La Nueva @lanuevaweb: La coyuntura política abre discretas negociaciones

La coyuntura política abre discretas negociaciones

el país.

La tensa relación institucional entre la Gobernación de calle 6 y la Casa Rosada por momentos se intensifica como consecuencia del impacto de la crisis socioeconómica que afecta a los bonaerenses.

“Estamos ante un contexto muy difícil, en el que el Gobierno nacional está abandonando sus funciones indelegables producto de una política de ajuste y de crueldad que apunta contra los que menos tienen”, afirmó Axel Kicillof.

Sin ahorrar críticas hacia la gestión de Milei, el Gobernador asegura que la Provincia seguirá resistiendo las políticas del libertario e intentará seguir avanzando con obras de infraestructura municipal.

En tiempos tempestuosos, los ministros de Kicillof hacen fila para criticar con dureza el impacto de las medidas impulsadas desde Nación sobre la vida económica y social de la Provincia.

En líneas generales se advierte un elevado nivel de tolerancia social pese al fuerte ajuste del gobierno libertario y las subas de precios muy por encima de la inflación general. Pero, se sabe, la paciencia tiene límites.

La agenda nacional desplazó a la política bonaerense del foco de atención. Para la oposición legislativa, tal vez Kicillof -según ellos, más preocupado por instalar su candidatura  presidencial- “optó por victimizarse y centralizar su estrategia con Milei”.

Aun tomando forma de cicatriz por el frustrado desembarco de la planta de GNL a Bahía Blanca, diputados del arco opositor siguen lamentando que la obra haya ido a parar a Río Negro. Consideran que la decisión de YPF hubiese sido distinta si Kicillof hubiera adherido al RIGI promovido por Milei.

A un mes del anuncio gubernamental de enviar a la Legislatura un “RIGI bonaerense”, a modo de espejo con la iniciativa presidencial, la Provincia todavía no mandó ni el proyecto “para generar las condiciones necesarias para que lleguen grandes inversiones”.

Por supuesto, los análisis tras la denuncia de violencia de género propiciada por la exprimera dama contra el expresidente Alberto Fernández, termina beneficiando, dicen, al gobierno de Milei, porque el Presidente logra monopolizar la agenda y pilotear con éxito la comunicación mediática y en redes sociales, a pesar del complejo contexto socioeconómico.

En definitiva, la pésima última etapa de gestión presidencial del kirchnerismo, más el actual desordenado escenario doméstico del peronismo y del resto de la oposición y el no saber cómo pararse frente a la Casa Rosada, le permite al Presidente “seguir avanzando con con muchísima tranquilidad”, señalan desde las diagonales.

Asimismo, la falta de progreso en las negociaciones entre el Ejecutivo bonaerense y la oposición parlamentaria para ocupar cargos cruciales en la estructura de la Provincia, ahora se habrían reactivado, o por lo menos eso se dejó trascender en ámbito legislativo. Se trata ni más ni menos de charlas extraoficiales por la cobertura de vacantes que permanecían paralizadas.

Entre los puestos que aún están sin ocupar se destacan cuatro de las siete sillas de la Suprema Corte, la mitad del directorio del Banco Provincia, autoridades del Grupo BAPRO y diversos cargos judiciales.

Esa falta de definiciones fue interpretada por algunos como una muestra de “ineficacia política” en calle 6, mientras que otros lo vieron como una maniobra deliberada de la Gobernación, esperando el momento propicio para usarlo como “moneda de cambio” cuando fuera necesario. 
Parece que ese momento llegó.

Claro, el Ejecutivo también deberá tener en cuenta la “paz armada” entre los seguidores de Kicillof, La Cámpora y el massismo del Frente Renovador, tratando de mantener el equilibrio que le aporte gobernabilidad. 

Por fuera el panorama no es menos complejo, ya que no hay un solo mostrador donde sentarse a dialogar. Por un lado están los partidos tradicionales como la UCR y el PRO, pero también nuevos actores políticos, como los libertarios, que tienen presencia en ambas cámaras legislativas.

Uno de los puntos más críticos es la conformación del directorio del BAPRO. El mandato de varios directores, designados en 2022, fueron prorrogados indefinidamente, lo que generó tensiones tanto dentro del oficialismo como con la oposición.

En paralelo, la situación en la Corte bonaerense también genera preocupación. Con solo tres de sus siete miembros en funciones, el máximo tribunal opera bajo una evidente irregularidad institucional. El oficialismo, que retrasó las negociaciones, buscará asegurarse la mayoría de las vacantes. La resolución de ese conflicto será clave para las negociaciones por el resto de los cargos.

Desde hace rato, en la UCR lamentaron la ausencia de diálogo y la falta de comunicación con el Ejecutivo.

Ahora Kicillof, en su afán de conseguir los apoyos legislativos necesarios para la sanción de leyes, “recordó” que había lugares para cubrir en varios espacios del Estado.

¿Será un nuevo guiño al radicalismo bonaerense más dialoguista, sobre todo a quienes están más ligados a la gestión? ¿O será una oportunidad para el PRO institucional de relegar a las espadas de Patricia Bullrich? ¿Se sentarán los libertarios a la mesa de negociaciones mientras apuran una fusión legislativa con los bullrichistas? El dato no es menor. En caso de concretarse ese movimiento, quedarían plantados como segunda minoría después de Unión por la Patria en Diputados.

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