Coldplay le puso color pop al Valle de la Luna, en una experiencia histórica que valió la pena vivir
Un disco que nos llevó lejos. Moon Music, el décimo de Coldplay, tuvo una presentación singularísima en Argentina, que consistió en una escucha anticipada en el Valle de la Luna para periodistas, influencers y fans. Para una comitiva de 150 personas, aproximadamente.
Mientras en el resto del mundo los eventos relacionados a la obra se realizarán en espacios más convencionales como galerías, iglesias y auditorios, en Argentina se corporizó en Ischigualasto, este parque nacional triásico, donde la naturaleza trabaja pacientemente desde 220 millones de años y que, pese haber sido transitado por dinosaurios herbívoros, se quedó asociado a la morfología lunar. ¿La razón? Por lo que sucede en las noches de luna llena: la luz del satélite terrestre enrarece aún más a este lugar único en el mundo, llevando a que su quietud se corresponda con una suspensión del tiempo y con un ensanchamiento sensorial de quien lo contempla.
¿Dijimos único en el mundo? Sumó a la cuestión mucho más que el Valle de la Luna en sí, ya que esta escucha de Moon Music fue la primera que se realizó en el mundo, lo que marca la predilección de la banda británica por la Argentina.
Hay otro dato que abona lo expuesto más allá de las innumerables muestras que Chris Martin y los suyos ya ofrecieron a lo largo de su trayectoria: la tapa de Moon Music pertenece al fotógrafo bonaerense Matías Alonso Revelli, quien le contó a La Voz que Martin lo contactó luego de que se viralizará la que finalmente resultó ser la foto de tapa. La saco en pandemia tras atender un llamado de su padre, quien le pidió que fotografiara el arcoíris reinante en ese momento. “Empecé a trabajar con él apenas me di cuenta de que no era una joda. Todo se activó apenas se abrió la pantalla del primer Zoom”, contó al artista de Bahía Blanca y de 31 años.
La escucha de Moon Music, un eventazo
La escucha de Moon Music fue un eventazo que articuló una iniciativa jugada del departamento de marketing de Warner Music Argentina con la decisión del gobierno se San Juan de llevarla a cabo. Y desde el inicio, con las partes involucradas muy conscientes de que el Valle de la Luna siempre fue muy tentador para la música.
Tras décadas de insinuaciones que involucraron de Pink Floyd (algo con El lado oscuro de la luna aquí, qué flash hubiera sido) a La Renga, finalmente fue Coldplay el proyecto artístico que concretó una movida en un lugar mágico. Tuvo a su favor que viene estetizando sobre el ordenamiento del universo y, para qué negarlo, su estatus de banda masiva y política más emocionalmente correcta.
La excursión de la comitiva demandó de una logística aceitada, y hubo que ponerle el cuerpo. Hacia el mediodía de este martes, salida desde San Juan capital al Valle de la Luna, ubicado en el departamento de Valle Fértil a 330 kilómetros.
Tras cuatro horas y chirolas de ómnibus, llegada al Valle de la Luna, en cuya base hubo una recepción. De ahí, otra hora más hasta el punto más emblemático del parque. Hasta el mítico El Hongo, en cuyo costado se dispusieron almohadones sobre telares y un equipo de realización audiovisual que, poco después, proyectó imágenes sobre las superficies disponibles y capturó las reacciones de los privilegiados escuchas, quienes previamente habían sido munidos de auriculares y pulserita lumínica.
En este punto es oportuno señalar que todo estuvo bien protocolarizado para que la contaminación sonora y ambiental fuera mínima. O en otras palabras, para que todo estuviera acorde a los estándares de sostenibilidad de Coldplay, que logró superar su objetivo de reducción del 50% de emisiones en su gira Music of the Spheres, en comparación a su tour anterior.
Puede resultar discutible que se usaran como base de proyecciones a El Hongo y a su rojiza mole montañosa posterior, pero el alcance viral que San Juan conseguirá en pocas horas puede pesar como contrargumento político.
