La Voz del Interior @lavozcomar: Evangelio de hoy, viernes 11 de octubre de 2024: “Todo reino dividido por luchas internas va a la ruina y se derrumba casa por casa”

Evangelio de hoy, viernes 11 de octubre de 2024: “Todo reino dividido por luchas internas va a la ruina y se derrumba casa por casa”

Reflexionando sobre el Evangelio de hoy, el Papa Francisco remarcó a los fieles cómo “parece todo en orden” cuando “somos cristianos, católicos, vamos a misa, rezamos” aunque tengamos “nuestros defectos, nuestros pecados, todo parece en orden”.

“‘¿Permiso? ¿Puedo entrar?’, suena el timbre de estos demonios educados, que son peores porque no te das cuenta de que los tienes en casa. Este es el espíritu mundano, el espíritu del mundo. El diablo o destruye directamente con vicios, con guerras, con injusticias directamente o destruye educadamente, diplomáticamente de esta manera que Jesús dice: No hacen ruido, hacen amigos, te persuaden”.

Como conclusión, el Papa advirtió en su homilía del 12 de octubre de 2018 que “te llevan por el camino de la mediocridad, te hacen un ‘tibio’ en el camino de la mundanidad”.

En la misa, la liturgia de la Palabra es uno de los momentos centrales de la celebración. En este punto, se leen los pasajes de la Biblia que permiten adentrarse en las enseñanzas de Jesucristo. Compartimos los textos del viernes 11 de octubre de 2024 publicados por el sitio web del Vaticano.

Evangelio. (Vatican News)

Liturgia del 11 de octubre de 2024: Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas

Gal 3, 7-14

Hermanos: Entiendan que los hijos de Abraham son aquellos que viven según la fe. La Escritura, conociendo de antemano que Dios justificaría a los paganos por la fe, le adelantó a Abraham esta buena noticia: Por ti serán bendecidas todas las naciones. Por consiguiente, los que viven según la fe serán bendecidos, junto con Abraham que le creyó a Dios.

En cambio, sobre los partidarios de la observancia de la ley pesa una maldición, pues dice la Escritura: Maldito aquel que no cumpla fielmente todos los preceptos escritos en el libro de la ley. Y es evidente que la ley no justifica a nadie ante Dios, porque el justo vivirá por la fe. Y ciertamente la ley no se basa en la fe, porque, como dice la Escritura: Sólo vivirá quien cumpla los preceptos de la ley.

Además, Cristo nos redimió de la maldición de la ley, haciéndose objeto de maldición por nosotros, puesto que la Escritura dice: Maldito sea aquel que cuelga de un madero. Esto sucedió para que la bendición otorgada por Dios a Abraham llegara también, por Cristo Jesús, a los paganos y para que recibiéramos, por medio de la fe, el Espíritu prometido.

Evangelio del día: 11 de octubre de 2024

Lectura del santo evangelio según san Lucas

Lc 11, 15-26

En aquel tiempo, cuando Jesús expulsó a un demonio, algunos dijeron: “Éste expulsa a los demonios con el poder de Satanás, el príncipe de los demonios”. Otros, para ponerlo a prueba, le pedían una señal milagrosa.

Pero Jesús, que conocía sus malas intenciones, les dijo: ‘’Todo reino dividido por luchas internas va a la ruina y se derrumba casa por casa. Si Satanás también está dividido contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo arrojo a los demonios con el poder de Satanás. Entonces, ¿con el poder de quién los arrojan los hijos de ustedes? Por eso, ellos mismos serán sus jueces. Pero si yo arrojo a los demonios por el poder de Dios, eso significa que ha llegado a ustedes el Reino de Dios.

Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros; pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, entonces le quita las armas en que confiaba y después dispone de sus bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.

Cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo, y al no hallarlo, dice: ‘Volveré a mi casa, de donde salí’. Y al llegar, la encuentra barrida y arreglada. Entonces va por otros siete espíritus peores que él y vienen a instalarse allí, y así la situación final de aquel hombre resulta peor que la de antes”.

11 DE OCTUBRE, SAN JUAN XXIII: el “Papa bueno”

Según la página oficial del Vaticano, el Santo del día es una reseña diaria de los santos guardados en la memoria de la Iglesia. En esta sección encontrarás las historias, anécdotas y milagros realizados por estas figuras de vida cristiana a lo largo de distintas épocas y lugares del mundo.

Hoy la Iglesia recuerda a San Juan XXIII. Ángel José Roncalli, nacido en Sotto il Monte, Bérgamo, el 25 de noviembre de 1881, fue el cuarto de 13 hijos. Ingresó al Seminario de Bérgamo en 1892 y más tarde estudió en el Pontificio Seminario Romano, donde fue ordenado sacerdote en 1904. Inició coo secretario del obispo de Bérgamo, Tedeschi. Sin embargo, su vida dio un giro con el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, momento en el que se unió al ejército como capellán militar, brindando apoyo espiritual a los soldados.

En 1921, Roncalli se trasladó al Vaticano, donde comenzó su carrera diplomática. Fue nombrado presidente del Consejo Central de la Obra Pontificia para la Propagación de la Fe y, más tarde, Visitador Apostólico en Bulgaria. Ocupó diversos roles y enfrentó desafíos significativos en un contexto de creciente secularización en Europa. En cada puesto, mantuvo un enfoque pastoral, guiado por una profunda espiritualidad. Su motivación constante era animada de la sincera piedad, concretada en el prolongado tiempo que dedicó a la oración y la meditación cada día.

Elevado a cardenal en 1953 y nombrado Patriarca de Venecia, Roncalli fue elegido Papa el 28 de octubre de 1958, adoptando el nombre de Juan XXIII. Durante su papado, se destacó por convocar el Concilio Vaticano II: el objetivo no era cambiar la doctrina católica ni definir nuevas verdades de fe, sino volver a presentar los contenidos de la fe al hombre contemporáneo, para encontrar respuestas a los nuevos problemas y desafíos que planteaba una sociedad en constante evolución.

Su legado incluye ocho encíclicas y un enfoque de diálogo con diversas denominaciones cristianas. Juan XXIII falleció el 3 de junio de 1963 y fue canonizado en 2014, recordado como el “Papa bueno” por su mensaje de paz y bondad.

Oración que San Juan XXIII solía recitar durante la misa

Padre celestial, Padre de la misericordia, acepta la oración de tu siervo:

1) en satisfacción y remisión de todos mis pecados;

2) para la salud y la fuerza de mi alma y de mi casa y de aquellos a los que estoy unido por los lazos de mi servicio;

3) en satisfacción y remisión de los pecados de los gobernantes, de los prelados, las almas consagradas y de todos, para que te dignes conceder la gracia del Espíritu Santo a todos;

4) por todos los pecadores del mundo, para que se conviertan y Él y los reconduzca al camino de la salvación;

5) para consolar a los atribulados, para que les des sostén y verdadera paciencia;

6) para aliviar y liberar las almas del purgatorio, principalmente aquellas que tienen derecho a mis oraciones;

y finalmente, para que todas las personas que no han recibido la luz del Evangelio reciban la iluminación de la fe y por nuestros hermanos separados, para que todos te conozcan y te amen a ti,

Padre Todopoderoso, que con el Hijo y el Espíritu Santo eres bendecido por los siglos de los siglos.

Así sea.

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