Paul McCartney en Argentina: un genio vital empecinado en agigantar su leyenda
En mayo de 2016, cuando él tenía 73 años o estaba en el umbral de los 74, a la salida de su show en el Mario Alberto Kempes por la mente zumbada y estimulada del espectador promedio asomó este razonamiento: “Ya está, sueño cumplido; estos niveles de onda y vitalidad son irrepetibles. Aparte, difícil que vuelva”.
Eso tenía cierta lógica para un ser humano normal, algo que Paul McCartney, el sujeto tácito en cuestión, no es en absoluto. Y con respecto a lo segundo, al “difícil que vuelva”, los astros se ordenaron para captar otra vez a este octogenario incansable, máximo referente de una cultura que todos creen jaqueada pero que, gracias a él, a los Stones, a Neil Young y a los Who, nunca termina de rendirse.
Ya todos lo tienen bien agendado: el regreso será el miércoles 23 de octubre, de nuevo en el Mario Alberto Kempes.
No obstante, en esta oportunidad se da la particularidad de que Macca está programado varias semanas antes en Buenos Aires. Entonces, que no es un ser humano normal se puso de manifiesto, en primer término, este sábado a la noche y en River, donde el exmiembro de los Beatles pulverizó la certeza de que el tiempo deteriora todo al mostrarse mucho más vigoroso que en aquel otoño cordobés.
El show de Paul se extendió por casi tres horas y consistió en la interpretación de 37 canciones, en su mayoría procedentes de sus bandas emblemáticas; claro, Beatles y Wings.
A sus 82 años y con semejante legado, podría acortar sus presentaciones en relación a las giras anteriores, tomar atajos, abusar de medleys. Nadie protestaría si lo hiciera. Pero todo parece indicar que la máxima exigencia es lo que mejor se corresponde con este artista que practica vida sana y se pone metas altas de sostenibilidad.
Entonces, afronta un repertorio demandante (física y emocionalmente) con entereza, picardía y una solvencia rockera avasallante. También con una voz que no necesita que le bajen los tonos de los originales y que sabe cómo repentizar con gritos, afectaciones y yeites de club de rock & roll pero a escala estadio. El rock de estadio es una de sus contribuciones a la historia de la música, precisamente.
Paul McCartney en River: increíble es poco
“Increíble” es un adjetivo que se queda corto para lo que pasó este sábado.
Paul apareció en escena poco después de las 21.15, con saco, chaleco y pantalón azules, y montado sobre unas botitas negras bien lustradas. “Buenas noches, Buenos Aires”, saludo luego de una infecciosa interpretación de Can’t Buy Me Love.
A su vez, avisó que alternaría el español con el inglés, mientras leía de reojo unos apuntes.
Si bien en su médula el show fue bastante similar al disfrutado por los cordobeses en el Kempes, este que corresponde al Got Back Tour tiene el detalle de estrenar Now and Then, la “nueva” canción de los Beatles realizada desde un demo vacilante que John Lennon grabó en 1979 y, supuestamente, con ayuda de IA.
Se dice “supuestamente” porque así como Paul informó en primer término el uso del recurso, lo desmintió pocos días después. Lo concreto es que en vivo la canción tiene a Paul al piano, desarrollando todo con un nivel de organicidad arrebatadora.
Now and Then llegó hacia fines de la primera mitad, con el claro propósito de certificar que los Beatles es una cantera interminable de belleza y que las gemas que pueden extraerse de ella pueden sonar relevantes.
Esa cantera tuvo un big bang, recreado por versiones de In Spite of All the Danger, de The Quarrymen y recreada con vibración rural norteamericana, y de Love Me Do, de los Fabulosos Cuatro. Fueron presentadas “como la primera canción que grabamos” y “esta fue la primera que hicimos cuando llegamos a los estudios Abbey Road, de Londres”, respectivamente.
Otro plus de esta presentación en relación a la cordobesa de 2016 fue el agregado de una sección de vientos (aquí, a Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ya la había traído en 2019). Más precisamente de los Hot City Horns: Paul Burton (trombón), Mike Davis (trompeta) y Kenji Fenton (saxo), quienes hicieron su primera aparición desde una platea lateral y robsutecieron los pasajes originales de Letting Go (aumentaron el sudor blusero de este shuffle irresistible), Let’Em In y Got to Get You into My Life (en estos dos últimos casos, llevaron a niveles insospechables el aura pop de cada uno).
Además se lucieron en Lady Madonna, que llegó con un clip que exaltó el poder femenino, con especial énfasis en la ambientalista Greta Thunberg.
El homenaje de Paul McCartney a John Lennon
En la columna de los valores agregados tuvo especial peso el tributo a John Lennon. Es que a I’ve Got a Feeling Paul la interpretó a dúo con su compañero asesinado, corporizado en pantallas mediante la escena más resonante de Get Back, el documental de Peter Jackson que, de alguna manera, sirvió de disparador conceptual para esta gira.
“Es muy especial para mí volver a cantar con John”, dijo al término de la participación vocal de Lennon, extraída del show de la azotea.
La reivindicación de su mayor socio creativo fue más allá con Here Today, el tema de Tug of War (solista de 1982) que describe a la perfección el vínculo que Paul mantenía con él y confiesa lo duro que le resulta su ausencia. “Entonces estuviste aquí hoy”, se le oyó a McCartney al final de la pieza, diseñada para llorar a mares con su acústica ganando la inmensidad del Monumental y los corazones de todos. Antes de empezarla, la había presentado con la dedicatoria “Para mi hermano…”
Por más que haya tenido el estatus de “una fija”, Something para George Harrison y con ukelele empardó los niveles de conmoción ya descriptos.
