Importaciones: con la rebaja del Impuesto PAIS, la demanda de dólares mete presión a las reservas
En el noveno mes del año, la Argentina exhibió un saldo comercial positivo de u$s 981 millones, lo que permite anotar diez meses consecutivos favorables, sin embargo, el incremento de la demanda rezaga del sector importador tras la rebaja del impuesto PAIS, vuelve a poner presión sobe la acumulación de reservas.
En ese sentido, distintos relevamientos privados destacaron que la administración de Javier Milei, acumuló u$s 15.132 millones en septiembre, pero se trató del saldo más bajo desde enero, y ponen la lupa en la proyección oficial de más de u$s 21.000 millones para el 2024.
Aunque se mantiene lejos del déficit, el dato despertó «vértigo» en algunos importadores que se entusiasman con la apertura, pero aseguran que la actividad está «planchada» y se peguntan ¿cómo afrontará el equipo económico la mayor demanda de divisas que exige la reactivación?
En el balance, fue clave el incremento de las exportaciones que totalizaron los u$s 6.934 millones en contraste con el año anterior (20,6%), con un aumento muy importante en las cantidades. Además, colaboró la caída en los valores importados (1,8%), que totalizaron u$s 5.954 millones.
El total de productos que ingresan del exterior se redujo 8,8% en comparación con el mismo mes de 2023, aun así, se trata de la caída más baja en lo que va del año «producto de la incipiente reactivación económica en conjunto con unas primeras medidas de liberalización como lo fue la baja del Impuesto País», explicó Abeceb.
«Es la menor caída interanual desde que Javier Milei es presidente, ya que en meses pasados rondaba el 25% interanual», aclaró el informe de Epyca y señaló que «en gran medida, se explica por la reducción en el Impuesto PAIS, que había retrasado compras al exterior en agosto».
Al interior de rubro importaciones, se destacó un crecimiento de 15% en el rubro bienes de consumo, un número que la industria local mira con atención por el efecto que pueden surtir en el corto plazo las medidas de facilitación que ya abrieron una grieta entre las entidades que representan la actividad productiva en el país.
Reservas en tensión
Sobre los resultados que anunció el equipo que lidera Luis Caputo, el extitular de la Aduana. Guillermo Michel, explicó que si bien las exportaciones e importaciones «devengadas» dan matemáticamente ese valor de saldo favorable, la realidad de la «caja» de dólares muestra que «este número es una ficción y que el saldo positivo REAL de comparar exportaciones que se liquidan por el MLC vs. Importaciones es de solo u$s 3.250 millones».
En su cuenta de X, Michel apuntó a la diferencia que genera en la acumulación de divisas, el dólar «blend» al que se reconocen las exportaciones y resaltó que este esquema se originó durante la gestión de Sergio Massa en una crisis de divisas y se prorrogó en la era de Milei.
Hacia adelante
Contra los pronósticos que ponen en duda cómo solventará la mayor demanda de divisas el Banco Central, en un clima de mayor apertura y flexibilización de importaciones, este viernes, la entidad anunció una reducción significativa en los plazos de pago.
En concreto, a partir del lunes 21 de octubre, se da de baja lo que quedaba del plan «ahora 4» que cuotificaba el acceso al MLC en hasta 60 días para la mayoría de los bienes y se unificó en 30 días el pago de importaciones, a excepción de los que cuentan con acceso inmediato al MLC, como la energía, entre otros.
A través de la Comunicación A 8118, el Central apunta a «normalizar el pago del flujo de importaciones y otorgar mayor previsibilidad a la cadena productiva teniendo el doble efecto positivo: continuar impulsando la reactivación económica y reducir el impacto en precios de los bienes».
En ese sentido, desde Abeceb indicaron que, por la estacionalidad de los productos, en los próximos meses, se espera que crezcan las exportaciones del sector petrolero principalmente, lo que impactará en un superávit decreciente.
Por eso, en un escenario de recuperación de las importaciones, la consultora que dirige Mariana Camino, proyectó un superávit comercial en torno a los u$s 19.954 millones para este 2024, en línea con los u$s 21.972 esperado por el gobierno según el mensaje del Presupuesto, en contraste con un déficit de u$s 6.926 millones en 2023.
El pilar del superávit
Por ahora, el equipo económico que acompaña a Caputo tiene claro que la recesión es una de las condiciones esenciales para que el incremento de demanda importadora no sacuda la balanza comercial y afecte la acumulación de reservas.
Frente al riesgo de que la mayor demanda de productos e insumos del exterior ejerza presión sobre los dólares que el Gobierno necesita juntar para afrontar un 2025 cargado de compromisos de deuda en dólares, la expectativa oficial es positiva.
Aunque asumen que habrá más importaciones, esperan que las exportaciones de energía y de minería. Por otra parte, los funcionarios confían en que muchas más empresas van a poder exportar por la estabilidad macroeconómica.
En ese sentido, en el equipo económico consideran como «pilar» la estabilidad del tipo de cambio es casi tan importante como el nivel del tipo de cambio y admiten que, aunque el tipo de cambio no sea «tan alto», si es estable, las exportaciones pueden crecer.
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