Tres burdas “confesiones” de acusados en el juicio y una acusación que solidifica el plan criminal
En el marco del juicio que se sigue por el brutal crimen del arquitecto Reynaldo Carlos Flher (61), ultimado de dos balazos en la cabeza en su casa de camino al Aeropuerto de Córdoba en 2021, tres de los acusados levantaron la mano, pidieron declarar y brindaron una suerte de confesión. Una “confesión” que, según reconocen distintos protagonistas del juicio, tuvo como clara finalidad desligar a los dos principales imputados: la hija de la víctima, Irina Flher; y su por entonces pareja, Leandro Moscarello.
Sucede que los acusados que pidieron declarar dijeron que todo se trató de un robo y negaron que se haya tratado de un crimen por encargo. Señalaron, en declaraciones con bastantes fisuras, burdas y hasta inverosímiles, que la víctima fue ultimada durante un “forcejeo”.
De esta manera, intentaron retirar a los dos principales acusados del ojo acusatorio. Además, no son pocas las fuentes judiciales que tomaron estas “confesiones” como una suerte de “manotazo de ahogado” de cara al momento crucial del juicio.
El proceso oral se lleva adelante en la Cámara 8 del Crimen de Córdoba. Participan jurados populares.
Según la acusación, Irina y Leandro Moscarello habrían contratado los “servicios” de tres jóvenes para que entren a la casa del arquitecto Flher y lo maten.
Los otros imputados son: Samuel Moscarello, hermano de Leandro, y sus amigos David Suárez y David Silvestre. Los cinco están acusados de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego, calificado por el vínculo, codicia, por el número de participantes y por alevosía”. En caso de condena por ese delito, la pena es la prisión perpetua.
De acuerdo a la causa, Irina y su novio habrían encargado el crimen dada la mala relación de la chica con su padre y, además, para quedarse con dinero y propiedades.
Aquel 28 de diciembre de 2021, Flehr fue ejecutado en su propia casa de avenida La Voz del Interior (cerca del Aeropuerto Ambrosio Taravella). Fue sorprendido por delincuentes que lo sentaron en una silla, lo ataron de pies y manos y le pegaron dos balazos. Antes, pusieron fuerte el televisor para que los disparos no llamaran la atención.
Lo que no se sabía y surgió en el debate es que la mano izquierda estaba fuera de las ataduras.
Los disparos fueron a quemarropa. Tras el crimen, escaparon por la parte trasera donde esperaba un cómplice en un auto.
En las últimas audiencias del juicio, las posiciones de los acusados comenzó a verse cercada.
Sobre todo, cuando se vino abajo la estrategia de algunos defensores de apuntar contra un hombre que podría haber tenido conflictos con Flher (lo apodan “el Nene”). Todo perdió sustento.
Así las cosas, el pasado viernes, tres acusados decidieron declarar y admitieron “culpas” como estrategias defensivas
Confesiones y hundimiento
Tanto David Silvestre como Samuel Moscarello decidieron, por consejo de sus asesores, declarar. Lo hicieron, como la ley manda, por separado.
En términos similares relataron que no hubo un plan para matar a nadie, negaron haber sido contratados y dijeron que todo se trató de un robo. De esta manera, quisieron despegar a Irina y a su exnovio del plan.
Señalaron, cada uno por su lado, que ellos se dedicaban a cometer robos en viviendas y que se habían enterado de dinero en esa casa.
Relataron que la víctima fue ultimada en el marco de “un forcejeo”.
En ese punto, precisamente, terminaron entrando en serias contradicciones y sus relatos mostraron fisuras.
Fue cuando los acusadores (el fiscal Fernando López Villagra y el querellante Marcelo Touriño) y hasta el juez Juan Manuel Ugarte les hicieron notar a cada uno que la víctima estaba prácticamente maniatada.
¿De qué forcejeo se podía hablar entonces? Sobre todo si los dos impactos fueron a quemarropa.
Cada uno de los imputados repitió (cuando le tocó hablar) que la víctima se había enfrentado y que el arma se trabó y que hubo un disparo a la cabeza y luego otro más por la mecánica del forcejeo.
No fueron los pocos los presentes que se miraron entre sí ante semejante explicación.
“Yo le apunté y con su mano izquierda me forcejeó. Forcejeamos. Y se salió el primer disparo. Luego, como el gatillo se había trabado, salió el segundo disparo”, expresó el acusado Moscarello ante preguntas de las partes.
Luego, los imputados entraron en contradicciones, cada uno por su lado, cuando tuvieron que explicar por qué no se llevaron nada de la casa de la víctima si es que habían entrado a robar.
En ese punto, los acusadores insistieron por qué no sustrajeron ni los celulares ni las tarjetas ni los electrodomésticos.
“No quería llevarme cosas de un muerto”, dijo uno de los imputados. “No me llevé la tarjeta de crédito. Le saqué foto con el celular para usarla luego”, respondió otro de los imputados a uno de los miembros del tribunal que lo interrogaba.
A su turno, el tercer acusado que decidió declarar fue David Suárez, quien manejaba el auto.
El imputado se limitó a decir que él había sido contratado para llevar a unas personas a comete un robo en una casa, que debía esperar en el coche y buscarlos cuando lo llamaran por celular. Cabe señalar que el joven nunca entró a la casa, supuestamente según la acusación. De todos modos, tuvo un rol vital para llevar y retirar a los sicarios de la escena del hecho.
Tras las declaraciones de los acusados, el pasado viernes, quedó flotando en el ambiente de Tribunales II la sensación de que se trató de una maniobra legal para quitar peso a los principales acusados. Sin embargo, fueron relatos burdos plagados de inconsistencias y que terminaron, en cierta forma, por “hundirlos”.
A todo esto, ya testificaron los investigadores del Departamento Homicidios que trabajaron en la investigación. Sin fisuras y con respuestas sólidas, los testigos complicaron a los cinco acusados y remarcaron las pruebas centradas en filmaciones, entrecruzamiento de llamadas, rastreo de celulares y testimonios de testigos.
https://www.lavoz.com.ar/sucesos/tres-burdas-confesiones-de-acusados-en-el-juicio-y-una-acusacion-que-solidifica-el-plan-criminal/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.lavoz.com.ar/sucesos/tres-burdas-confesiones-de-acusados-en-el-juicio-y-una-acusacion-que-solidifica-el-plan-criminal/