La Voz del Interior @lavozcomar: Gisela Verittier: Una devaluación haría volar por los aires toda la política de desinflación

Gisela Verittier: Una devaluación haría volar por los aires toda la política de desinflación

Para Gisela Veritier, directora del Icda, de la Universidad Católica de Córdoba, el 3,5% de inflación de septiembre muestra que las anclas – fiscal y monetaria- le están dando resultado a Javier Milei. Y aunque reconoce que el dólar está caro, una devaluación no sería la mejor solución.

–¿Qué significó el 3,5% de inflación en relación a los expectativos del gobierno y a los objetivos que se plantea?

–Que está dando efecto la política que ha tomado el gobierno, que optó por dos anclas. Una es fiscal y la otra, cambiaria. Lo que estamos viendo es que por fin logró romper el piso psicológico del 4%; piso que no estaba pudiendo quebrar producto de ciertas expectativas que seguían siendo muy rígidas, aun cuando venían siendo muy fuerte tanto lo de que no iba a haber plata, como el torniquete económico para secar la economía de pesos. Hubo, además, un hecho específico: a partir del 1° de septiembre se bajó el impuesto Pais, que pega directo en la estructura de costos importados de los productos. Se buscó que eso contribuyera también a romper la barrera del 4%. Además, el Relevamiento de Expectativas del Mercado del Banco Central estaba anticipando este 3,5%, aunque ahora se espera que en los meses que siguen (la inflación) va a aumentar un poco. En noviembre, diciembre, por las fiestas de fin de año…

–¿Este sería el piso para en el año entonces?

–Que se vaya moviendo a un 3,7%, un 3,8%. En definitiva, la convergencia a cero de la tasa de devaluación y la inflación no va a ser este año. Posiblemente se dé el año que viene, si se sigue como estamos.

–También bajaron los distintos tipos de cambio, pero eso tiene otro costado y es que el peso se encarece. ¿Cómo ve la evolución del dólar?

–La cambiaria es la segunda ancla que ha tomado el gobierno. Milei y su equipo económico saben que una devaluación en este momento haría volar por los aires toda esta política de desinflación. La historia económica argentina muestra que cada devaluación tiene un traslado directo a precios. No hay que irse muy lejos:en diciembre, vimos que la devaluación inicial del Gobierno produjo un gran efecto. Claramente, esta situación produce un encarecimiento, pero la gran cuestión es que mientras haya cepo todo esto está controlado. Hay dos cuestiones que influyen ahí. Primero, los dólares que podrían irse, por ejemplo, para el turismo. Hay un informe de la Fundación Mediterránea que calcula que se pueden llegar a ir cerca de 2.500 millones de dólares en las vacaciones. Porque Brasil devalúa, es decir, va a estar mucho más barato; y también tenemos paquetes que son relativamente baratos, para Turquía o Grecia… En definitiva, todo eso es una gran fuente de salida de divisas y de algún modo, se controla con el cepo. Por otro lado, el hecho de que no haya pesos en la economía también hace que baje el dólar. Sumado a los dólares que están entrando por el blanqueo. Todavía no sabemos cuál es el resultado que está teniendo, pero sí que se están abriendo y que hay récord de cuentas en dólares con la posibilidad de invertir en diferentes activos también. Así que estamos viendo que la entrada de dólares por el lado del oferta, y la falta de pesos por el lado de la demanda hacen que esta brecha vaya bajando. Eso, en definitiva, hace que se pueda mantener este tipo de cambio, hoy atrasado y que hace que estemos muy caros. Como en la época de los ‘90, donde era barato viajar afuera y fue un problema. Hoy claramente todo esto se sostiene con un cepo, del que el Gobierno no dice cuándo va a salir.

–¿Hasta cuándo es sostenible este precio del dólar? ¿Hasta cuándo es sostenible no devaluar, como dice Milei?

–Acá hay un riesgo y es cuánto más se va a sostener el cepo. Porque con el cepo, los capitales siguen sin venir, tanto los productivos como los de deuda. Estamos hablando de dólares frescos que podrían entrar..

–Porque si no podés sacarlos, no los vas a entrar.

–Esa es la ecuación. El hecho de que no haya un horizonte cercano limita y hace que, por ejemplo, tengamos que sacar hoy un crédito del tipo “repo”, como el que se está negociando, por seis meses y una tasa de un 10% anual. En otro contexto, a lo mejor ese mercado de deuda podría estar abierto y en condiciones mucho más benévolas. Pero claro, sostener el cepo, con todo tranquilo producto de una gran recesión económica, y con el consumo amesetado por falta actividad, es una status quo cómodo. Sí, se están viendo beneficios del reacomodamiento macroeconómico. Lo que digo es que el riesgo está en caer en la misma ilusión que teníamos en la década de los ‘90, cuando Argentina podía acceder al resto del mundo y había muchos beneficios de la convertibilidad, pero donde al final todo voló por los aires. Si hasta el mismo ministro Domingo Cavallo decía, en 1997, que había que salir de la convertibilidad.

Recesión

–¿Qué pasa con el impacto de la recesión y el costo económico que tiene en la imagen del Presidente? ¿Por dónde va a haber la recuperación?

–La apuesta es que esta baja de precios termine generando estabilidad, que eso empiece a reactivar la economía y que como resultado se genere un crecimiento del empleo y un aumento del poder adquisitivo. Que crezcan los salarios que, desde 2017, están completamente rezagados. Así, la actividad económica se empezaría a reactivar con el motor del sector privado. Hay algunas consultoras que estiman un 3,5% y otras un 5% de crecimiento para el año que viene. En definitiva, que después de esta recesión, que este año va a terminar en un 3,5%, tengamos un rebote. Hay datos que muestran que a lo mejor ya hemos llegado a un piso. Por ejemplo, el 20% de caída del consumo que hubo en los supermercados, está acompañado con un aumento del 12% de la suba de los créditos en dólares para el sector productivo. Si bien no hay datos que sean fuertes hoy para decir que hay una recuperación, se empiezan a ver ciertos signos. Habrá que ver qué pasa en octubre y noviembre.

–Esa reactivación del 5% puede estar impulsado por el campo o por la minería, pero no por el consumo. ¿Es así?

–Y encima se prevé que Milei, para lograr la convergencia a cero, en vez de aumentar el crawling peg, a partir del año que viene lo retrase… Es decir que en vez de un 2% mensual, podría ser todavía más baja esa devaluación, para que termine generando un ancla más fuerte. Repito:esto funciona hoy con el status quo actual, donde no están entrando dólares. Pero es una economía que no respira. Creo que ante la mínima demanda en pesos, la economía se va a reactivar, porque habrá más importaciones, aunque podría haber más presión sobre el dólar también. Con un dato adicional: entre 2025 y 2026 hay que pagar vencimientos de deuda cerca de 41.500 millones de dólares.

https://www.lavoz.com.ar/politica/gisela-verittier-una-devaluacion-haria-volar-por-los-aires-toda-la-politica-de-desinflacion/


Compartilo en Twitter

Compartilo en WhatsApp

Leer en https://www.lavoz.com.ar/politica/gisela-verittier-una-devaluacion-haria-volar-por-los-aires-toda-la-politica-de-desinflacion/

Deja una respuesta