La escucha en sí comenzó a las 20, con el atardecer consumado y con Martin agradeciendo en los auriculares por ser funcional a esta movida histórica en un lugar tan especial. “Visitarlo es espiar la evolución de la tierra”, dice su sitio oficial y, a decir verdad, no hay nada que lo describa mejor.
Martin habla en un español por el que pide disculpas, aunque resulta preciso cuando enuncia “espero que en tu vida todo esté bien”.
Casi en los términos de un silent show, el comienzo fue con Moon Music, el tema. Sonó pianísimo, estremecedor y predispuso al escucha a seguir el consejo que Leo Rodríguez, de Radio Aspen, había dado al momento de hablar en la recepción previa: ir por los laterales del disco, intentar ir más allá del carácter pregnante de los cortes We Pray y Feels Like I’m Falling in Love, más testimonial y amorosamente pop respectivamente que funcionales a un ideal planetario. Good feelings, que llegó después, es funkero y tiene un pasaje jacksoniano gracias al aporte de Ayra Starr, y por similar avenida bailable transita Aeterna, que sí contó con proyecciones acerca del universo, aunque con ilustraciones en plan de inocencia infantil.
Como sea, Aeterna es lo que más conecta con el precedente Music of the Spheres (2021, que a su vez había reconectado con X&Y de 2005), donde Martin argumentó que la obra se proponía ser una ambientación sonora de un sistema planetario ficticio llamado The Spheres, que contiene nueve planetas, tres satélites naturales, una estrella y una nebulosa.
Esta canción se va en un fade out devocional aleluiesco, que contrasta con estruendos de wall of sound de Alien Hits/ Alien Radio. Sobre su superficie, El Hongo recibió proyecciones con estallidos psicodélicos tecnicolor, las caras de Martin y de los eventuales invitados a la hora de We Pray (Tini, apenas perceptible) y, a la hora de One World, una serie de líneas que lo hicieron apreciar como vandalizado. Tiene sentido: en esa canción grisácea y apenas densa, Martin esboza un mensaje ambientalista en el que enfatiza que no hay otro mundo más que el que habitamos.
Las escuchas de Moon Music continuarán desde este miércoles en diferentes lugares del mundo detallados al final de esta nota. Una rápida aproximación a ese listado, permite concluir que en ningún caso se vivirá una sensación aproximada a la que 150 almas con sus respectivos cuerpos vivieron en el Valle de la Luna. Sólo la experiencia desértica en Dubai aparece cercana… Habrá que preguntarles a los dubaitíes qué onda.
Sólo queda agregar que Moon Music se publicará este viernes 4 de octubre.
Los lugares del mundo en los que se realizarán escuchas de Moon Music, el nuevo disco de Coldplay
Amsterdam, Artis Planetarium
Beijing, Shine More Lab
Belgrado, Belgrade Planetarium
Bucarest, Museum of Immersive New Art, MINA
Dubai, Nara Desert Escape
Hanoi, 1900 Le Théâtre
Toronto, Arcadia Earth
Vancouver, Vancouver Lookout
Varsovia, Planetarium i obserwatorium astronomiczne Grodzisk Mazowiecki
Zurich, Urania Sternwarte
Atenas, Eugenides Foundation New Digital Planetarium
Auckland, Auckland War Memorial Museum
Berlín, The Lighthouse of Digital Art
Bruselas, Plein Publiek
Budapest, Lumiere Hall
Jakarta, Skydance
Lima, Planetario del Instituto Geofisico del Perú
Londres, St Michael + All Angels Church
Madrid, The Music Station
Manila, Space & Time Cube Museum
Oslo, Odeon Imax Kino
París, Cité des Sciences et de l’Industrie Le Planétarium
Perth, Western Australia Museum
Santiago de Chile, Galeria CIMA
Estocolmo, Cosmonova
Viena, Planetarium Wiena
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