El rol del Colegio de Abogados de Córdoba en el contexto socioeconómico actual
Por Eduardo Bittar, presidente del Colegio de Abogados de Córdoba
La celebración del Día del Abogado, este jueves 29 de agosto, resulta oportuna para destacar lo principal de la agenda de nuestro colegio profesional, que pasa por visibilizar la trascendencia de la abogacía como parte esencial de la Justicia.
Diariamente, a través del trabajo de miles de profesionales, nos constituimos en centinelas del derecho de defensa. Estamos situados en la primera fila de los problemas de la gente, en la salvaguarda constante ante los Tribunales de las personas que resultan agredidas, ya sea por parte del Estado o de los particulares.
En un contexto económico complejo, en el que muchos abogados y sus familias atraviesan situaciones críticas, nuestra prioridad es defender de manera activa a los colegiados, asegurando el ejercicio de la profesión en un entorno de respeto.
Es clave propiciar un ecosistema administrativo y judicial eficiente, que permita una resolución eficaz de los casos a su cargo, ejerciendo todas las acciones posibles para asegurarle al letrado una retribución justa, equitativa y digna por su tarea; para hacer realidad la norma que establece que los abogados merecemos idéntico respeto e igualdad de trato que los magistrados.
Jerarquización y defensa de la profesión
Para lograr estos objetivos, desde el Colegio de Abogados trabajamos con un plan de metas, en el cual hemos definido plazos y objetivos específicos para los dos años de gestión.
En ese marco, estamos redactando, con el consenso de los bloques de la Legislatura de Córdoba, diversos proyectos para jerarquizar la profesión: reforma de la ley arancelaria, licencias para abogados e inclusión del aporte colegial en la condena en costas.
En la defensa del ejercicio profesional, nos valemos de herramientas novedosas como el Observatorio de Honorarios, para hacer un seguimiento de las tendencias en la materia; y el Cuerpo de Acción Gremial, conformado por destacados especialistas que se encargan de preservar a los colegas ante situaciones de avasallamientos.
Como consecuencia de ese trabajo conjunto y coherente, por primera vez nuestro Colegio se ha constituido judicialmente como amicus curiae para defender los derechos de los abogados que desarrollan su actividad en los diversos Tribunales, tanto nacionales como provinciales.
También trabajamos en la defensa de las incumbencias profesionales ante iniciativas nacionales, como los divorcios administrativos y las sucesiones notariales. Tales iniciativas, además de afectar a nuestro ejercicio, ponen en riesgo la seguridad jurídica y los derechos de la ciudadanía en su conjunto.
Además, acompañamos al sector de los noveles abogados, procurando créditos para la adquisición de equipamiento. Por su parte, para los sectores más vulnerables de la abogacía, estamos propiciando que puedan tener cobertura de salud en las mejores condiciones posibles.
Desafíos de la actual coyuntura
Ejercer la actividad en el contexto actual resulta complejo y demanda un compromiso absoluto con la profesión, que se traduce en una dedicación de tiempo completo.
Por un lado, existen nuevas realidades que complejizan las reglas de juego de la sociedad. En los últimos años, la agenda ambiental, la protección de minorías y sectores vulnerables, la perspectiva de género y otras cuestiones impactaron en las normas vigentes, dando lugar a numerosas leyes especiales, a la reforma del Código Civil y Comercial, y a la necesidad de correlacionar normas y principios constitucionales y convencionales.
Estas transformaciones también se dieron en el plano procesal, con la adopción del expediente electrónico y la generalización de los procedimientos orales, todo en un país con una crisis económica y social significativa, con cambios permanentes en las normas y en las reglas de juego.
En este contexto, la abogacía exige la preparación en cuestiones jurídicas novedosas, habilidades blandas e inteligencia artificial, mientras el profesional asegura su subsistencia económica y la de su familia, lo que no siempre está garantizado.
Así, ejercer actualmente la profesión es sumamente complicado y requiere de una gran vocación personal.
Un espacio gremial, académico y formativo
La función del Colegio de Abogados debe ser gremial, académica y formativa, posibilitando la mejora de condiciones en las que se desarrolla la práctica, tanto en Tribunales como en otras dependencias oficiales y privadas; y manteniendo incólume la retribución del trabajo en la faz judicial y extrajudicial.
Además, debe sostener un compromiso permanente con la capacitación de sus integrantes en materias como Derecho Civil, Penal, Píublico, Laboral, Familia y Violencia Familiar, Género, Nuevas Tecnologías e Inteligencia Artificial aplicada al Derecho (temática en la que la entidad pone mucho énfasis en la actualización), entre otras.
Esto es necesario para que el servicio que prestamos los abogados, que es de enorme importancia para la sociedad, sea de alta calidad.
Lo que se viene
Con la responsabilidad de ser una institución comprometida, que es parte esencial del sistema de Justicia, hemos creado un observatorio interdisciplinario que estará integrado por destacados profesionales y referentes sociales, cuyo objetivo será analizar y exponer la situación del sistema penal juvenil, cuya discusión está en curso a nivel país en el Congreso Nacional.
Además, trabajaremos en el marco de un programa de asistencia jurídica a los sectores más vulnerables de Córdoba.
https://www.lavoz.com.ar/espacio-institucional/el-rol-del-colegio-de-abogados-de-cordoba-en-el-contexto-socioeconomico-actual/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.lavoz.com.ar/espacio-institucional/el-rol-del-colegio-de-abogados-de-cordoba-en-el-contexto-socioeconomico-actual/