Las prioridades de las salas cuna
La burocracia en la administración del Estado suele operar en sentido contrario a la necesidad de agilizar gestiones de orden público. Se observa en todos los ámbitos y la padecen los usuarios que aguardan estoicos la resolución de una diligencia.
No son para nada novedosos los inconvenientes que emanan de esa estructura organizacional llamada burocracia. Lo preocupante del tema es que muchas veces se ven afectados derechos sociales de alta sensibilidad.
Basta mencionar, en tal sentido, la protección de la niñez, en particular de los sectores sacudidos por la pobreza extrema que va dejando como secuela la crisis económica que azota a provincias de toda la Argentina. Y Córdoba no es la excepción.
Lo precedente viene a cuento por la polémica que se desató por estos días a raíz del reclamo de administradores de salas cuna de la ciudad de Córdoba por la demora en la entrega de fondos de parte del Gobierno provincial, lo cual repercutiría en la alimentación de niños y niñas, entre otras tareas.
Vale recrear aspectos salientes del portal oficial: la red de salas cuna dependen del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia y son administradas de manera asociada por entidades sociales, municipios, comunas y organizaciones no gubernamentales debidamente inscriptas, con foco en la atención de menores de 45 días a 3 años de edad. Ese fue el espíritu de la ley que las reglamentó, aunque luego se diversificaron en numerosas prestaciones de promoción.
Lo problemático reside en que, como informamos días atrás, varias instituciones plantearon sus quejas debido a que, por las demoras del Gobierno en la transferencia de fondos, no pueden hacer frente a los pagos del personal y a los proveedores. De tal forma, alegan, se quedaron sin alimentos para atender la demanda.
No es poco lo que está en riesgo: en función de las dilaciones denunciadas, los niños se quedan sin almuerzo, sin la taza de leche y sin pañales.
En ese entramado emerge la fatigosa burocracia. El Gobierno aduce que son sólo siete (sobre un total de más de 500) las salas de atención a la primera infancia con algunas dificultades.
Y responsabiliza al Tribunal de Cuentas de la Provincia, en manos de la oposición, por la tardanza en diligenciar los expedientes de rigor, lo que redundaría en demoras para la liberación de fondos.
Sin perder tiempo, desde el Tribunal de Cuentas salieron al cruce con el argumento de que “están al día” con lo que le compete en relación con las salas cuna y contraatacan al decir que “es la Provincia (en alusión al Poder Ejecutivo) la que demora mucho en ingresar los trámites”.
Como se observa, idas y vueltas que no contribuyen a solucionar el problema de fondo: la infancia y su cuidado no puede quedar a merced de disputas políticas ni de gestiones adormecidas. La crisis social demanda compromiso para auxiliar a los grupos empobrecidos, con la niñez en primer plano.
https://www.lavoz.com.ar/opinion/editorial/las-prioridades-de-las-salas-cuna/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.lavoz.com.ar/opinion/editorial/las-prioridades-de-las-salas-cuna/