Alivio en la industria por mejora en el pago de importaciones
Las últimas decisiones del Banco Central para el pago de importaciones mejorarán las condiciones de negociación de las empresas argentinas –en especial la industria– con sus proveedores externos, según coinciden en resaltar entidades y empresarios vinculados al comercio internacional.
La contracara, que podría representar un incremento en la importación de bienes finales, choca de lleno contra una demanda muy caída a partir de la fuerte recesión, entienden en esos ámbitos.
Instruido por el ministro de Economía, Luis Caputo, y como una manera de enviar señales en el sentido de que se busca en algún momento salir del cepo cambiario, la autoridad monetaria dispuso un acortamiento en los plazos de pago por la mercadería que se adquiera fuera del país.
“Es una medida que beneficia a la industria, tiene que haber una integración al mundo, y cuando empezaron los problemas de restricción de las importaciones vimos los problemas de las empresas. Es un paso adelante en la normalización”, dijo sin rodeos el presidente de la Unión Industrial de Córdoba (UIC), Luis Macario, ante una consulta de LA VOZ.
¿Qué cambió?
El contenido de la comunicación A8074 ya fue desmenuzado en la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec), entidad donde también se destacó que estos anuncios mejoran sustancialmente la posición negociadora de parte de las empresas locales, tras las fuertes restricciones vividas hasta diciembre pasado.
En la parte que le toca al comercio exterior en esa comunicación, lo más significativo es que aquellos pagos de importaciones que tenían el cronograma en cuatro cuotas para todo lo nuevo, desde el 1º de agosto, se podrán pagar en dos cuotas.
A valor FOB (el precio de la mercadería en su embarque), el 50% se podrá abonar a 30 días desde el despacho y el restante 50% a los 60 días. “Ese es el cambio principal”, sintetizó Daniela Pavón, gerente de operativa de Cacec.
Margen para negociar
“Mas allá de agilizar, les da un poco más de poder de negociación con sus proveedores. A partir de esta medida, los importadores podrán ir negociando un poco mejor con sus proveedores”, agregó.
Los bienes suntuarios (como embarcaciones, aviones, bebidas o bebidas importadas, por ejemplo) y los autos terminados, que semanas atrás bajaron de 180 a 120 días, ahora podrán pagarse a 90 días.
Esta fase del anuncio impacta también para las terminales automotrices que complementan su oferta de vehículos con importados.
Todo el paquete rige para las operaciones generadas a partir de 2024, dado que las existentes hasta el 31 de diciembre del año pasado pasan por otro circuito, ya que existen deudas originadas en la última etapa de la gestión del exministro Sergio Massa, que se pagan a través del bono Bopreal.
Macario consideró que el Gobierno “está yendo en el sentido correcto” con estas decisiones del BCRA, al “tratar de normalizar el mercado de cambios”. “El cepo sigue estando y con él se mantienen las dificultades. Obviamente que tiene restricciones en función de las pocas reservas”, explicó.
Daniel Figueras, un empresario con larga experiencia en el comercio exterior, también interpretó que la administración de Javier Milei “sigue en la dirección correcta, aunque sea a los volantazos”.
“Está nueva flexibilización es buena porque seguramente mejora la producción de muchas industrias grandes y hará que se ponga en marcha la cadena de proveedores”, entendió.
Sin embargo, Figueras objetó que se “mantengan vigentes” impuestos que distorsionan el comercio argentino con el mundo y restan competitividad. “Hasta ahora no se eliminó ninguno. Las retenciones a las exportaciones y el impuesto Pais a las importaciones deben terminar cuanto antes”, subrayó a La Voz.
Daniela Pavón también mencionó la importancia de otra medida que integró esa comunicación del BCRA: “Una gran novedad en el ingreso de divisas para exportadores de servicios”. La adecuación permite ahora cobrar hasta U$S 24 mil por año calendario en sus cuentas locales en dólares, sin obligación de liquidarlos en el Mulc. La norma anteriormente permitía sólo declarar U$S 12 mil bajo esa condición.
El riesgo de la “invasión”
El presidente de la UIC, asimismo, rechazó de plano que este achicamiento de plazos pueda producir “una invasión de productos importados”. “Estamos viviendo un marco recesivo muy fuerte y probablemente, con las medidas de fase 2 y de fase 3 para restringir más la oferta de pesos, no creo que vaya a mejorarse la situación de recesión al menos en el corto plazo”, describió.
También aseguró que en el seno de la entidad fabril cordobesa no existe “una dicotomía” por la apertura de Argentina al mundo. “En general, el industrial cordobés está dispuesto a competir en igualdad de condiciones”, lo cual exige una reforma tributaria que el Gobierno se propone encarar.
“Si hay algunos dinosaurios que quieran proteger su coto de caza, tendrán que hacer los deberes y tratar de ser competitivos”, insistió Macario, quien proviene de la agroindustria.
Advertencia de Apyme
“Es terrible, yo creo que lo peor que nos está pasando es que nos estamos acostumbrando a esto”, afirmó, por otra parte, Humberto Spaccesi, presidente de la Asamblea de Pequeñas y Medianas Empresas_(Apyme), al referirse al impacto de la recesión en el sector.
“Cada mes vamos contando cómo se deteriora la capacidad productiva, cómo esto conlleva a tener que desprenderse de personal y cerrar empresas. Lo estamos tomando casi como un hecho natural”, agregó el dirigente en declaraciones periodísticas.
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