamente atrasados que alega la empresa Caminos de las Sierras (controlada por el Estado provincial), lo concreto es que desde el fin de semana pasado los automovilistas deben abonar una tarifa de peaje de $ 1.500 en el marco del sistema de la Red de Acceso a Córdoba.
Es el precio de transitar autopistas y autovías, aun en casos de usuarios que viajan diariamente por razones laborales o de otras características. Ya no importa demasiado el estado de deterioro que puedan presentar esas vías en algunos tramos. Hay que pagar sin chistar y seguir viaje hasta la próxima barrera. Incluso, en algunos casos, los habitantes de la misma ciudad de Córdoba que no salen del ejido municipal.
Como una suerte de consuelo, es para destacar que, además del pago manual en cabina, existe la opción automática para quienes abonen con la modalidad denominada “telepeaje”, un formato inteligente que lee las patentes y habilita el pase. En este caso, la tarifa es de $ 1.000, que serán debitados de la cuenta del titular del dominio.
Con todo, lo perjudicial en estos tiempos de ajustes y de restricciones extendidas radica en que, para los automovilistas (categoría 2) que pagan en cabina, la RAC y la buena predisposición del Ersep quintuplicaron el valor del peaje en lo que va de 2024. En diciembre pasado, la tarifa era de $ 300.
Pero nada está dicho todavía en materia de costos: como informamos días atrás, el organismo de control habilitó a Caminos de la Sierras a echar mano de un artilugio automático que le posibilitará aplicar incrementos mensuales hasta fin de año. No es de extrañar, como señala el informe, que en poco tiempo más quienes no opten por el telepeaje tengan que oblar un importe de unos $ 3 mil.
Por distintos motivos funcionales, las autoridades propugnan el traslado masivo de conductores al esquema de telepeaje. Evalúan que de esa forma se evitaría la congestión de tránsito en las tediosas colas en zonas de cabinas, además de evitar detenciones con motores encendidos, lo cual genera contaminación acústica y deteriora el ecosistema, por la emisión de gases tóxicos.
Queda claro que para que ello se cristalice habrá que poner en marcha proyectos ambiciosos, tendientes a ubicar más soportes automáticos. Algo de esto ya es moneda corriente en las autopistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba), donde los tradicionales cubículos de cobro ya no existen.
Como informamos, esta situación trajo aparejadas sorpresas desagradables y malhumor para automovilistas cordobeses que ingresaron a Caba sin conocer la vigencia del Telepase Obligatorio. Por ello, a muchos les llegaron multas por infracción.
Desde la firma porteña que gerencia el negocio, aconsejaron tramitar el pase sin barreras. Lo cierto es que, por ahora y por desconocimiento, miles de automovilistas del interior del país quedan atrapados en la “inteligencia” que no previene.
Habrá que encontrar un equilibrio, para que las rutas tarifadas no perjudiquen siempre a los usuarios.
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