Y acaso el único aspecto criticable de este tramo de Got Back Tour sea que no se interpretó ninguna canción de ese discazo que es McCartney III (2020).
Su condición de “disco realizado durante el aislamiento pandémico” no inhibe a su repertorio de ser visibilizado. En el tramo norteamericano de esta gira sólo tocaba Women and Wives, un lento tenso que aquí se lo reservó para la prueba de sonido siestera que ofreció para compradores de entradas VIP.
A decir verdad, del nuevo siglo tocó poco, apenas el 10 por ciento del repertorio: My Valentine (dedicada a su esposa Nancy, presente en River), New (del álbum homónimo, de 2013) y Dance Tonight (de Memory Almost Full, de 2007).
De la primera hay que decir que es lo más solemne del show y que la reproducción de su clip en pantallas posteriores no canceló a Johnny Deep, protagonista del mismo junto a Natalie Portman; de la segunda, que es una pieza solista que podría alinearse a la de los Beatles o a la de Wings por su condición de marchita melancólica; y de la tercera, que Paul la afronta munido de mandolina.
Poco de lo más reciente, mucho de sus sagradas escrituras sesentistas – setentistas y una nueva – vieja que concilia tiempos y signos de época en materia de producción (Now and Then). De eso va el “Got Back Tour”, en definitiva. Y al igual que sus precedentes, divide sus segmentos según el instrumento que Paul ejecute: primero su emblemático Höfner, luego la viola eléctrica, más tarde la acústica, el piano…
Paul estuvo receptivo, simpático, divertido; no obstante, no acusó recibo de algunos guiños de la multitud pensados por la producción, como formar su nombre elevando hojas A 4 blancas o rojas con las manos o como mostrarle un corazón con la bandera de Argentina durante la interpretación de Hey Jude. No, no fue parquedad ni ensimismamiento; simplemente, Paul no advirtió la intención.
La banda de Paul McCartney, más duradera que los Beatles
Cualquiera sea la era de su carrera que haya abordado, Paul tuvo el respaldo refulgente de su banda de acompañamiento, que ha superado largamente el tiempo de duración de los Beatles.
Los guitarristas Rusty Anderson y Brian Ray (que deviene en bajista cuando el jefe rinde tributo a Hendrix o se va para el piano), el tecladista Paul “Wix” Wickens y el baterista Abe Laboriel Jr. (muy celebrado por la multitud por su baile y morisquetas durante Dance Tonight) fueron todo lo que está bien.
Dicho en el sentido de que aportan virtuosismo, arreglos sutiles y contundencia según el caso. Por otro lado, por más que luzcan como entretenedores natos, pueden surfear con naturalidad un desarrollo psicodélico como el que exige Being for the Benefit of Mr. Kite!
En materia de rock & roll, son imbatibles en el tramo final, cuyos temas la audiencia (suponemos que la mayoría de ella) sabe que son los mismos de siempre, pero aun así los espera para sacudirse algunos demonios o, simplemente, para recordar épocas gloriosas moviendo el esqueleto sin ataduras.
Y si se trata de un hijo millennial o de un nieto centennial que estuvieron en las narices de esta leyenda por vez primera, sumaron ambos tics corporales a su gesto de estupefacción. Ni hablar cuando llegaron los estruendos fogosos de Live and Let Die que obligaron a Paul a simular un gesto de sordera. A ese sketch lo hace siempre, pero nunca deja de ser efectivo.
Ya que estamos hablando de estampidas: la virulencia de Helter Skelter hizo recordar a Lemmy Kilmister (el fallecido líder de Motörhead) cuando decía que, en vivo, nunca había escuchado una banda que tocara tan fuerte como los Beatles.
Y el enganchado de Abbey Road, ese tren imparable con formaciones llamadas Golden Slumbers, Carry That Weight y The End, fue el mejor testimonio de que McCartney se toma muy en serio la responsabilidad de mantener viva la tradición de la banda de música más decisiva de la historia.
Paul reincidirá en River este domingo (¡lo pasan por Flow!) y, antes de volver a Córdoba, tiene varias fechas por afrontar entre Chile y Brasil. A los 82 años, tomando apenas un sorbito de agua en tres horas de despliegue y conectando con la multitud con guiños simples y certeros. Se despidió con un “Hasta la próxima” y no hay razones para no creer que habrá una próxima vez.
Lista de temas de la primera fecha de Paul McCartney en River
Can’t Buy Me Love
Junior’s Farm
Letting Go
Drive My Car
Got to Get You Into My Life
Come On to Me
Let Me Roll It
Foxy Lady
Getting Better
Let ‘Em In
My Valentine
Nineteen Hundred and Eighty-Five
Maybe I’m Amazed
I’ve Just Seen a Face
In Spite of All the Danger
Love Me Do
Dance Tonight
Blackbird
Here Today
Now and Then
New
Lady Madonna
Jet
Being for the Benefit of Mr. Kite!
Something
Ob-La-Di, Ob-La-Da
Band on the Run
Get Back
Let It Be
Live and Let Die
Hey Jude
I’ve Got a Feeling
Hi, Hi, Hi
Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band
Helter Skelter
Golden Slumbers
Carry That Weight
The End
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